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Columnista - 22 octubre, 2021

Haciendo historia en seguridad social

Casi la mitad de los trabajadores del país tienen ingresos laborales inferiores a los $908.526, nuestro salario mínimo, en el caso de los trabajadores en zonas rurales la proporción es mayor, ocho de cada diez. Esta cruda realidad se agudiza por el efecto, no intencional, del artículo 48 de nuestra Constitución Política que indica que, […]

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Casi la mitad de los trabajadores del país tienen ingresos laborales inferiores a los $908.526, nuestro salario mínimo, en el caso de los trabajadores en zonas rurales la proporción es mayor, ocho de cada diez. Esta cruda realidad se agudiza por el efecto, no intencional, del artículo 48 de nuestra Constitución Política que indica que, las pensiones y, por tanto, las contribuciones que las financian no pueden ser inferiores al salario mínimo.

En ese sentido, históricamente estos trabajadores han estado excluidos, por definición, de la Seguridad Social Integral, lo que también es causa y efecto de la ocupación, casi que de por vida, a actividades de baja productividad ante la ausencia de herramientas de previsión social. Reconociendo y entendiendo este panorama y nuestra realidad constitucional y laboral, desde este año entró en operación el Piso de Protección Social (PPS).

De las mujeres y hombres que hoy en día han superado la edad de retiro, únicamente el 25 % de ellos tienen acceso a una pensión tal como está definida por nuestra constitución. Esto, sin contar con el hecho de que la mitad de las personas pensionadas actuales adquirieron su derecho bajo una legislación anterior a la Ley 100 de 1993. Es decir, que lo lograron en condiciones mucho más generosas, tales como la equivalencia de dos años de cotizaciones por la publicación de cualquier libro.

Pensionarse ahora es mucho más exigente y riguroso que antes, y en estas circunstancias, para quienes no consiguen hacer sus cotizaciones, la incertidumbre sobre qué pasará con sus ingresos en la vejez, es mucho mayor.

El nuevo Piso de Protección Social nace como la primera dosis del remedio a esta situación por varias razones. Primero, hace parte de nuestro Sistema de Seguridad Social al acoger el ya establecido mecanismo de los Beneficios Económicos Periódicos (BEPS) de Colpensiones e incorpora al nuevo Seguro Inclusivo. Segundo, está diseñado y dirigido para quienes tienen ingresos laborales inferiores al salario mínimo y tienen aseguramiento en salud subsidiada por su clasificación del Sisbén.

Tercero, el Piso acoge a todas las personas que no trabajan tiempo completo y que tienen un empleador o patrón. Por ejemplo, a una persona que trabaja por días a la semana en una casa de familia o por jornal en una zona rural. También se acogen a los independientes o trabajadores por cuenta propia que quieran hacer parte de manera voluntaria.

Cuarto, los aportes son del 15 % sobre la remuneración y se pueden hacer de una manera flexible, no es necesaria la afiliación previa en una oficina de Colpensiones, cargar novedades o asumir riesgo de deuda presunta. Basta con hacer el primer aporte (siempre superior a $5.000), a través de la planilla PILA para los empleadores, y por medio de cualquiera de los 28 mil puntos de pago con los que Colpensiones tiene alianzas comerciales a lo largo y ancho del país, para los vinculados voluntarios.

Este nuevo esquema de aportes a la seguridad social, por un lado, va a garantizar un ahorro para la vejez por medio de los BEPS de Colpensiones, por el otro, sin tener que alcanzar la edad de retiro pone a disposición de la persona trabajadora el Seguro Inclusivo durante 30 días. Este seguro es novedoso porque es el primer aseguramiento social al cual tienen acceso quienes históricamente han estado excluidos, con cobertura básica ante enfermedad grave, indemnización por imposibilidad para trabajar, pérdida de alguna extremidad y fallecimiento. Imagine el drama que era para una persona y su familia sufrir estos siniestros, ahora puede amortiguar sus efectos accediendo a este mecanismo de protección. 

Sin lugar a duda, el Piso de Protección Social es el hito reciente más importante en nuestra tradición frente al acceso a la seguridad social. Abre las puertas a los excluidos por tener bajos ingresos y se convierte en la primera herramienta conceptualmente contributiva para evitar la pobreza en la futura población adulta, teniendo en cuenta las serias dificultades que existen para acceder a una pensión. Colpensiones seguirá comprometida con un manejo eficiente del Régimen de Prima Media y de los BEPS, todo al servicio de los colombianos, sin importar su capacidad de pago o condición laboral.

