Tremendo jonronazo se anotaron los viejos jóvenes, sanos y fuertes: Rudolf, Humberto, Clara y Álvaro, al conseguir que la Juez Administrativa Seis de Bogotá, en una brillante y genial providencia tutelara sus derechos a salir a la calle cuando les de la gana y a la hora que quieran. Esa juez, la doctora Edith Alarcón, […]
Tremendo jonronazo se anotaron los viejos jóvenes, sanos y fuertes: Rudolf, Humberto, Clara y Álvaro, al conseguir que la Juez Administrativa Seis de Bogotá, en una brillante y genial providencia tutelara sus derechos a salir a la calle cuando les de la gana y a la hora que quieran. Esa juez, la doctora Edith Alarcón, aumentará la galería de los jueces más sabios que ha tenido el país con esa brillante decisión que con seguridad va a conducir a la muerte a muchos viejos, cuando siguiendo el ejemplo de sus colegas resuelvan hacer sentir sus canas rebeldes y enraizadas y se vuelquen a las calles con su sangre endulzada, su corazón averiado, operado de cáncer de próstata, sus riñones ajetreados, asmáticos, cegados y sordos a buscar lo que no se les ha perdido y el terrible gigante microscópico los enganche y se los lleve, no sin antes poner en aprietos a las clínicas y hospitales donde médicos impotentes los verán morir porque las UCI colapsaron y los ventiladores son insuficientes.
Eso le va a pasar, no a ellos, los gestores de esta genial idea, que son ricos y gozan de todas las comodidades en sus casas, quizás mansiones, sino a los locos que oigan su llamado. Respecto a mí, es como si ese fallo histórico no existiera, seguiré encerrado, para defender lo poco o mucho que me queda de vida, porque todavía me siento útil y le hago falta a mucha gente, eso sólo yo y ellos lo saben.
Otro logro, otro triunfo, esta vez de los de siempre, con el “Comandante Supremo” a la cabeza, pero en la sombra, que a través del inefable Tribunal Administrativo de Cundinamarca consiguieron que ordenara suspender la presencia de una misión especial del Ejército de EE. UU que se encuentra en el país, 53 soldados instructores especializados e inermes que van a invadir a Colombia y desde aquí van a derrocar al dictador Maduro, que a la larga como todos los maduros, se caen solos y podridos.
Da risa y produce también ganas de llorar, de ver como en vez de estar pendiente de buscar soluciones para resolver tantos problemas graves que tiene el país, lo que están es tratando de conseguir que EE. UU no nos siga ayudando en la lucha contra otro bicho letal: el narcotráfico. Eso es lo que buscan afanosamente, para que sigamos ostentando el denigrante título de ser los campeones mundiales en la producción de pericos, no verdes, sino blancos, que tanto les beneficia. Así contestó el Presidente Iván Duque, a las dos joyas jurídicas: “En ningún momento hemos pensado afectar las libertades de los ciudadanos por capricho, lo que hemos buscado es proteger sus vidas y su salud”. “La lucha contra el narcotráfico no se detiene y avanzamos con nuestros aliados internacionales, en campaña contra este flagelo”. Además, el Gobierno apeló esas “sabias” decisiones que creo no aguantan una brisita para caerse y ser revocadas. Ojalá sea así y rápido.
PD:
Felicitaciones al Dr. Frank Montero actual director de Comfacesar, por el apoyo que le viene dando a la cultura y patrocinar la impresión del interesante libro ‘Vallenatos del Mundo’, interesante obra literaria escrita por los jóvenes vallenatos Luis “Lucho” Barros Pavajeau y Andrés Sotomayor, para quienes también se extienden nuestras felicitaciones. Buen ejemplo querido Frank.
Señores inspectores de policía, Valledupar está sucio y los grandes lotes parecen rastrojos, donde zancudos y culebras cunden. Manos a la obra, o los limpian sus ricos propietarios o les cae una fuerte sanción.
