El 5 de agosto del presente año medios locales publicaron: “Asesinaron a un hombre en cercanías a la invasión Singapur, en Valledupar”; el 29 de julio pasado los medios titularon: “Otra balacera en la invasión Singapur”, y el 13 de mayo de mayo de este mismo año, los titulares señalaron: “Singapur: la invasión de Valledupar […]
El 5 de agosto del presente año medios locales publicaron: “Asesinaron a un hombre en cercanías a la invasión Singapur, en Valledupar”; el 29 de julio pasado los medios titularon: “Otra balacera en la invasión Singapur”, y el 13 de mayo de mayo de este mismo año, los titulares señalaron: “Singapur: la invasión de Valledupar sumergida en la violencia”.
Esta es la muestra que en nuestra ciudad existe una invasión dentro del casco urbano donde muchos de los hechos que suceden, además de violentos, se resuelven a bala y que hace un rato ya se calentó el ambiente. Lo que ahí sucede termina afectando a Valledupar en materia de seguridad.
Las ironías de la vida, Singapur, el de verdad, pasó de ser una isla pobre a uno de los países más ricos del mundo; mientras Singapur, el nuestro, corresponde a una invasión ubicada al noroccidente de Valledupar, que no encaja dentro de los barrios, sectores y urbanizaciones de Valledupar. ¿Dónde nace este problema urbano?¿Quién soluciona la problemática de esta invasión o asentamiento ilegal en Valledupar?
Singapur es una realidad en Valledupar, pregúntenle a la Policía, pregúntenle a la Alcaldía de Valledupar o incluso a la Dirección Regional de Fiscalía. Singapur, el nuestro, es difícil de ubicar en la clasificación por estratos en Valledupar, imposible de contar como un barrio, sector o urbanización en el perímetro urbano de Valledupar y casi que tampoco es tenida en cuenta dentro de la contabilidad de los barrios de invasión o asentamientos ilegales de esta ciudad. ¿En qué comuna está Singapur? También valdría la pena preguntarse: ¿Por qué se formó este barrio de invasión en Valledupar?
Preocupémonos, nuestra incapacidad desde lo público y desde lo privado evidencia que la planeación en términos urbanos se nos ha venido saliendo de las manos en los últimos años en Valledupar. Después de ojo afuera no hay Santa Lucía que valga.
Muchas veces la informalidad urbana e inseguridad son consecuencia de la pobreza y las dificultades de acceso al suelo urbano. También es claro que los acumulados de problemáticas sociales no se solucionan en un día.
Es más que claro que volverse un opinador de los problemas de seguridad en uno u otro sentido es facilísimo, pero enfrentarla con la implementación de estrategias en aras de erradicar la delincuencia se torna complejo, este ultimo es el rol que asumen las autoridades. Con un borrón y cuenta nueva en temas de seguridad, y para enfrentar la problemática de inseguridad que irradia la invasión Singapur, se debe aprovechar que la ciudad tiene un nuevo comandante de Policía, el mayor Elkin Peñaloza, que de la mano con el alcalde de Valledupar, José Santos Castro, y con el concurso del secretario de Gobierno municipal, deben trabajar en equipo. Para Castro y Peñaloza lo mejor es asumir la inseguridad de Singapur agarrados de la mano. Todo indica que así arrancaron.
Pensar que por su economía Singapur es considerado un tigre asiático; el tigre nuestro es un dolor de cabeza, entre otros aspectos en lo que se refiere a la inseguridad.
Tengamos presente que las Singapur no son solo un problema de Valledupar, en Barranquilla y su área metropolitana (Malambo, Galapa, Soledad y Puerto Colombia), el crecimiento de las invasiones en el ultimo año, tal como lo plasmó en un reciente análisis El Heraldo, es una bomba de tiempo sin desactivar. Techos indignos carentes de saneamiento básico.
El 5 de agosto del presente año medios locales publicaron: “Asesinaron a un hombre en cercanías a la invasión Singapur, en Valledupar”; el 29 de julio pasado los medios titularon: “Otra balacera en la invasión Singapur”, y el 13 de mayo de mayo de este mismo año, los titulares señalaron: “Singapur: la invasión de Valledupar […]
El 5 de agosto del presente año medios locales publicaron: “Asesinaron a un hombre en cercanías a la invasión Singapur, en Valledupar”; el 29 de julio pasado los medios titularon: “Otra balacera en la invasión Singapur”, y el 13 de mayo de mayo de este mismo año, los titulares señalaron: “Singapur: la invasión de Valledupar sumergida en la violencia”.
Esta es la muestra que en nuestra ciudad existe una invasión dentro del casco urbano donde muchos de los hechos que suceden, además de violentos, se resuelven a bala y que hace un rato ya se calentó el ambiente. Lo que ahí sucede termina afectando a Valledupar en materia de seguridad.
Las ironías de la vida, Singapur, el de verdad, pasó de ser una isla pobre a uno de los países más ricos del mundo; mientras Singapur, el nuestro, corresponde a una invasión ubicada al noroccidente de Valledupar, que no encaja dentro de los barrios, sectores y urbanizaciones de Valledupar. ¿Dónde nace este problema urbano?¿Quién soluciona la problemática de esta invasión o asentamiento ilegal en Valledupar?
Singapur es una realidad en Valledupar, pregúntenle a la Policía, pregúntenle a la Alcaldía de Valledupar o incluso a la Dirección Regional de Fiscalía. Singapur, el nuestro, es difícil de ubicar en la clasificación por estratos en Valledupar, imposible de contar como un barrio, sector o urbanización en el perímetro urbano de Valledupar y casi que tampoco es tenida en cuenta dentro de la contabilidad de los barrios de invasión o asentamientos ilegales de esta ciudad. ¿En qué comuna está Singapur? También valdría la pena preguntarse: ¿Por qué se formó este barrio de invasión en Valledupar?
Preocupémonos, nuestra incapacidad desde lo público y desde lo privado evidencia que la planeación en términos urbanos se nos ha venido saliendo de las manos en los últimos años en Valledupar. Después de ojo afuera no hay Santa Lucía que valga.
Muchas veces la informalidad urbana e inseguridad son consecuencia de la pobreza y las dificultades de acceso al suelo urbano. También es claro que los acumulados de problemáticas sociales no se solucionan en un día.
Es más que claro que volverse un opinador de los problemas de seguridad en uno u otro sentido es facilísimo, pero enfrentarla con la implementación de estrategias en aras de erradicar la delincuencia se torna complejo, este ultimo es el rol que asumen las autoridades. Con un borrón y cuenta nueva en temas de seguridad, y para enfrentar la problemática de inseguridad que irradia la invasión Singapur, se debe aprovechar que la ciudad tiene un nuevo comandante de Policía, el mayor Elkin Peñaloza, que de la mano con el alcalde de Valledupar, José Santos Castro, y con el concurso del secretario de Gobierno municipal, deben trabajar en equipo. Para Castro y Peñaloza lo mejor es asumir la inseguridad de Singapur agarrados de la mano. Todo indica que así arrancaron.
Pensar que por su economía Singapur es considerado un tigre asiático; el tigre nuestro es un dolor de cabeza, entre otros aspectos en lo que se refiere a la inseguridad.
Tengamos presente que las Singapur no son solo un problema de Valledupar, en Barranquilla y su área metropolitana (Malambo, Galapa, Soledad y Puerto Colombia), el crecimiento de las invasiones en el ultimo año, tal como lo plasmó en un reciente análisis El Heraldo, es una bomba de tiempo sin desactivar. Techos indignos carentes de saneamiento básico.