Columnista
22 octubre, 2021

Haciendo historia en seguridad social

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Juan Miguel Villa

Casi la mitad de los trabajadores del país tienen ingresos laborales inferiores a los $908.526, nuestro salario mínimo, en el caso de los trabajadores en zonas rurales la proporción es mayor, ocho de cada diez. Esta cruda realidad se agudiza por el efecto, no intencional, del artículo 48 de nuestra Constitución Política que indica que, […]


Casi la mitad de los trabajadores del país tienen ingresos laborales inferiores a los $908.526, nuestro salario mínimo, en el caso de los trabajadores en zonas rurales la proporción es mayor, ocho de cada diez. Esta cruda realidad se agudiza por el efecto, no intencional, del artículo 48 de nuestra Constitución Política que indica que, las pensiones y, por tanto, las contribuciones que las financian no pueden ser inferiores al salario mínimo.

En ese sentido, históricamente estos trabajadores han estado excluidos, por definición, de la Seguridad Social Integral, lo que también es causa y efecto de la ocupación, casi que de por vida, a actividades de baja productividad ante la ausencia de herramientas de previsión social. Reconociendo y entendiendo este panorama y nuestra realidad constitucional y laboral, desde este año entró en operación el Piso de Protección Social (PPS).

De las mujeres y hombres que hoy en día han superado la edad de retiro, únicamente el 25 % de ellos tienen acceso a una pensión tal como está definida por nuestra constitución. Esto, sin contar con el hecho de que la mitad de las personas pensionadas actuales adquirieron su derecho bajo una legislación anterior a la Ley 100 de 1993. Es decir, que lo lograron en condiciones mucho más generosas, tales como la equivalencia de dos años de cotizaciones por la publicación de cualquier libro.

Pensionarse ahora es mucho más exigente y riguroso que antes, y en estas circunstancias, para quienes no consiguen hacer sus cotizaciones, la incertidumbre sobre qué pasará con sus ingresos en la vejez, es mucho mayor.

El nuevo Piso de Protección Social nace como la primera dosis del remedio a esta situación por varias razones. Primero, hace parte de nuestro Sistema de Seguridad Social al acoger el ya establecido mecanismo de los Beneficios Económicos Periódicos (BEPS) de Colpensiones e incorpora al nuevo Seguro Inclusivo. Segundo, está diseñado y dirigido para quienes tienen ingresos laborales inferiores al salario mínimo y tienen aseguramiento en salud subsidiada por su clasificación del Sisbén.

Tercero, el Piso acoge a todas las personas que no trabajan tiempo completo y que tienen un empleador o patrón. Por ejemplo, a una persona que trabaja por días a la semana en una casa de familia o por jornal en una zona rural. También se acogen a los independientes o trabajadores por cuenta propia que quieran hacer parte de manera voluntaria.

Cuarto, los aportes son del 15 % sobre la remuneración y se pueden hacer de una manera flexible, no es necesaria la afiliación previa en una oficina de Colpensiones, cargar novedades o asumir riesgo de deuda presunta. Basta con hacer el primer aporte (siempre superior a $5.000), a través de la planilla PILA para los empleadores, y por medio de cualquiera de los 28 mil puntos de pago con los que Colpensiones tiene alianzas comerciales a lo largo y ancho del país, para los vinculados voluntarios.

Este nuevo esquema de aportes a la seguridad social, por un lado, va a garantizar un ahorro para la vejez por medio de los BEPS de Colpensiones, por el otro, sin tener que alcanzar la edad de retiro pone a disposición de la persona trabajadora el Seguro Inclusivo durante 30 días. Este seguro es novedoso porque es el primer aseguramiento social al cual tienen acceso quienes históricamente han estado excluidos, con cobertura básica ante enfermedad grave, indemnización por imposibilidad para trabajar, pérdida de alguna extremidad y fallecimiento. Imagine el drama que era para una persona y su familia sufrir estos siniestros, ahora puede amortiguar sus efectos accediendo a este mecanismo de protección. 

Sin lugar a duda, el Piso de Protección Social es el hito reciente más importante en nuestra tradición frente al acceso a la seguridad social. Abre las puertas a los excluidos por tener bajos ingresos y se convierte en la primera herramienta conceptualmente contributiva para evitar la pobreza en la futura población adulta, teniendo en cuenta las serias dificultades que existen para acceder a una pensión. Colpensiones seguirá comprometida con un manejo eficiente del Régimen de Prima Media y de los BEPS, todo al servicio de los colombianos, sin importar su capacidad de pago o condición laboral.