El otro procesado, Olfer Enrique Valencia Ibarra, no corrió con la misma suerte y fue declarado culpable de los delitos de homicidio agravado, secuestro simple y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego.
Sentido de fallo absolutorio emitió el Juzgado Segundo Penal del Circuito con Función de Conocimiento en favor de Juan Gabriel Zapata Munera, investigado por presuntamente participar en el triple crimen que planeó su hermano en la vereda La Aguacatera, del municipio de Agustín Codazzi.
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El juez Leonel Romero Ramírez consideró que la Fiscalía 17 seccional, representada por Fredy Alfonso Rivero Rasgo, no logró demostrar que el procesado hubiese estado en el sitio de los hechos en que fueron asesinadas las tres víctimas, ni que hubiese prestado su camioneta de manera premeditada para ser materializados.
“La camioneta utilizada era de Juan Gabriel Zapata y eso llevó a la Fiscalía a una inferencia razonable de su posible participación, sirvió para imputarle e imponerle medida, pero esa sola circunstancia no da lugar para entender más allá de toda duda razonable su participación en la conducta”, consideró Romero Ramírez.
Explicó que en el juicio se demostró la familiaridad que existía entre Julio César Zapata Munera, uno de los condenados por este caso, y Juan Gabriel Zapata, en el trato como hermanos, pese a ser tío y sobrino, respectivamente, abriendo la posibilidad de una posible complicidad, pero no obstante esa no se consiguió demostrar.
En ese sentido, el despacho concedió la razón a lo alegado por la defensa en cabeza del abogado penalista, Benjamín Jaimes Quintero, quien precisó anteriormente que el ente acusador había llevado a juicio a su prohijado basándose en dos hipótesis que carecían de características que lo vincularan con la materialidad de la conducta, dando lugar a la duda.
En consecuencia, el juzgado ordenó la boleta de libertad de Juan Gabriel Zapata, quien está privado de la libertad en la Penitenciaria de Máxima y Mediana Seguridad de Valledupar, conocida como ‘La Tramacúa’.
No obstante, Olfer Enrique Valencia Ibarra, no corrió con la misma suerte y fue declarado culpable de los delitos de homicidio agravado, secuestro simple y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego.
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Al respecto, el juez consideró que tuvo pruebas en su contra como la declaración de Javier Enrique Acosta Acuña, alias ‘El Negro’, un hombre que colaboró con la justicia para esclarecer el triple homicidio y está condenado por los mismos hechos.
“Él (Olfer Valencia) sabía el plan que se iba a ejecutar y cumplió entonces con su trabajo; no todos tenían que disparar, por eso existe una coparticipación criminal en donde responden como coautores. Esa ajenidad que muestra Olfer Valencia aparece sin sustento porque todas las pruebas lo incriminan como partícipe”, concluyó el administrador de justicia.
Entre las pruebas que develó la Fiscalía estuvieron los testimonios de los investigadores del caso, un perito forense y la declaración de Javier Enrique Acosta Acuña, entre otros.
Este largo proceso que la mañana del lunes vislumbró su finalización inició con la masacre que acabó con la vida del soldado profesional Edwin Salas Padilla y los ciudadanos Luciano Acosta Brito y Hamilton Soto Lora, quienes fueron secuestrados en una camioneta el 28 de marzo de 2017, cuando se veían un partido de fútbol de la selección Colombia en un establecimiento conocido como ‘La Neverita’.
Según la investigación, ellos fueron llevados a la vereda La Aguacatera, donde los acribillaron con arma de fuego y al día siguiente encontraron sus cuerpos.
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El resultado habría sido el resultado de un plan orquestado por Julio César Zapata Munera, que buscó vengarse de un robo que días antes le habían cometido. En ese sentido, presuntamente contrató los servicios de Javier Enrique Acosta Acuña y Olfer Enrique Valencia, para dar con el paradero de los ‘ladrones’ y matarlos.
POR: REDACCIÓN EL PILÓN.