Tremendo jonronazo se anotaron los viejos jóvenes, sanos y fuertes: Rudolf, Humberto, Clara y Álvaro, al conseguir que la Juez Administrativa Seis de Bogotá, en una brillante y genial providencia tutelara sus derechos a salir a la calle cuando les de la gana y a la hora que quieran. Esa juez, la doctora Edith Alarcón, […]
Tremendo jonronazo se anotaron los viejos jóvenes, sanos y fuertes: Rudolf, Humberto, Clara y Álvaro, al conseguir que la Juez Administrativa Seis de Bogotá, en una brillante y genial providencia tutelara sus derechos a salir a la calle cuando les de la gana y a la hora que quieran. Esa juez, la doctora Edith Alarcón, aumentará la galería de los jueces más sabios que ha tenido el país con esa brillante decisión que con seguridad va a conducir a la muerte a muchos viejos, cuando siguiendo el ejemplo de sus colegas resuelvan hacer sentir sus canas rebeldes y enraizadas y se vuelquen a las calles con su sangre endulzada, su corazón averiado, operado de cáncer de próstata, sus riñones ajetreados, asmáticos, cegados y sordos a buscar lo que no se les ha perdido y el terrible gigante microscópico los enganche y se los lleve, no sin antes poner en aprietos a las clínicas y hospitales donde médicos impotentes los verán morir porque las UCI colapsaron y los ventiladores son insuficientes.
Eso le va a pasar, no a ellos, los gestores de esta genial idea, que son ricos y gozan de todas las comodidades en sus casas, quizás mansiones, sino a los locos que oigan su llamado. Respecto a mí, es como si ese fallo histórico no existiera, seguiré encerrado, para defender lo poco o mucho que me queda de vida, porque todavía me siento útil y le hago falta a mucha gente, eso sólo yo y ellos lo saben.
Otro logro, otro triunfo, esta vez de los de siempre, con el “Comandante Supremo” a la cabeza, pero en la sombra, que a través del inefable Tribunal Administrativo de Cundinamarca consiguieron que ordenara suspender la presencia de una misión especial del Ejército de EE. UU que se encuentra en el país, 53 soldados instructores especializados e inermes que van a invadir a Colombia y desde aquí van a derrocar al dictador Maduro, que a la larga como todos los maduros, se caen solos y podridos.
Da risa y produce también ganas de llorar, de ver como en vez de estar pendiente de buscar soluciones para resolver tantos problemas graves que tiene el país, lo que están es tratando de conseguir que EE. UU no nos siga ayudando en la lucha contra otro bicho letal: el narcotráfico. Eso es lo que buscan afanosamente, para que sigamos ostentando el denigrante título de ser los campeones mundiales en la producción de pericos, no verdes, sino blancos, que tanto les beneficia. Así contestó el Presidente Iván Duque, a las dos joyas jurídicas: “En ningún momento hemos pensado afectar las libertades de los ciudadanos por capricho, lo que hemos buscado es proteger sus vidas y su salud”. “La lucha contra el narcotráfico no se detiene y avanzamos con nuestros aliados internacionales, en campaña contra este flagelo”. Además, el Gobierno apeló esas “sabias” decisiones que creo no aguantan una brisita para caerse y ser revocadas. Ojalá sea así y rápido.
PD:
Felicitaciones al Dr. Frank Montero actual director de Comfacesar, por el apoyo que le viene dando a la cultura y patrocinar la impresión del interesante libro ‘Vallenatos del Mundo’, interesante obra literaria escrita por los jóvenes vallenatos Luis “Lucho” Barros Pavajeau y Andrés Sotomayor, para quienes también se extienden nuestras felicitaciones. Buen ejemplo querido Frank.
Señores inspectores de policía, Valledupar está sucio y los grandes lotes parecen rastrojos, donde zancudos y culebras cunden. Manos a la obra, o los limpian sus ricos propietarios o les cae una fuerte sanción.