Cuando al anestesiado proceso de tercerización de Emdupar solo lo interrumpe la profusa publicidad radial del señor alcalde, diciendo en voz caudillezca que “la empresa es de todos y que no se va a privatizar”, sigo dudando que el aliado estratégico anunciado cumpla las condiciones de solvencia, sin amenazar las finanzas de cada usuario vallenato.

Inquietudes que persisten y que con el pasar de los días se convierten en preocupación, porque como dice el dicho, “después de ojo afuera, no hay Santa Lucía que valga”.

Ya pronto será el cierre para el recibo de las propuestas. Con las últimas horas del año, con buñuelos, natilla y el jolgorio musical decembrino de algunos o el sufrimiento y las lágrimas de otros, se anunciará el elegido; el 28 de diciembre será la inocentada, en la Audiencia de Adjudicación se conocerá el escogido de un dudoso proceso, que por un lado busca al ‘gran salvador’, pero que en sus estudios previos deja la mesiánica responsabilidad a la franciscana situación económica de un aliado más pobre que la propia empresa. En una columna anterior cité cifras. 

Con los Santos Reyes se firmará el contrato, el próximo año festejaremos nuestra fundación en manos de un operador privado insolvente que va a depender del recaudo, léase incremento en la facturación mensual, para brindar un servicio público con estándares de calidad y sobre todo con la rentabilidad económica deseada por los oferentes en este tipo de negocios. 

Ojalá el señor alcalde estuviera dispuesto a escuchar, dialogar y concertar, efectivamente y sin preconcepciones, tal vez así desistiera de este despropósito y explorara alternativas tendientes a lograr la inyección de recursos sin perder la autonomía del municipio. Todo enmarcado en las bases institucionales, económicas, sociales y políticas para la prestación de los servicios públicos domiciliarios, previstas en la Ley 142 de 1994, en la que igualmente se consideran aspectos básicos para la prestación del servicio a saber: estructura de los mercados, propiedad de las empresas, financiación de los servicios y naturaleza de la regulación. La combinación de estas variables da lugar a una variedad casi ilimitada de modelos.

Humildemente, pero convencido que el camino que estamos transitando no es el adecuado, propongo una empresa de carácter mixto, expresada en el artículo 15 y siguientes de la Ley 142, donde se definen estas empresas como sociedades por acciones, las cuales también se regirán por las normas que sobre sociedades anónimas se encuentran en el Código de Comercio. 

La idea es que el municipio mantenga una participación accionaria superior al 50 %, lograr que gobierno departamental capitalice la empresa mediante el aumento de su actual porcentaje de acciones y los usuarios, de acuerdo con lo establecido en el artículo 60 de la Constitución Política, desarrollado por la Ley 226 de 1995, si así lo desean puedan acceder a la compra de acciones financiadas y pagaderas por cuotas en el mismo recibo del agua. Es democratizar verdaderamente la propiedad de la empresa.  

Esta es una alternativa, aterrizada porque siempre se nos ha dicho que Emdupar es de los vallenatos, pero la realidad es otra, el manejo ha estado en manos de unos pocos, de espaldas al beneficio colectivo; con nuestra propuesta los usuarios tendrán asiento en la junta directiva y ahí sí con acceso al manejo de la empresa. Alcalde, pare el actual proceso y construya una opción real para el pueblo, con hechos y no solo con palabras. Piénselo. Un abrazo.

[email protected]. @antoniomariaA.