En el reciente libro del Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, Cesore, ‘El Cesar: diversificación productiva para el post-carbón’, el escritor Alonso Sánchez Baute en el capítulo 2 analiza la cultura del Cesar en la era post-carbón. Allí recoge diferentes subsectores culturales de relevancia en el departamento y percibe con mayor debilidad la gastronomía, ya […]
En el reciente libro del Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, Cesore, ‘El Cesar: diversificación productiva para el post-carbón’, el escritor Alonso Sánchez Baute en el capítulo 2 analiza la cultura del Cesar en la era post-carbón. Allí recoge diferentes subsectores culturales de relevancia en el departamento y percibe con mayor debilidad la gastronomía, ya que además de no estar documentada, no se promociona lo suficiente para darle el reconocimiento que merece.
La gastronomía es una faceta de la cultura que permite descubrir usos y costumbre de una región con relación a su alimentación de acuerdo a su entorno. La relación del ser humano con su alimentación ha venido cambiando en la medida que los hábitos también cambian. Adicionalmente, la cocina ancestral se ha fusionado a través de los intercambios culturales en los diferentes antecedentes históricos que han marcado nuestra cultura, enriqueciendo la diversidad culinaria en nuestra cocina.
Existen ciertas recetas típicas que comercialmente presentan diferencias con respecto a su preparación tradicional, ya sea en ingredientes, utensilios, procesamiento, presentación, entre otros; que podemos hacer analogía a las diferencias entre la música vallenata comercial y a la tradicional que se promociona a través de concursos de festivales vallenatos, lo cual genera similitudes para incentivar iniciativas a nuevos eventos gastronómicos que pueden hacer sinergia con los eventos culturales y turísticos con los que contamos.
En los últimos años se ha empezado a ver de manera más recurrente ciertos eventos que promueven nuestra cultura gastronómica. Sin embargo, se ha centralizado más en la ciudad de Valledupar.
Precisamente, el pasado fin de semana la Alcaldía de Valledupar realizó la ‘Primera Feria de emprendimiento, Cultura y Turismo’ en los callejones del Centro Histórico, como una apuesta a la reactivación económica de la ciudad.
La alimentación hace parte central en fiestas, reuniones familiares y celebraciones de todo tipo, es imprescindible como seres sociables que somos. Así mismo, la gastronomía tiene un gran vínculo con el turismo, sector que impacta bastante en la generación de empleo e ingresos, por eso es tan importante fortalecer y preservar nuestra cultura gastronómica.
En el departamento hay mucho por hacer por nuestra cultura gastronómica, sería muy interesante convocar académicos, investigadores culturales y gastronómicos, para desarrollar investigaciones que permitan reconocer, valorar, preservar y divulgar las diferentes expresiones culinarias, recetas y platos típicos de la región, además de involucrar a las diversas comunidades existentes para una mejor apropiación de nuestra identidad gastronómica en los diferentes territorios del departamento.
En el reciente libro del Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, Cesore, ‘El Cesar: diversificación productiva para el post-carbón’, el escritor Alonso Sánchez Baute en el capítulo 2 analiza la cultura del Cesar en la era post-carbón. Allí recoge diferentes subsectores culturales de relevancia en el departamento y percibe con mayor debilidad la gastronomía, ya […]
En el reciente libro del Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, Cesore, ‘El Cesar: diversificación productiva para el post-carbón’, el escritor Alonso Sánchez Baute en el capítulo 2 analiza la cultura del Cesar en la era post-carbón. Allí recoge diferentes subsectores culturales de relevancia en el departamento y percibe con mayor debilidad la gastronomía, ya que además de no estar documentada, no se promociona lo suficiente para darle el reconocimiento que merece.
La gastronomía es una faceta de la cultura que permite descubrir usos y costumbre de una región con relación a su alimentación de acuerdo a su entorno. La relación del ser humano con su alimentación ha venido cambiando en la medida que los hábitos también cambian. Adicionalmente, la cocina ancestral se ha fusionado a través de los intercambios culturales en los diferentes antecedentes históricos que han marcado nuestra cultura, enriqueciendo la diversidad culinaria en nuestra cocina.
Existen ciertas recetas típicas que comercialmente presentan diferencias con respecto a su preparación tradicional, ya sea en ingredientes, utensilios, procesamiento, presentación, entre otros; que podemos hacer analogía a las diferencias entre la música vallenata comercial y a la tradicional que se promociona a través de concursos de festivales vallenatos, lo cual genera similitudes para incentivar iniciativas a nuevos eventos gastronómicos que pueden hacer sinergia con los eventos culturales y turísticos con los que contamos.
En los últimos años se ha empezado a ver de manera más recurrente ciertos eventos que promueven nuestra cultura gastronómica. Sin embargo, se ha centralizado más en la ciudad de Valledupar.
Precisamente, el pasado fin de semana la Alcaldía de Valledupar realizó la ‘Primera Feria de emprendimiento, Cultura y Turismo’ en los callejones del Centro Histórico, como una apuesta a la reactivación económica de la ciudad.
La alimentación hace parte central en fiestas, reuniones familiares y celebraciones de todo tipo, es imprescindible como seres sociables que somos. Así mismo, la gastronomía tiene un gran vínculo con el turismo, sector que impacta bastante en la generación de empleo e ingresos, por eso es tan importante fortalecer y preservar nuestra cultura gastronómica.
En el departamento hay mucho por hacer por nuestra cultura gastronómica, sería muy interesante convocar académicos, investigadores culturales y gastronómicos, para desarrollar investigaciones que permitan reconocer, valorar, preservar y divulgar las diferentes expresiones culinarias, recetas y platos típicos de la región, además de involucrar a las diversas comunidades existentes para una mejor apropiación de nuestra identidad gastronómica en los diferentes territorios del departamento.