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Editorial - 21 junio, 2021

Nuestra educación: un kilómetro de amplitud y un centímetro de espesor

Siempre es bueno escuchar y leer las ideas de los que saben. Por eso resulta enriquecedora la entrevista que realizó el diario EL PAÍS  a Andreas Schleicher, director del área educativa de la OCDE. El diario lo califica como “el padre del informe PISA, la mayor y más influyente prueba educativa internacional”. El caso es que […]

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Siempre es bueno escuchar y leer las ideas de los que saben. Por eso resulta enriquecedora la entrevista que realizó el diario EL PAÍS  a Andreas Schleicher, director del área educativa de la OCDE. El diario lo califica como “el padre del informe PISA, la mayor y más influyente prueba educativa internacional”.

El caso es que este experto en educación, hablando sobre la reforma que enfrenta el sector educativo en España, criticó las formas como nos estamos educando.  “Hoy, la evaluación de los jóvenes no consiste simplemente en pedirles que reproduzcan lo que saben, sino en decirles: ¿puedes darle sentido a lo que sabes?, ¿puedes aplicar tus conocimientos?”, inicia.

Aunque se refería al sistema del país europeo también cae la crítica sobre nuestro sistema educativo, el cual tradicionalmente premia al estudiante que memoriza y no al que aplica. Esto, muchas veces, frena la creatividad de nuestros educandos y los hace monótonos, todo de memoria pero sin entender para qué y cómo usar ese conocimiento.

Luego comparte otra idea que repica en Colombia: “El actual currículo en España (también Colombia) tiene, digamos, un kilómetro de amplitud y un centímetro de espesor, y creo que no es bueno para los estudiantes. El futuro para España (nosotros añadimos que el de Colombia también) debería pasar por enseñar menos cosas, pero de forma más profunda, generando más compresión”.

Y es que se ha creído por años que entre más se enseñe mejor, sin preguntarse si los estudiantes alcanzan a comprender, no a memorizar sino a comprender y entender toda esa vasta información que se le lanza. Es claro, no es la cantidad de información y conocimiento que se comparte en las aulas, es la profundidad y  facilidad con que la reciban los estudiantes, que tengan la capacidad de transformar en acciones cada tema de los currículos.

Para eso es necesario que  más que “apilar muchos contenidos de Física y Química”, que el estudiante pueda pensar como un  científico, diseñar un experimento. He ahí el secreto de la transformación de nuestro sistema.

En España, por supuesto, esta reforma ha generado descontento en algunos sectores arraigados a lo tradicional. En Colombia no se ha iniciado siquiera la transformación. Pero debe Colombia dar el paso o al menos empezar a preparar el camino porque sería una oportunidad de desarrollo, entre otras cosas para disminuir las tasas de desempleo. Y es que el experto explica que actualmente, como “el sistema educativo está preparando para un mundo que ya no existe, entonces “hay mucha gente en España (nosotros agregamos que también en Colombia) que completa titulaciones universitarias avanzadas y tiene dificultades para encontrar un buen trabajo. Y al mismo tiempo, los empleadores españoles dicen que no encuentran a las personas con las habilidades que necesitan”. Es claro que la información enciclopédica, el conocer, el saber, se encuentra hoy digitalizado y al alcance automático del estudiante y de la gente, lo difícil es concatenarla con el saber hacer que tiene que ver con la aplicación de la vasta  información  disponible.

Editorial
21 junio, 2021

Nuestra educación: un kilómetro de amplitud y un centímetro de espesor

Siempre es bueno escuchar y leer las ideas de los que saben. Por eso resulta enriquecedora la entrevista que realizó el diario EL PAÍS  a Andreas Schleicher, director del área educativa de la OCDE. El diario lo califica como “el padre del informe PISA, la mayor y más influyente prueba educativa internacional”. El caso es que […]


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Siempre es bueno escuchar y leer las ideas de los que saben. Por eso resulta enriquecedora la entrevista que realizó el diario EL PAÍS  a Andreas Schleicher, director del área educativa de la OCDE. El diario lo califica como “el padre del informe PISA, la mayor y más influyente prueba educativa internacional”.

El caso es que este experto en educación, hablando sobre la reforma que enfrenta el sector educativo en España, criticó las formas como nos estamos educando.  “Hoy, la evaluación de los jóvenes no consiste simplemente en pedirles que reproduzcan lo que saben, sino en decirles: ¿puedes darle sentido a lo que sabes?, ¿puedes aplicar tus conocimientos?”, inicia.

Aunque se refería al sistema del país europeo también cae la crítica sobre nuestro sistema educativo, el cual tradicionalmente premia al estudiante que memoriza y no al que aplica. Esto, muchas veces, frena la creatividad de nuestros educandos y los hace monótonos, todo de memoria pero sin entender para qué y cómo usar ese conocimiento.

Luego comparte otra idea que repica en Colombia: “El actual currículo en España (también Colombia) tiene, digamos, un kilómetro de amplitud y un centímetro de espesor, y creo que no es bueno para los estudiantes. El futuro para España (nosotros añadimos que el de Colombia también) debería pasar por enseñar menos cosas, pero de forma más profunda, generando más compresión”.

Y es que se ha creído por años que entre más se enseñe mejor, sin preguntarse si los estudiantes alcanzan a comprender, no a memorizar sino a comprender y entender toda esa vasta información que se le lanza. Es claro, no es la cantidad de información y conocimiento que se comparte en las aulas, es la profundidad y  facilidad con que la reciban los estudiantes, que tengan la capacidad de transformar en acciones cada tema de los currículos.

Para eso es necesario que  más que “apilar muchos contenidos de Física y Química”, que el estudiante pueda pensar como un  científico, diseñar un experimento. He ahí el secreto de la transformación de nuestro sistema.

En España, por supuesto, esta reforma ha generado descontento en algunos sectores arraigados a lo tradicional. En Colombia no se ha iniciado siquiera la transformación. Pero debe Colombia dar el paso o al menos empezar a preparar el camino porque sería una oportunidad de desarrollo, entre otras cosas para disminuir las tasas de desempleo. Y es que el experto explica que actualmente, como “el sistema educativo está preparando para un mundo que ya no existe, entonces “hay mucha gente en España (nosotros agregamos que también en Colombia) que completa titulaciones universitarias avanzadas y tiene dificultades para encontrar un buen trabajo. Y al mismo tiempo, los empleadores españoles dicen que no encuentran a las personas con las habilidades que necesitan”. Es claro que la información enciclopédica, el conocer, el saber, se encuentra hoy digitalizado y al alcance automático del estudiante y de la gente, lo difícil es concatenarla con el saber hacer que tiene que ver con la aplicación de la vasta  información  disponible.