Nos preguntamos qué criterios debemos usar para evaluar un alcalde y su equipo de gobierno en la gestión del municipio y, cómo se evalúa a sí misma una administración, fuera de los sondeos o encuestas.
Nos preguntamos qué criterios debemos usar para evaluar un alcalde y su equipo de gobierno en la gestión del municipio y, cómo se evalúa a sí misma una administración, fuera de los sondeos o encuestas.
En la primera mitad de ésta década, entre el 2010 y el 2015, la capital contó con el programa ‘Valledupar cómo vamos’, VCV, una iniciativa que iniciaron en el 2003 la Casa Editorial El Tiempo, la Cámara de Comercio de Bogotá y la Fundación Corona, y que en el ámbito local fue una iniciativa de EL PILÓN y la Fundación Carboandes, que actuaba como líder coordinador, a la que se sumó Comfacesar, luego la FUAA y la Cámara de Comercio. Todas, entidades que contribuyeron financieramente a su desarrollo. Al final fallas en este aspecto dieron al traste con el programa. Es de anotar que se hacían aportes de entidades privadas o instituciones no vinculadas ni pertenecientes al sector público, para garantizar su independencia.
Ese programa consistía en una metodología, reconocida internacionalmente, de evaluación y seguimiento con base en indicadores objetivos (datos, estadísticas, registros), y subjetivos (encuestas de percepción ciudadanas, con más preguntas), sobre los diferentes tópicos y sectores de la gestión municipal. Un aspecto muy importante es que se hacía parte de una red de ciudades, las principales capitales departamentales (hoy son 15), que intercambiaban información, compartían sus indicadores y propuestas de mejora del programa y de los gobiernos locales.
Su contribución fue trascendental, era emocionante ver cómo en la evaluación periódica del Informe se hacía presente el alcalde y su gabinete, tomaban notas y hacían observaciones sobre el mismo; se sentían evaluados, no solo por la opinión ciudadana, reflejada en una seria encuesta, sino en los indicadores objetivos, de modo que se generaba una discusión con criterios y referentes independientes y profesionales. Cualquier deficiencia sectorial, o incluso en la imagen del mandatario, se recogía por los funcionarios como una oportunidad de progreso.
Es triste ver que al ‘Cómo Vamos’ llegamos mucho antes (fuimos el 7o) que Santa Marta y Montería, en la Costa, o Manizales o Cúcuta en el interior, y que se haya extendido a capitales como Quibdó. Eso explica, en parte, porqué la deslumbrante Valledupar ha caído en calidad de vida respecto a aquellas ciudades.
“La Red Colombiana de Ciudades nació con el propósito de generar información confiable, imparcial y comparable en torno a temas de calidad de vida urbana y participación ciudadana”, dice su web que recomendamos visitar al lector: redcomovamos.org.
Se procura que haya gobiernos efectivos y transparentes, así como de ciudadanías más informadas, responsables y participativas. La red reúne 21 iniciativas que agrupa 45 municipios del país, incluyendo 15 ciudades capitales y distritos.
Al recordar el VCV, y a quienes fueron sus directores Solyadira Rojas, José Gregorio Díaz y Gabriel Campillo, y a quienes más lo dinamizaron como Sonia Gómez Taboada y Ernesto Orozco, nos preguntamos si podríamos hacer algo para retomarlo.
Nos preguntamos qué criterios debemos usar para evaluar un alcalde y su equipo de gobierno en la gestión del municipio y, cómo se evalúa a sí misma una administración, fuera de los sondeos o encuestas.
Nos preguntamos qué criterios debemos usar para evaluar un alcalde y su equipo de gobierno en la gestión del municipio y, cómo se evalúa a sí misma una administración, fuera de los sondeos o encuestas.
En la primera mitad de ésta década, entre el 2010 y el 2015, la capital contó con el programa ‘Valledupar cómo vamos’, VCV, una iniciativa que iniciaron en el 2003 la Casa Editorial El Tiempo, la Cámara de Comercio de Bogotá y la Fundación Corona, y que en el ámbito local fue una iniciativa de EL PILÓN y la Fundación Carboandes, que actuaba como líder coordinador, a la que se sumó Comfacesar, luego la FUAA y la Cámara de Comercio. Todas, entidades que contribuyeron financieramente a su desarrollo. Al final fallas en este aspecto dieron al traste con el programa. Es de anotar que se hacían aportes de entidades privadas o instituciones no vinculadas ni pertenecientes al sector público, para garantizar su independencia.
Ese programa consistía en una metodología, reconocida internacionalmente, de evaluación y seguimiento con base en indicadores objetivos (datos, estadísticas, registros), y subjetivos (encuestas de percepción ciudadanas, con más preguntas), sobre los diferentes tópicos y sectores de la gestión municipal. Un aspecto muy importante es que se hacía parte de una red de ciudades, las principales capitales departamentales (hoy son 15), que intercambiaban información, compartían sus indicadores y propuestas de mejora del programa y de los gobiernos locales.
Su contribución fue trascendental, era emocionante ver cómo en la evaluación periódica del Informe se hacía presente el alcalde y su gabinete, tomaban notas y hacían observaciones sobre el mismo; se sentían evaluados, no solo por la opinión ciudadana, reflejada en una seria encuesta, sino en los indicadores objetivos, de modo que se generaba una discusión con criterios y referentes independientes y profesionales. Cualquier deficiencia sectorial, o incluso en la imagen del mandatario, se recogía por los funcionarios como una oportunidad de progreso.
Es triste ver que al ‘Cómo Vamos’ llegamos mucho antes (fuimos el 7o) que Santa Marta y Montería, en la Costa, o Manizales o Cúcuta en el interior, y que se haya extendido a capitales como Quibdó. Eso explica, en parte, porqué la deslumbrante Valledupar ha caído en calidad de vida respecto a aquellas ciudades.
“La Red Colombiana de Ciudades nació con el propósito de generar información confiable, imparcial y comparable en torno a temas de calidad de vida urbana y participación ciudadana”, dice su web que recomendamos visitar al lector: redcomovamos.org.
Se procura que haya gobiernos efectivos y transparentes, así como de ciudadanías más informadas, responsables y participativas. La red reúne 21 iniciativas que agrupa 45 municipios del país, incluyendo 15 ciudades capitales y distritos.
Al recordar el VCV, y a quienes fueron sus directores Solyadira Rojas, José Gregorio Díaz y Gabriel Campillo, y a quienes más lo dinamizaron como Sonia Gómez Taboada y Ernesto Orozco, nos preguntamos si podríamos hacer algo para retomarlo.