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Columnista - 10 noviembre, 2021

El concurso de los favoritos

En este momento se desarrollan procesos para la escogencia de contralor Municipal y contralor Departamental; los aspirantes llegan con muchas esperanzas y pocas garantías, acá no vale conocimiento ni trayectoria, todo está dado para participar en una asquerosa farsa donde el ganador celebra incluso antes de publicarse los resultados. Se escogen contralores sin contar con […]

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En este momento se desarrollan procesos para la escogencia de contralor Municipal y contralor Departamental; los aspirantes llegan con muchas esperanzas y pocas garantías, acá no vale conocimiento ni trayectoria, todo está dado para participar en una asquerosa farsa donde el ganador celebra incluso antes de publicarse los resultados.

Se escogen contralores sin contar con requisitos como la experiencia y se inscriben desafiando el ordenamiento jurídico, conllevando esto a sentencias que anulan esa elección, claro está, que primero cuentan con apoyos de magistrados corruptos que amañan providencias con el fin de mantener en el cargo a quien no merece permanecer.

También se escogen a los que actuaron como gerentes de campaña del mandatario a quien deben vigilar, sin asomo de vergüenza postulan su nombre con la seguridad de ser elegidos porque las cartas ya están marcadas, o mejor, las pruebas ya están marcadas y nada impedirá que lleguen al cargo anhelado.

En los concursos para escoger contralores municipales y departamentales parece ser la “máxima” delinquir, creando una cadena de actos ilícitos para elegir al “favorito”, ese quien no tiene ni idea de control fiscal y no sabe nada de sus responsabilidades constitucionales ni legales, pero que con el objetivo de preservar un sistema perverso, tramposo y donde todo se lo roban, es el seleccionado para que nada se sepa y todo se tape.

A tal punto de descaro hemos llegado que un medio radial en Valledupar advierte de los riesgos en el proceso de selección de contralor Departamental y de quien sería el favorito y para no defraudarnos encontramos que ese personaje obtiene el mayor puntaje sobre cabezas reconocidas y de gran trayectoria profesional y académica, pero todo ocurre porque tanto en el Concejo como en la Asamblea abundan figuras con escasa formación ética y se agrupan para ser parte de este baile de corrupción, al menos en el departamento los diputados Claudia Margarita Zuleta y Quintín Quintero están ejerciendo un control digno y honesto marcando la diferencia en cada debate e intervención, pero los otros solo se dejan arrastrar para ser parte de la banda de Alí Babá.

El corrupto no actúa solo, necesita de un círculo que proteja y oculte sus actuaciones corruptas, para ello requiere de concejales corruptos y diputados corruptos que elijan de igual manera un contralor corrupto; recuerdo la historia que un buen amigo me contó sobre cualquier ciudad de esta región donde un grupo de concejales conversaba con el candidato a la Contraloría enviado por el alcalde y en esa conversación los miembros de la corporación a cambio del voto exigían puestos en la entidad de control fiscal; el aspirante a contralor se negó a darles cuotas burocráticas, manifestando que era un hombre honrado, enseguida los concejales salieron directo al despacho del alcalde y le dijeron que no votarían por su recomendado, que por favor buscara a otro aspirante con un perfil más picaresco.

Columnista
10 noviembre, 2021

El concurso de los favoritos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Andrés Añez Maestre

En este momento se desarrollan procesos para la escogencia de contralor Municipal y contralor Departamental; los aspirantes llegan con muchas esperanzas y pocas garantías, acá no vale conocimiento ni trayectoria, todo está dado para participar en una asquerosa farsa donde el ganador celebra incluso antes de publicarse los resultados. Se escogen contralores sin contar con […]


En este momento se desarrollan procesos para la escogencia de contralor Municipal y contralor Departamental; los aspirantes llegan con muchas esperanzas y pocas garantías, acá no vale conocimiento ni trayectoria, todo está dado para participar en una asquerosa farsa donde el ganador celebra incluso antes de publicarse los resultados.

Se escogen contralores sin contar con requisitos como la experiencia y se inscriben desafiando el ordenamiento jurídico, conllevando esto a sentencias que anulan esa elección, claro está, que primero cuentan con apoyos de magistrados corruptos que amañan providencias con el fin de mantener en el cargo a quien no merece permanecer.

También se escogen a los que actuaron como gerentes de campaña del mandatario a quien deben vigilar, sin asomo de vergüenza postulan su nombre con la seguridad de ser elegidos porque las cartas ya están marcadas, o mejor, las pruebas ya están marcadas y nada impedirá que lleguen al cargo anhelado.

En los concursos para escoger contralores municipales y departamentales parece ser la “máxima” delinquir, creando una cadena de actos ilícitos para elegir al “favorito”, ese quien no tiene ni idea de control fiscal y no sabe nada de sus responsabilidades constitucionales ni legales, pero que con el objetivo de preservar un sistema perverso, tramposo y donde todo se lo roban, es el seleccionado para que nada se sepa y todo se tape.

A tal punto de descaro hemos llegado que un medio radial en Valledupar advierte de los riesgos en el proceso de selección de contralor Departamental y de quien sería el favorito y para no defraudarnos encontramos que ese personaje obtiene el mayor puntaje sobre cabezas reconocidas y de gran trayectoria profesional y académica, pero todo ocurre porque tanto en el Concejo como en la Asamblea abundan figuras con escasa formación ética y se agrupan para ser parte de este baile de corrupción, al menos en el departamento los diputados Claudia Margarita Zuleta y Quintín Quintero están ejerciendo un control digno y honesto marcando la diferencia en cada debate e intervención, pero los otros solo se dejan arrastrar para ser parte de la banda de Alí Babá.

El corrupto no actúa solo, necesita de un círculo que proteja y oculte sus actuaciones corruptas, para ello requiere de concejales corruptos y diputados corruptos que elijan de igual manera un contralor corrupto; recuerdo la historia que un buen amigo me contó sobre cualquier ciudad de esta región donde un grupo de concejales conversaba con el candidato a la Contraloría enviado por el alcalde y en esa conversación los miembros de la corporación a cambio del voto exigían puestos en la entidad de control fiscal; el aspirante a contralor se negó a darles cuotas burocráticas, manifestando que era un hombre honrado, enseguida los concejales salieron directo al despacho del alcalde y le dijeron que no votarían por su recomendado, que por favor buscara a otro aspirante con un perfil más picaresco.