La muerte del hincha de Valledupar Fútbol Club, Daniel David Meza Movilla, de 21 años de edad, se produjo solamente por los fuertes golpes que sufrió en la cabeza y no con motivo también  a un disparo con arma de fuego como inicialmente se había conocido durante su deceso el 10 de junio de 2019 en la capital del Cesar.

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Así lo develaron en el marco del juicio oral en contra de Wocker Bula Araújo, el señalado responsable del crimen, quien está siendo procesado por el delito de homicidio agravado ante el Juzgado Cuarto Penal del Circuito con función de Conocimiento de la ciudad.

Un médico forense, que fungió como testigo de la Fiscalía 7 seccional, informó que al analizar el cadáver de la víctima notaron que presentaba traumas a nivel de cráneo, fractura en la parte frontal,  escoriaciones en el rostro y hematomas.

Explicó, además, que las lesiones coordinaban con el informe de los funcionarios judiciales que indicó que el asesinato se originó al parecer con un bate.

A su turno, un integrante de la Policía Judicial, que participó en el levantamiento del cuerpo junto con otros compañeros testificó que realizaron múltiples fotografías en las que quedaron registradas las heridas.  

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La muerte de Daniel David Meza se produjo en la Clínica Arenas tras ser remitido de otro centro asistencial.

EL CRIMEN

Los hechos sucedieron una día antes en la  urbanización Nando Marín, donde al parecer Daniel Meza protagonizó una riña con dos sujetos.

De acuerdo con los moradores de la zona, al parecer, los hombres agredieron a Meza en distintas partes del cuerpo con un bate de béisbol hasta dejarlo inconsciente, además habrían realizado un disparo.

Meza Movilla fue trasladado en un taxi hasta el hospitalito CDV del Eduardo Arredondo Daza, ubicado en el barrio Manantial, y tuvo que ser remitido a una clínica de mayor complejidad por la gravedad de las heridas en la cabeza. 

Él era conocido en el sector por hacer parte de la hinchada del Valledupar Fútbol Club.

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LA CAPTURA

Durante la investigación determinaron que Wocker Bula era el agresor, pero aparentemente emprendió la huida por fuera de la ciudad. Por eso hacía parte en el 2019 del cartel de los más buscados del Departamento de Policía Nacional.

Su captura se logró a inicios del mes de noviembre del mismo año en Ibagué, Tolima, donde llegaron los detectives del CTI de la Fiscalía.

Para la época fue judicializado ante un juez de control de garantías de la capital cesarense, el cual decidió en las audiencias preliminares cobijarlo con  medida de aseguramiento en centro carcelario. Desde entonces se encuentra privado de la libertad en la Cárcel Judicial.

POR: REDACCIÓN EL PILÓN.