Una de las cosas más auténticas y representativas de Valledupar y su folclor es el río Guatapurí y los distintos sitios turísticos que brinda en todo su recorrido.

Este río representa un sentimiento y un cúmulo de aspectos propios del ciudadano que se siente vallenato, ya sea oriundo o residente, por eso siempre ha existido ese celo permanente por su cuidado y conservación, pero, pese a ese gran amor que le profesamos al Guatapurí, están sucediendo cosas que ya preocupan en grado sumo.

Tal vez el sitio que más preocupa es toda la zona que corresponde al balneario Hurtado, allí cada vez es más notable la acción destructora del hombre, situación que se torna progresiva en contra de la naturaleza y de todos los atributos turísticos de este emblemático lugar.

Desde hace años son muchas las luchas y gestiones desarrolladas para tratar de frenar las intenciones urbanísticas y comerciales que atentan contra la preservación del río y su entorno.

De esas ‘batallas’ merecen especial reconocimiento personalidades reconocidas de Valledupar como el difunto exalcalde Aníbal Martínez Zuleta, el exdiputado y dirigente político Víctor Martínez Gutiérrez, además de líderes con vocación cívica como ‘Yiyo’ Martínez, Gustavo Cabas Borrego, entre otros de similares cualidades ciudadanas.

No obstante, tal parece que la labor de estos ‘gladiadores cívicos’ no ha sido suficiente, hoy sorprende escuchar las denuncias de tala de árboles legendarios para instalar negocios y todo tipo de actividades comerciales, construcción de baños públicos, letrinas sin ninguna especificación técnica y mucho menos sin el cumplimiento de ningún requisito legal y de sanidad, grave, muy grave la situación.

Hoy nuevamente lanzamos una voz de alerta a todas las autoridades y demás estamentos sociales de Valledupar para que se tomen las medidas pertinentes para evitar estas demoledoras acciones en contra del río y del balneario Hurtado.
Ya está demostrado que todo lo hecho hasta ahora, tanto por parte de las autoridades como de la misma ciudadanía, no garantiza el control absoluto del cuidado de nuestro río, es hora entonces de explorar opciones de carácter institucional que aseguren el buen funcionamiento de este sitio turístico. Ante este triste panorama se espera el pronunciamiento urgente del Concejo Municipal, Alcaldía de Valledupar, Corpocesar, organizaciones ambientales, entre otras entidades comprometidas con el tema.

En todos los medios se escuchan diversas propuestas, no solo para la defensa del rio sino también para su máximo aprovechamiento, las cuales deben apuntar al bienestar de todos y de la misma naturaleza. En ese sentido se ha planteado la necesidad de crear una figura institucional por parte de la Alcaldía de Valledupar que se encargue específicamente de la administración del río y todos sus sitios turísticos. A los grandes problemas, grandes soluciones.