Tomasa María Rojas Peña y el conductor Luis Darío Daza Hernández fueron imputados por los delitos de homicidio y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego.
Los ciudadanos residentes del sector que presenciaron el antes y después de la tragedia fueron pieza fundamentales para que la Fiscalía lograra que un juez impusiera una medida de aseguramiento en centro carcelario en contra de los dos detenidos, señalados de participar en el crimen de Natasha Escarlet Alvear Trujillo, en el barrio La Nevada de Valledupar.
La presunta homicida Tomasa María Rojas Peña, de 38 años de edad y el conductor Luis Darío Daza Hernández, de 20 años, fueron envidados a cárceles de la ciudad.
Lee aquí también: Los detalles que rodean el crimen de Natasha Alvear en La Nevada
Durante las audiencias preliminares, la Fiscalía reveló que un hombre que se encontraba sentado en la puerta de su casa, ubicada en una esquina del barrio La Nevada, observó la manera en que precipitadamente la mujer que disparó se subió al vehículo de servicio público que la esperaba justo en frente de su casa.
En la declaración, leída por la fiscal, el ciudadano aseguró que estaba esperando que un hermano llegara desde el municipio de Ocaña.
“Vi que un taxi, que no es de los que transitan acá en Valledupar, se dio la vuelta a la manzana y pensé en ese momento que mi hermano venía allí, que se había pasado de largo y dio la vuelta para llegar a la casa. Veo que el taxi se parqueó frente a la casa, que es de esquina, me levanto, miro al carro a ver si veía a mi hermano y cuando iba abrir la puerta se acercó corriendo una muchacha que vestía un pantalón negro, tapaboca negro y suéter oscuro que se iba quitando al llegar al taxi. El pelo lo tiene como tinturado de blanco o azul, llegó corriendo y abrió la puerta trasera del taxi; vi que se estaba metiendo un arma que no distinguí, pero era como una pistola”, leyó la representante del ente acusador.
El testigo puntualizó que la fémina venía corriendo como desde a mitad de cuadra y que alcanzó a notar que en el vehículo solo iban dos personas. Finalizó diciendo que al poco tiempo se enteró que en el sector mataron a una persona.
Las autoridades también recogieron el testimonio del cuñado de la víctima, quien manifestó que al momento del asesinato se encontraba en la sala con Natasha Escarlet Alvear, cuando notó que una persona se acercó a la casa localizada en la calle 5H con número 39-35 y disparó.
Agregó que no observó bien quién era, pero al rato miró a su cuñada tirada, por lo que pidió auxilio y al poco tiempo llegó la Policía para llevarla al hospital del barrio donde reportaron su muerte.
Algunos vecinos comunicaron a la Policía que era una mujer y alcanzaron a notar la placa del carro en la que emprendió la huida. Es así que mediante el plan candado los uniformados detuvieron el carro afiliado a una empresa del corregimiento de La Loma en la manzana cuatro del barrio Rafael Escalona.
Asimismo, los trasladaron al CAI de Garupal donde requisaron el carro y encontraron en un bolso manos libre y dos cartuchos que fueron incautados.
Por eso ambos fueron imputados por los delitos de homicidio y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego, de los cuales se declararon inocentes.
La familia del conductor ha sido enfática en decir que él es inocente y que solamente prestaba el servicio.
Durante las indagaciones también fue entrevistada la hermana de Natasha Alvear, quien afirmó que la víctima era intimidada por su excompañero sentimental, con quien vivió en una panadería en el corregimiento de La Loma, jurisdicción de El Paso.
“Ellos en el 2019 tuvieron un problema y se vino para Valledupar; comenzó a trabajar en otra panadería donde un amigo y él (su expareja) inició una persecución hacía ella y la amenazaba a cada rato”, dijo.
Explicó además que regresaron a vivir juntos, pero a finales del pasado mes de diciembre no aguantó los agravios y regresó a Valledupar. “Llegó con problemas psicológicos porque la maltrató y le llegó a pegar con una tabla en la espalda y mi hermana se la tapaba con las blusas”, puntualizó la femenina.
Entre tanto, el señalado Feder Andrés Rodríguez Zayas, se presentó al CTI de la Fiscalía asegurando que no conocía a los detenidos ni de denuncias en su contra por amenaza.
Lo anterior porque la presunta asesina habría llegado desde La Loma donde residía para cometer el crimen.
