Los únicos testigos son dos compañeros con los que se fugó de prestar el servicio militar en Boyacá para regresar a Valledupar, pero ellos no concedieron mayores detalles del caso a los familiares de la víctima, pues solo se limitaron a decir que, a Jesús David Rodríguez Ramírez lo encontraron muerto en una vía del municipio de Puerto Boyacá, una mañana del 3 de diciembre del año 2017. 

El cuerpo del joven de 18 años fue hallado en posición decúbito dorsal, semidesnudo, con tan solo una pantaloneta, color negro, medias del mismo tono y un solo zapato puesto en el pie derecho.

En la zona nadie lo conocía. Los viajeros que pasaban por la glorieta Caño Alegre fueron, al parecer, los que dieron aviso del cadáver a la Policía Nacional. Fue así que lo inspeccionaron y levantaron de la malla vial como persona no identificada que posiblemente murió por siniestro vial. 

Así lo indicó el informe investigador de campo de la Dirección de Tránsito y Transporte del Magdalena Medio, conocido por este medio de comunicación. Las primeras hipótesis apuntaron a que Rodríguez Ramírez lo habría atropellado un vehículo cuyas características son desconocidas.  

Pero la teoría resultó poco convincente para la familia Rodríguez Ramírez, debido a que Jesús David en ese entonces viajaba con los compañeros como polizón en una mula, quienes aparecieron en un lugar diferente de Boyacá. 

“De su muerte me enteré porque él (Jesús David) se llevó mi número de teléfono dentro de una biblia y los muchachos lo encontraron y me llamaron, dijeron que a él lo hallaron muerto en Puerto Boyacá”, recordó Benjamín Rodríguez, padre del fallecido. 

Lo aparentemente extraño es que el joven presentó heridas en el rostro y en su poder no tenía los elementos personales. 

“El Ejército y autoridades tenían que investigar la muerte, por eso quiero que la esclarezcan para saber cómo fueron los hechos y quiénes son los responsables”, agregó Rodríguez. 

Precisó que a los acompañantes de ‘aventura’ de su hijo no los han entrevistado dentro de la investigación ni ellos se acercaron a dar explicaciones. 

El cuerpo de la víctima fue trasladado por las Fuerzas Militares a Valledupar donde convivía con sus padres en la invasión El Pescaito, ubicada a la margen del río Guatapurí.  

LA PARTIDA 

Antes, la vida de Jesús David Rodríguez giraba en la normalidad hasta que un día fue entusiasmado a ingresar a las filas del Ejército Nacional. Le faltaba poco para cumplir la mayoría de edad, por lo que se apresuró a realizar las diligencias con la asesoría de un cabo y después ingresó al entrenamiento con los dos amigos en la capital del Cesar.

Sin embargo, al poco tiempo lo trasladaron al Batallón Especial Energético y Vial Nº 20 localizado en el centro del país donde desertó.  

“Él dijo que quería cambiar de vida porque trabajaba conmigo botando escombros y basura, entonces quiso buscar una oportunidad. Estando allá me manifestó que se venía a Valledupar, que no me preocupara, pero al parecer decidió volarse (del servicio militar) porque no se sentía cómodo y me alcanzó a decir que no les estaban dando comida”, puntualizó el padre de la víctima.

Añadió que pese a todo, el Ejército no les avisó sobre la fuga de Rodríguez ni entregó pormenores sobre lo ocurrido, por lo que a inicios de este año interpusieron un derecho de petición a la institución que respondió manifestando que remitieron la solicitud a la jurisdicción militar involucrada.  

LA FISCALÍA 

EL PILÓN conoció que la investigación del caso está en manos de la Fiscalía Dos Seccional de Puerto Boyacá, a la cual le fue asignada desde el 6 de diciembre de 2017. El proceso está activo e ingresó preliminarmente por un posible delito de homicidio culposo.