En aras de fortalecer la autonomía, el autogobierno y las economías propias de los pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes en los municipios de Valledupar, Barrancas y Riohacha, se conformó la Alianza Interétnica para la Paz, un acuerdo entre la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados, Afrodes y la Organización Nacional Indígena de Colombia, Onic, con el apoyo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Usaid.

Según indicó Jaime Enrique Arias, alto consejero de la Alianza Interétnica, la oficialización del programa se llevó a cabo en el corregimiento de Chemesquemena, territorio Kankuamo. 

“Con esto le estamos apostando a contribuir a los acuerdos de paz, al ejercicio de liderazgo de las organizaciones indígenas y afrodescendientes. Buscamos generar una capacidad instalada en estas organizaciones para que ellas mismas sean actoras de sus propios desarrollos”, indicó Arias. 

De este modo, manifestó que en la reunión todas las entidades adquirieron el compromiso de apoyar las iniciativas que en el marco de la alianza se vayan ejecutando. “Buscamos fortalecer las cadenas de valor para que se puedan implementar estrategias de generación de ingresos y fortalecimiento socio-empresarial, todo esto es para mejorar la calidad de vida. En últimas, este es un ejercicio piloto de cómo se debe implementar el capítulo étnico en los acuerdos de paz”, puntualizó.