Tomasa María Rojas Peña y el conductor Luis Darío Daza Hernández fueron imputados por los delitos de homicidio y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego.
Los ciudadanos residentes del sector que presenciaron el antes y después de la tragedia fueron pieza fundamentales para que la Fiscalía lograra que un juez impusiera una medida de aseguramiento en centro carcelario en contra de los dos detenidos, señalados de participar en el crimen de Natasha Escarlet Alvear Trujillo, en el barrio La Nevada de Valledupar.
La presunta homicida Tomasa María Rojas Peña, de 38 años de edad y el conductor Luis Darío Daza Hernández, de 20 años, fueron envidados a cárceles de la ciudad.
Lee aquí también: Los detalles que rodean el crimen de Natasha Alvear en La Nevada
Durante las audiencias preliminares, la Fiscalía reveló que un hombre que se encontraba sentado en la puerta de su casa, ubicada en una esquina del barrio La Nevada, observó la manera en que precipitadamente la mujer que disparó se subió al vehículo de servicio público que la esperaba justo en frente de su casa.
En la declaración, leída por la fiscal, el ciudadano aseguró que estaba esperando que un hermano llegara desde el municipio de Ocaña.
“Vi que un taxi, que no es de los que transitan acá en Valledupar, se dio la vuelta a la manzana y pensé en ese momento que mi hermano venía allí, que se había pasado de largo y dio la vuelta para llegar a la casa. Veo que el taxi se parqueó frente a la casa, que es de esquina, me levanto, miro al carro a ver si veía a mi hermano y cuando iba abrir la puerta se acercó corriendo una muchacha que vestía un pantalón negro, tapaboca negro y suéter oscuro que se iba quitando al llegar al taxi. El pelo lo tiene como tinturado de blanco o azul, llegó corriendo y abrió la puerta trasera del taxi; vi que se estaba metiendo un arma que no distinguí, pero era como una pistola”, leyó la representante del ente acusador.
El testigo puntualizó que la fémina venía corriendo como desde a mitad de cuadra y que alcanzó a notar que en el vehículo solo iban dos personas. Finalizó diciendo que al poco tiempo se enteró que en el sector mataron a una persona.
Las autoridades también recogieron el testimonio del cuñado de la víctima, quien manifestó que al momento del asesinato se encontraba en la sala con Natasha Escarlet Alvear, cuando notó que una persona se acercó a la casa localizada en la calle 5H con número 39-35 y disparó.
Agregó que no observó bien quién era, pero al rato miró a su cuñada tirada, por lo que pidió auxilio y al poco tiempo llegó la Policía para llevarla al hospital del barrio donde reportaron su muerte.
Algunos vecinos comunicaron a la Policía que era una mujer y alcanzaron a notar la placa del carro en la que emprendió la huida. Es así que mediante el plan candado los uniformados detuvieron el carro afiliado a una empresa del corregimiento de La Loma en la manzana cuatro del barrio Rafael Escalona.
Asimismo, los trasladaron al CAI de Garupal donde requisaron el carro y encontraron en un bolso manos libre y dos cartuchos que fueron incautados.
Por eso ambos fueron imputados por los delitos de homicidio y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego, de los cuales se declararon inocentes.
La familia del conductor ha sido enfática en decir que él es inocente y que solamente prestaba el servicio.
Durante las indagaciones también fue entrevistada la hermana de Natasha Alvear, quien afirmó que la víctima era intimidada por su excompañero sentimental, con quien vivió en una panadería en el corregimiento de La Loma, jurisdicción de El Paso.
“Ellos en el 2019 tuvieron un problema y se vino para Valledupar; comenzó a trabajar en otra panadería donde un amigo y él (su expareja) inició una persecución hacía ella y la amenazaba a cada rato”, dijo.
Explicó además que regresaron a vivir juntos, pero a finales del pasado mes de diciembre no aguantó los agravios y regresó a Valledupar. “Llegó con problemas psicológicos porque la maltrató y le llegó a pegar con una tabla en la espalda y mi hermana se la tapaba con las blusas”, puntualizó la femenina.
Entre tanto, el señalado Feder Andrés Rodríguez Zayas, se presentó al CTI de la Fiscalía asegurando que no conocía a los detenidos ni de denuncias en su contra por amenaza.
Lo anterior porque la presunta asesina habría llegado desde La Loma donde residía para cometer el crimen.