El caso sucedió el 28 de marzo de 2017 en la vereda La Aguacatera, donde mataron a balazos a las víctimas.
El largo proceso judicial que inició por el triple homicidio de tres jóvenes, entre esos un soldado, en el municipio de Agustín Codazzi, tuvo su primera fase final la tarde del martes. El juicio en el Juzgado Segundo Penal del Circuito con función de Conocimiento culminó con la audiencia de alegatos de conclusión, en la que la Fiscalía 17 seccional pidió que fueran condenados Juan Gabriel Zapata y Olfer Enrique Valencia Ibarra.
El representante del ente acusador, Freddy Rivero Rasgo, indicó que mediante sus pruebas pudo demostrar la teoría del caso en la que se le acusó a Juan Gabriel Zapata de facilitarle el carro a su hermano Julio César Zapata Munera para que raptaran a las víctimas y posteriormente las asesinaran, mientras que Olfer Valencia presuntamente se encargó de contactarlas y departir con ellas para entregarlas.
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Para llegar a esa apreciación la Fiscalía contó con uno de los confesos asesinos Javier Enrique Acosta Acuña, alias ‘El Negro’, quien contó que detrás de los asesinatos estuvo el comerciante Julio César Zapata por un robo que supuestamente las víctimas les habían cometido.
“En todo momento ‘El negro’ fue enfático en afirmar que Olfer Enrique Valencia fue la persona que, incluso lo contactó a él, para que buscara las personas que habían hurtado a Julio Zapata una pistola y dinero. Lo que efectivamente se había contactado con este y previamente en una cita en un billar invitaron a Edwin, Luciano y Hamilton para que Julio los conociera; cuando posteriormente ocurre la cita y van a irse del establecimiento ‘La Neverita’ fueron abordados por un sinnúmero de personas que con arma de fuego los obligaron a montarse en la camioneta”, acotó Rivero Rasgo.
Los hechos se registraron el 28 de marzo de 2017, en el marco de un partido de fútbol de la selección Colombia que se veían el soldado profesional, Edwin Salas Padilla, Luciano Acosta Brito y Hamilton Soto Lora, quienes a la fuerza fueron conducidos a zona rural de Codazzi.
Al día siguiente, 29 de marzo, los cuerpos de ellos son encontrados sin vida en la vereda La Aguacatera con más de siete impactos de bala cada uno.
Por su parte, el abogado Benjamín Jaimes Quintero, defensor de Juan Gabriel Zapata, insistió en que su prohijado es inocente de los cargos endilgados.
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“Desde el comienzo están determinados dos puntos primordiales en cabeza de la responsabilidad de Juan Gabriel Zapata: uno que la camioneta en la que se perpetró el hecho es de su propiedad y dos existe una relación de llamadas de la Fiscalía, los trajo como ‘caballo de batalla”, precisó el jurista, quien agregó que las llamadas carecían de varias características que las vincularan con la materialidad de la conductas punibles, mientras que sobre el carro demostraron que el hermano de Juan lo utilizaba.
Por estos hechos, ya están condenados Julio César Zapata Munera, con 40 años de prisión; y Javier Enrique Acosta Acuña, con una pena de 35 años y un mes de prisión. Ambos recibieron sentencia anticipada por allanarse a los cargos.
El caso sucedió el 28 de marzo de 2017 en la vereda La Aguacatera, donde mataron a balazos a las víctimas.
El largo proceso judicial que inició por el triple homicidio de tres jóvenes, entre esos un soldado, en el municipio de Agustín Codazzi, tuvo su primera fase final la tarde del martes. El juicio en el Juzgado Segundo Penal del Circuito con función de Conocimiento culminó con la audiencia de alegatos de conclusión, en la que la Fiscalía 17 seccional pidió que fueran condenados Juan Gabriel Zapata y Olfer Enrique Valencia Ibarra.
El representante del ente acusador, Freddy Rivero Rasgo, indicó que mediante sus pruebas pudo demostrar la teoría del caso en la que se le acusó a Juan Gabriel Zapata de facilitarle el carro a su hermano Julio César Zapata Munera para que raptaran a las víctimas y posteriormente las asesinaran, mientras que Olfer Valencia presuntamente se encargó de contactarlas y departir con ellas para entregarlas.
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Para llegar a esa apreciación la Fiscalía contó con uno de los confesos asesinos Javier Enrique Acosta Acuña, alias ‘El Negro’, quien contó que detrás de los asesinatos estuvo el comerciante Julio César Zapata por un robo que supuestamente las víctimas les habían cometido.
“En todo momento ‘El negro’ fue enfático en afirmar que Olfer Enrique Valencia fue la persona que, incluso lo contactó a él, para que buscara las personas que habían hurtado a Julio Zapata una pistola y dinero. Lo que efectivamente se había contactado con este y previamente en una cita en un billar invitaron a Edwin, Luciano y Hamilton para que Julio los conociera; cuando posteriormente ocurre la cita y van a irse del establecimiento ‘La Neverita’ fueron abordados por un sinnúmero de personas que con arma de fuego los obligaron a montarse en la camioneta”, acotó Rivero Rasgo.
Los hechos se registraron el 28 de marzo de 2017, en el marco de un partido de fútbol de la selección Colombia que se veían el soldado profesional, Edwin Salas Padilla, Luciano Acosta Brito y Hamilton Soto Lora, quienes a la fuerza fueron conducidos a zona rural de Codazzi.
Al día siguiente, 29 de marzo, los cuerpos de ellos son encontrados sin vida en la vereda La Aguacatera con más de siete impactos de bala cada uno.
Por su parte, el abogado Benjamín Jaimes Quintero, defensor de Juan Gabriel Zapata, insistió en que su prohijado es inocente de los cargos endilgados.
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“Desde el comienzo están determinados dos puntos primordiales en cabeza de la responsabilidad de Juan Gabriel Zapata: uno que la camioneta en la que se perpetró el hecho es de su propiedad y dos existe una relación de llamadas de la Fiscalía, los trajo como ‘caballo de batalla”, precisó el jurista, quien agregó que las llamadas carecían de varias características que las vincularan con la materialidad de la conductas punibles, mientras que sobre el carro demostraron que el hermano de Juan lo utilizaba.
Por estos hechos, ya están condenados Julio César Zapata Munera, con 40 años de prisión; y Javier Enrique Acosta Acuña, con una pena de 35 años y un mes de prisión. Ambos recibieron sentencia anticipada por allanarse a los cargos.