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Editorial - 25 enero, 2011

El urgente control al transporte escolar

Uno de los aspectos en los cuales Valledupar requiere una reglamentación urgente, con sus debidos controles y sanciones, es en el tema del transporte, en general, y en particular el transporte escolar. A diario vemos, por las calles y avenidas de la ciudad, padres de familia que llevan a dos y hasta tres hijos en […]

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Uno de los aspectos en los cuales Valledupar requiere una reglamentación urgente, con sus debidos controles y sanciones, es en el tema del transporte, en general, y en particular el transporte escolar. A diario vemos, por las calles y avenidas de la ciudad, padres de familia que llevan a dos y hasta tres hijos en una moto, arriesgando la vida de los menores de manera suicida.
Adicionalmente, el transporte colectivo privado escolar se realiza de manera informal, por medio de personas de buena fe, que tienen un vehículo y con el mismo se ganan unos recursos para sobrevivir o completar el ingreso familiar…
De allí que sean bienvenidas y ameriten el apoyo de toda la comunidad, los anuncios hechos por el nuevo Secretario de Tránsito y Transporte de Valledupar, Carlos Oliveros Villar, encaminadas a ordenar este importante sector de la vida urbana y –fundamentalmente- a proteger la vida de los niños y jóvenes, hoy puesta en riesgo hasta por sus propios padres.
En todas las ciudades capitales e intermedias del país el transporte escolar tiene una regulación especial, de acuerdo a lo establecido por el gobierno nacional, sencillamente por tratarse de una población altamente vulnerable.
Los vehículos destinados al transporte escolar deben tener unas especificaciones particulares, no pueden ser viejos y además su estado técnico mecánico debe estar en buen estado. Adicionalmente, sus conductores deben ser personas que tengan alguna capacitación, paciencia y actitud para tratar con los infantes.
Las medidas anunciadas por el Secretario de Tránsito y Transporte merecen la debida autocrítica y el apoyo de los padres de familia, incluyendo a quienes por una economía mal entendida permiten el desplazamiento de sus hijos en motos. Se debe evaluar la relación costo-beneficio de hacerlo en transporte público colectivo.
Adicionalmente, es pertinente el llamado de atención que el funcionario hace a los rectores de los colegios y es triste que sólo algunos de estos hayan atendido su requerimiento a una serie de reuniones para tratar este trascendental tema.
Sin lugar a dudas, las medidas anunciadas por la Secretaría de Tránsito y Transporte, para meter en cintura – como se dice popularmente-, al transporte escolar son bienvenidas y merecen el apoyo total e irrestricto, por parte de los padres de familia, los rectores y en particular por los empresarios pequeños y medianos que se dedican a esta actividad.
Es posible que se requiera una gradualidad a la hora de aplicar los cambios, incluyendo el tema de las tarifas que también deben ser objeto de una regulación.
Reiteramos la importancia de este llamado de atención, hecho por la Secretaría de Tránsito y Transporte, por parte de todos los sectores a un tema tan delicado, como el del transporte de los niños y jóvenes, recordando que está en juego la vida de los mismos cuando realizan una actividad tan cotidiana como ir a clases, en vista de los altos riesgos que enfrentan por todos los factores antes señalados.

Editorial
25 enero, 2011

El urgente control al transporte escolar

Uno de los aspectos en los cuales Valledupar requiere una reglamentación urgente, con sus debidos controles y sanciones, es en el tema del transporte, en general, y en particular el transporte escolar. A diario vemos, por las calles y avenidas de la ciudad, padres de familia que llevan a dos y hasta tres hijos en […]


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Uno de los aspectos en los cuales Valledupar requiere una reglamentación urgente, con sus debidos controles y sanciones, es en el tema del transporte, en general, y en particular el transporte escolar. A diario vemos, por las calles y avenidas de la ciudad, padres de familia que llevan a dos y hasta tres hijos en una moto, arriesgando la vida de los menores de manera suicida.
Adicionalmente, el transporte colectivo privado escolar se realiza de manera informal, por medio de personas de buena fe, que tienen un vehículo y con el mismo se ganan unos recursos para sobrevivir o completar el ingreso familiar…
De allí que sean bienvenidas y ameriten el apoyo de toda la comunidad, los anuncios hechos por el nuevo Secretario de Tránsito y Transporte de Valledupar, Carlos Oliveros Villar, encaminadas a ordenar este importante sector de la vida urbana y –fundamentalmente- a proteger la vida de los niños y jóvenes, hoy puesta en riesgo hasta por sus propios padres.
En todas las ciudades capitales e intermedias del país el transporte escolar tiene una regulación especial, de acuerdo a lo establecido por el gobierno nacional, sencillamente por tratarse de una población altamente vulnerable.
Los vehículos destinados al transporte escolar deben tener unas especificaciones particulares, no pueden ser viejos y además su estado técnico mecánico debe estar en buen estado. Adicionalmente, sus conductores deben ser personas que tengan alguna capacitación, paciencia y actitud para tratar con los infantes.
Las medidas anunciadas por el Secretario de Tránsito y Transporte merecen la debida autocrítica y el apoyo de los padres de familia, incluyendo a quienes por una economía mal entendida permiten el desplazamiento de sus hijos en motos. Se debe evaluar la relación costo-beneficio de hacerlo en transporte público colectivo.
Adicionalmente, es pertinente el llamado de atención que el funcionario hace a los rectores de los colegios y es triste que sólo algunos de estos hayan atendido su requerimiento a una serie de reuniones para tratar este trascendental tema.
Sin lugar a dudas, las medidas anunciadas por la Secretaría de Tránsito y Transporte, para meter en cintura – como se dice popularmente-, al transporte escolar son bienvenidas y merecen el apoyo total e irrestricto, por parte de los padres de familia, los rectores y en particular por los empresarios pequeños y medianos que se dedican a esta actividad.
Es posible que se requiera una gradualidad a la hora de aplicar los cambios, incluyendo el tema de las tarifas que también deben ser objeto de una regulación.
Reiteramos la importancia de este llamado de atención, hecho por la Secretaría de Tránsito y Transporte, por parte de todos los sectores a un tema tan delicado, como el del transporte de los niños y jóvenes, recordando que está en juego la vida de los mismos cuando realizan una actividad tan cotidiana como ir a clases, en vista de los altos riesgos que enfrentan por todos los factores antes señalados.