El otro procesado, Olfer Enrique Valencia Ibarra, no corrió con la misma suerte y fue declarado culpable de los delitos de homicidio agravado, secuestro simple y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego.
Sentido de fallo absolutorio emitió el Juzgado Segundo Penal del Circuito con Función de Conocimiento en favor de Juan Gabriel Zapata Munera, investigado por presuntamente participar en el triple crimen que planeó su hermano en la vereda La Aguacatera, del municipio de Agustín Codazzi.
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El juez Leonel Romero Ramírez consideró que la Fiscalía 17 seccional, representada por Fredy Alfonso Rivero Rasgo, no logró demostrar que el procesado hubiese estado en el sitio de los hechos en que fueron asesinadas las tres víctimas, ni que hubiese prestado su camioneta de manera premeditada para ser materializados.
“La camioneta utilizada era de Juan Gabriel Zapata y eso llevó a la Fiscalía a una inferencia razonable de su posible participación, sirvió para imputarle e imponerle medida, pero esa sola circunstancia no da lugar para entender más allá de toda duda razonable su participación en la conducta”, consideró Romero Ramírez.
Explicó que en el juicio se demostró la familiaridad que existía entre Julio César Zapata Munera, uno de los condenados por este caso, y Juan Gabriel Zapata, en el trato como hermanos, pese a ser tío y sobrino, respectivamente, abriendo la posibilidad de una posible complicidad, pero no obstante esa no se consiguió demostrar.
En ese sentido, el despacho concedió la razón a lo alegado por la defensa en cabeza del abogado penalista, Benjamín Jaimes Quintero, quien precisó anteriormente que el ente acusador había llevado a juicio a su prohijado basándose en dos hipótesis que carecían de características que lo vincularan con la materialidad de la conducta, dando lugar a la duda.
En consecuencia, el juzgado ordenó la boleta de libertad de Juan Gabriel Zapata, quien está privado de la libertad en la Penitenciaria de Máxima y Mediana Seguridad de Valledupar, conocida como ‘La Tramacúa’.
No obstante, Olfer Enrique Valencia Ibarra, no corrió con la misma suerte y fue declarado culpable de los delitos de homicidio agravado, secuestro simple y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego.
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Al respecto, el juez consideró que tuvo pruebas en su contra como la declaración de Javier Enrique Acosta Acuña, alias ‘El Negro’, un hombre que colaboró con la justicia para esclarecer el triple homicidio y está condenado por los mismos hechos.
“Él (Olfer Valencia) sabía el plan que se iba a ejecutar y cumplió entonces con su trabajo; no todos tenían que disparar, por eso existe una coparticipación criminal en donde responden como coautores. Esa ajenidad que muestra Olfer Valencia aparece sin sustento porque todas las pruebas lo incriminan como partícipe”, concluyó el administrador de justicia.
Entre las pruebas que develó la Fiscalía estuvieron los testimonios de los investigadores del caso, un perito forense y la declaración de Javier Enrique Acosta Acuña, entre otros.
Este largo proceso que la mañana del lunes vislumbró su finalización inició con la masacre que acabó con la vida del soldado profesional Edwin Salas Padilla y los ciudadanos Luciano Acosta Brito y Hamilton Soto Lora, quienes fueron secuestrados en una camioneta el 28 de marzo de 2017, cuando se veían un partido de fútbol de la selección Colombia en un establecimiento conocido como ‘La Neverita’.
Según la investigación, ellos fueron llevados a la vereda La Aguacatera, donde los acribillaron con arma de fuego y al día siguiente encontraron sus cuerpos.
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El resultado habría sido el resultado de un plan orquestado por Julio César Zapata Munera, que buscó vengarse de un robo que días antes le habían cometido. En ese sentido, presuntamente contrató los servicios de Javier Enrique Acosta Acuña y Olfer Enrique Valencia, para dar con el paradero de los ‘ladrones’ y matarlos.
POR: REDACCIÓN EL PILÓN.