Teme por su vida Alexander Francisco Salas Pardo, un comerciante de 32 años, abogado de profesión, nacido en Valledupar, criado en el tradicional barrio San Joaquín, de esta misma ciudad, vive desde hace tres meses un drama por cuenta de un ‘tocayo’ que lo tiene con temor por su vida. Aunque los problemas generados por […]
Teme por su vida
Alexander Francisco Salas Pardo, un comerciante de 32 años, abogado de profesión, nacido en Valledupar, criado en el tradicional barrio San Joaquín, de esta misma ciudad, vive desde hace tres meses un drama por cuenta de un ‘tocayo’ que lo tiene con temor por su vida.
Aunque los problemas generados por su homónimo comenzaron en el mes de octubre pasado, Alexander Francisco Salas Pardo, confiesa que nunca había sentido tanto miedo como hasta ayer, cuando antes de las 8:00 de la mañana se disponía a iniciar sus labores diarias y sus vecinos le avisaron sobre un pasquín que revela varios nombres de supuestos delincuentes entre los que aparecía, Alex Salas, un menor de edad, habitante del sector del Divino Niño, que al parecer, está involucrado en varios delitos como atracos y hurtos a vivienda y al que se le advierte que actuarán contra él.
“El hecho que tengamos el primer nombre y el primer apellido iguales, no solo me tiene en una situación de zozobra, también tiene en riesgo mi integridad”, dijo.
El comerciante, afirmó que piensa cambiar de ciudad para evitar ser víctima de una equivocación por parte del supuesto grupo de limpieza que hizo circular el panfleto por la ciudad, en los últimos días de diciembre pasado.
Alexander Francisco, manifestó que el grupo de la Sijin de la Policía Seccional, en el mes de octubre pasado llegó hasta su casa, ubicada en la carrera 15 número 9-55 del San Joaquín, en su búsqueda, pero la vivienda estaba sola, “habíamos viajado a Patillal a pasear cuando llegamos los vecinos nos contaron lo ocurrido”, quien agregó que expuso su caso ante la Procuraduría al considerar que en el procedimiento que usó la autoridad al llegar a su casa, se presentaron anomalías, “no sé cómo ha evolucionado el caso”, puntualizó.
Entre las precauciones a las que se ha visto obligado a tomar Alexander Francisco Salas Pardo, está cortarse el cabello, disminuir los viajes que debido a su oficio de comerciante, hacía con frecuencia.
Además, en la tarde de ayer, gestionaría una solicitud de acompañamiento por parte de la Policía, al sentir que su vida está en inminente peligro.
Teme por su vida Alexander Francisco Salas Pardo, un comerciante de 32 años, abogado de profesión, nacido en Valledupar, criado en el tradicional barrio San Joaquín, de esta misma ciudad, vive desde hace tres meses un drama por cuenta de un ‘tocayo’ que lo tiene con temor por su vida. Aunque los problemas generados por […]
Teme por su vida
Alexander Francisco Salas Pardo, un comerciante de 32 años, abogado de profesión, nacido en Valledupar, criado en el tradicional barrio San Joaquín, de esta misma ciudad, vive desde hace tres meses un drama por cuenta de un ‘tocayo’ que lo tiene con temor por su vida.
Aunque los problemas generados por su homónimo comenzaron en el mes de octubre pasado, Alexander Francisco Salas Pardo, confiesa que nunca había sentido tanto miedo como hasta ayer, cuando antes de las 8:00 de la mañana se disponía a iniciar sus labores diarias y sus vecinos le avisaron sobre un pasquín que revela varios nombres de supuestos delincuentes entre los que aparecía, Alex Salas, un menor de edad, habitante del sector del Divino Niño, que al parecer, está involucrado en varios delitos como atracos y hurtos a vivienda y al que se le advierte que actuarán contra él.
“El hecho que tengamos el primer nombre y el primer apellido iguales, no solo me tiene en una situación de zozobra, también tiene en riesgo mi integridad”, dijo.
El comerciante, afirmó que piensa cambiar de ciudad para evitar ser víctima de una equivocación por parte del supuesto grupo de limpieza que hizo circular el panfleto por la ciudad, en los últimos días de diciembre pasado.
Alexander Francisco, manifestó que el grupo de la Sijin de la Policía Seccional, en el mes de octubre pasado llegó hasta su casa, ubicada en la carrera 15 número 9-55 del San Joaquín, en su búsqueda, pero la vivienda estaba sola, “habíamos viajado a Patillal a pasear cuando llegamos los vecinos nos contaron lo ocurrido”, quien agregó que expuso su caso ante la Procuraduría al considerar que en el procedimiento que usó la autoridad al llegar a su casa, se presentaron anomalías, “no sé cómo ha evolucionado el caso”, puntualizó.
Entre las precauciones a las que se ha visto obligado a tomar Alexander Francisco Salas Pardo, está cortarse el cabello, disminuir los viajes que debido a su oficio de comerciante, hacía con frecuencia.
Además, en la tarde de ayer, gestionaría una solicitud de acompañamiento por parte de la Policía, al sentir que su vida está en inminente peligro.