El pasado 25 de abril de 2020, la Oficina de Cultura de Valledupar, a través de la Resolución número 2 del presente año, abrió la convocatoria “La Cultura Va Versión Covid-19”, la cual tiene como objeto la destinación transitoria de los recursos de la contribución parafiscal de los espectáculos públicos de artes escénicas en el […]
El pasado 25 de abril de 2020, la Oficina de Cultura de Valledupar, a través de la Resolución número 2 del presente año, abrió la convocatoria “La Cultura Va Versión Covid-19”, la cual tiene como objeto la destinación transitoria de los recursos de la contribución parafiscal de los espectáculos públicos de artes escénicas en el municipio de Valledupar.
El propósito de esta convocatoria fue otorgar reconocimientos económicos (individuales y grupales) para actividades de creación, formación virtual, circulación y producción de espectáculos públicos de artes escénicas que pueden ser ejecutadas de manera ágil. Para esto se han destinado $ 999.000.000, de los cuales $ 334.800.000 se aplican a las propuestas de tipo individual.
Aunque esta convocatoria es generosa en cuanto a las condiciones de participación y la cantidad de recursos económicos para distribuir, varios colectivos de artistas han mostrado su inconformidad. Alegan que la convocatoria hace unas clasificaciones aritméticas que nada tienen que ver con sus necesidades y que no fueron tenidos en cuenta para el diseño de la misma. Asimismo, señalan que la convocatoria se contradijo cuando expresa que los trabajos artísticos se deben hacer exclusivamente desde las viviendas de los artistas, pero plantea como requisito la existencia de grupos de personas que no podrían reunirse para hacer su actividad debido al aislamiento obligatorio. En efecto, dicen que haber elaborado esta convocatoria casi como un ‘copy-paste’ de las del Ministerio de Cultura en condiciones normales, la hace inviable en tiempos del virus por las medidas restrictivas.
Parece haber una desconexión entre la Oficina de Cultura y varios colectivos de artistas. Urge que se creen unas mesas de trabajo para socializar las convocatorias, actual y futura, y resolver inquietudes. Los artistas y gestores culturales necesitan ser más oídos y recibir oportunidades de trabajo que les permitan mostrar sus expresiones artísticas y, a su vez, subsistir. En ese sentido, el jefe de la Oficina de Cultura, Carlos Liñán, joven capaz y honesto, deberá ejercer un liderazgo práctico. No son fáciles por las susceptibilidades que se generan, porque el gremio requiere un manejo político especial, no en el sentido de la política electoral o clientelista tradicional, sino de flexibilidad y la construcción de cesiones mutuas para derivar en acuerdos. Agotada ya está convocatoria, podrían hacerse otras, buscar la cofinanciación de Nación, y Gobernación, que también podría canalizar recursos con las posibilidades que ahora dio a las entidades territoriales el recién expedido Decreto de emergencia 678 de este 20 de mayo del Gobierno nacional.
Consideramos un acierto esa convocatoria para apoyar a los trabajadores de la cultura afectados por la crisis, pero si se brindan los adecuados canales de comunicación y entendimientos, sin prevenciones, esa gestión cultural del municipio será más eficaz.
El pasado 25 de abril de 2020, la Oficina de Cultura de Valledupar, a través de la Resolución número 2 del presente año, abrió la convocatoria “La Cultura Va Versión Covid-19”, la cual tiene como objeto la destinación transitoria de los recursos de la contribución parafiscal de los espectáculos públicos de artes escénicas en el […]
El pasado 25 de abril de 2020, la Oficina de Cultura de Valledupar, a través de la Resolución número 2 del presente año, abrió la convocatoria “La Cultura Va Versión Covid-19”, la cual tiene como objeto la destinación transitoria de los recursos de la contribución parafiscal de los espectáculos públicos de artes escénicas en el municipio de Valledupar.
El propósito de esta convocatoria fue otorgar reconocimientos económicos (individuales y grupales) para actividades de creación, formación virtual, circulación y producción de espectáculos públicos de artes escénicas que pueden ser ejecutadas de manera ágil. Para esto se han destinado $ 999.000.000, de los cuales $ 334.800.000 se aplican a las propuestas de tipo individual.
Aunque esta convocatoria es generosa en cuanto a las condiciones de participación y la cantidad de recursos económicos para distribuir, varios colectivos de artistas han mostrado su inconformidad. Alegan que la convocatoria hace unas clasificaciones aritméticas que nada tienen que ver con sus necesidades y que no fueron tenidos en cuenta para el diseño de la misma. Asimismo, señalan que la convocatoria se contradijo cuando expresa que los trabajos artísticos se deben hacer exclusivamente desde las viviendas de los artistas, pero plantea como requisito la existencia de grupos de personas que no podrían reunirse para hacer su actividad debido al aislamiento obligatorio. En efecto, dicen que haber elaborado esta convocatoria casi como un ‘copy-paste’ de las del Ministerio de Cultura en condiciones normales, la hace inviable en tiempos del virus por las medidas restrictivas.
Parece haber una desconexión entre la Oficina de Cultura y varios colectivos de artistas. Urge que se creen unas mesas de trabajo para socializar las convocatorias, actual y futura, y resolver inquietudes. Los artistas y gestores culturales necesitan ser más oídos y recibir oportunidades de trabajo que les permitan mostrar sus expresiones artísticas y, a su vez, subsistir. En ese sentido, el jefe de la Oficina de Cultura, Carlos Liñán, joven capaz y honesto, deberá ejercer un liderazgo práctico. No son fáciles por las susceptibilidades que se generan, porque el gremio requiere un manejo político especial, no en el sentido de la política electoral o clientelista tradicional, sino de flexibilidad y la construcción de cesiones mutuas para derivar en acuerdos. Agotada ya está convocatoria, podrían hacerse otras, buscar la cofinanciación de Nación, y Gobernación, que también podría canalizar recursos con las posibilidades que ahora dio a las entidades territoriales el recién expedido Decreto de emergencia 678 de este 20 de mayo del Gobierno nacional.
Consideramos un acierto esa convocatoria para apoyar a los trabajadores de la cultura afectados por la crisis, pero si se brindan los adecuados canales de comunicación y entendimientos, sin prevenciones, esa gestión cultural del municipio será más eficaz.