Para ahondar un poco más sobre este tema, que ha sido motivo del editorial de nuestro periódico El Pilón el día miércoles 14 del presente mes y año, es preciso anotar algunos conocimientos que tenemos sobre la consultoría que se firmó el 22 de mayo de 2014 entre Corpocesar y el Consorcio Ecoparque Río Guatapurí […]
Para ahondar un poco más sobre este tema, que ha sido motivo del editorial de nuestro periódico El Pilón el día miércoles 14 del presente mes y año, es preciso anotar algunos conocimientos que tenemos sobre la consultoría que se firmó el 22 de mayo de 2014 entre Corpocesar y el Consorcio Ecoparque Río Guatapurí por un valor aproximado a los mil millones de pesos y que tenía la misión de realizar los Estudios Técnicos Financieros y Diseños Arquitectónicos y Paisajísticos para la Ejecución del Proyecto denominado “Estudios y Diseños de Factibilidad para la Construcción del Eco-parque Río Guatapurí del Municipio de Valledupar-Cesar”.
El contrato anterior, se llevó a cabo teniendo en cuenta que se había vuelto recurrente la preocupación de los valduparenses por el continuo deterioro del río, debido al uso inadecuado de los recursos naturales en la cuenca baja en la cual se notaba prominentemente el deterioro ambiental del ecosistema por el incremento de actividades antrópicas, tales como la proliferación incontrolada de establecimientos comerciales, disposición inadecuada de residuos sólidos y vertimientos líquidos, el leñateo y la deforestación indiscriminada, trayendo como consecuencia la disminución de biodiversidad, proliferación de vectores, generación de olores, reducción del potencial eco-turístico del río Guatapurí, desestimando la conformación y mejoramiento de espacios aptos para la recreación y el esparcimiento de turistas y de la comunidad vallenata en armonía con los recursos naturales como también por el desconocimiento del potencial ambiental y por las prácticas turísticas insostenibles.
Así las cosas, la sociedad civil, los gobiernos departamental y municipal, lo mismo que el sector productivo y la Corporación Autónoma Regional (Corpocesar), se puede decir, han realizado innumerables campañas e iniciativas año tras año para la recuperación y conservación del río por lo menos en la parte baja; sin embargo, dicha problemática aún persistía, por lo que denotaba que esta estrategia no fue suficientemente efectiva para la recuperación, conservación y aprovechamiento de este ecosistema como espacio con fines eco-turísticos contemplativos y recreativos.
El contrato citado se desarrolló y fue recibido a plena satisfacción por la Corporación y de estos resultados obtenidos se le envió copia en su momento a la gobernación en cabeza de Francisco Ovalle y así se envió a la alcaldía, quienes desconocieron la importancia que podía tener el desarrollo de este proyecto eco-turístico que contenía y contiene grandes desarrollos a la altura de cualquier ciudad que quisiera desarrollarse en tal sentido. Los contenidos o diseños entregados son variados y bastante llamativos los cuales se pueden revisar para observar su interés, para lo cual nosotros consideramos deben ser tenidos en cuenta en otras iniciativas que se piensen desarrollar, con la seguridad que abarataría el estudio y propuesta de lo que se quiera hacer. Estos diseños están en los archivos de la Corporación como para consultarlos, consideramos que desarrollarlo implica una gruesa suma de dinero que podría ser objeto de una alianza pública privada.
Es de anotar, que los consultores para este contrato fueron los mismos que diseñaron, desarrollaron y creo que administran el bonito y exitoso Parque Nacional Chicamocha (Panachi), como quien dice, tenían la experiencia y buena presentación con anterioridad y la tecnología actualizada.
Por todo lo anterior, obedece este pronunciamiento o tema de esta columna del día de hoy, esperando sea tomada con el beneficio y esperanza de ser tenida en cuenta para evitar gastos innecesarios.
Para ahondar un poco más sobre este tema, que ha sido motivo del editorial de nuestro periódico El Pilón el día miércoles 14 del presente mes y año, es preciso anotar algunos conocimientos que tenemos sobre la consultoría que se firmó el 22 de mayo de 2014 entre Corpocesar y el Consorcio Ecoparque Río Guatapurí […]
Para ahondar un poco más sobre este tema, que ha sido motivo del editorial de nuestro periódico El Pilón el día miércoles 14 del presente mes y año, es preciso anotar algunos conocimientos que tenemos sobre la consultoría que se firmó el 22 de mayo de 2014 entre Corpocesar y el Consorcio Ecoparque Río Guatapurí por un valor aproximado a los mil millones de pesos y que tenía la misión de realizar los Estudios Técnicos Financieros y Diseños Arquitectónicos y Paisajísticos para la Ejecución del Proyecto denominado “Estudios y Diseños de Factibilidad para la Construcción del Eco-parque Río Guatapurí del Municipio de Valledupar-Cesar”.
El contrato anterior, se llevó a cabo teniendo en cuenta que se había vuelto recurrente la preocupación de los valduparenses por el continuo deterioro del río, debido al uso inadecuado de los recursos naturales en la cuenca baja en la cual se notaba prominentemente el deterioro ambiental del ecosistema por el incremento de actividades antrópicas, tales como la proliferación incontrolada de establecimientos comerciales, disposición inadecuada de residuos sólidos y vertimientos líquidos, el leñateo y la deforestación indiscriminada, trayendo como consecuencia la disminución de biodiversidad, proliferación de vectores, generación de olores, reducción del potencial eco-turístico del río Guatapurí, desestimando la conformación y mejoramiento de espacios aptos para la recreación y el esparcimiento de turistas y de la comunidad vallenata en armonía con los recursos naturales como también por el desconocimiento del potencial ambiental y por las prácticas turísticas insostenibles.
Así las cosas, la sociedad civil, los gobiernos departamental y municipal, lo mismo que el sector productivo y la Corporación Autónoma Regional (Corpocesar), se puede decir, han realizado innumerables campañas e iniciativas año tras año para la recuperación y conservación del río por lo menos en la parte baja; sin embargo, dicha problemática aún persistía, por lo que denotaba que esta estrategia no fue suficientemente efectiva para la recuperación, conservación y aprovechamiento de este ecosistema como espacio con fines eco-turísticos contemplativos y recreativos.
El contrato citado se desarrolló y fue recibido a plena satisfacción por la Corporación y de estos resultados obtenidos se le envió copia en su momento a la gobernación en cabeza de Francisco Ovalle y así se envió a la alcaldía, quienes desconocieron la importancia que podía tener el desarrollo de este proyecto eco-turístico que contenía y contiene grandes desarrollos a la altura de cualquier ciudad que quisiera desarrollarse en tal sentido. Los contenidos o diseños entregados son variados y bastante llamativos los cuales se pueden revisar para observar su interés, para lo cual nosotros consideramos deben ser tenidos en cuenta en otras iniciativas que se piensen desarrollar, con la seguridad que abarataría el estudio y propuesta de lo que se quiera hacer. Estos diseños están en los archivos de la Corporación como para consultarlos, consideramos que desarrollarlo implica una gruesa suma de dinero que podría ser objeto de una alianza pública privada.
Es de anotar, que los consultores para este contrato fueron los mismos que diseñaron, desarrollaron y creo que administran el bonito y exitoso Parque Nacional Chicamocha (Panachi), como quien dice, tenían la experiencia y buena presentación con anterioridad y la tecnología actualizada.
Por todo lo anterior, obedece este pronunciamiento o tema de esta columna del día de hoy, esperando sea tomada con el beneficio y esperanza de ser tenida en cuenta para evitar gastos innecesarios.