Alerta roja

El rompimiento del muro de contención ubicado en el Malecón del puerto fluvial de Gamarra, provocó que el ochenta por ciento de la cabecera municipal se inundara, principalmente la zona del comercio, que en cuestión de minutos quedó en medio de las aguas.
El rompimiento del muro de protección causó un caos en la población, y la noche del sábado la comunidad tuvo que salir corriendo de sus casas con niños en brazos y los pocos enseres que pudieron rescatar porque fue tanta el agua que entró al casco urbano, que en algunas viviendas alcanzaba casi un metro y medio de profundidad.
La mayoría de las familias fueron ubicadas en colegios y albergues temporales de la parte seca de Gamarra, mientras que otras se quedaron en sus viviendas inundadas porque no tenían a dónde ir.
Los comerciantes, por su parte, informaron que la fuerza de las aguas no les dio tiempo de sacar parte de su patrimonio, por lo que la mayoría de víveres, droguerías, depósitos de maíz, cemento, entre otros, quedaron bajo la inclemencia de las aguas que ayer habían subido 48 centímetros más.
Los organismos de socorro como la Defensa Civil, utilizaron varios implementos para sacar a las familias de la zona más críticas; familias que se resistían a salir argumentando que si dejaban sus casas solas podrían ser saqueadas por los delincuentes que aprovechan estas emergencias para hacer de las suyas.
Policía y Ejército, por su parte, llegaron a los sitios más críticos para ayudar a controlar el pánico de la comunidad que fue tomada por sorpresa por la fuerte corriente que colapsó el muro de contención.
“Nosotros estábamos seguros de que íbamos a pasar la creciente sin inundarnos porque aparentemente todo estaba controlado, las murallas parecían ser resistentes a la creciente del río Magdalena y cuando menos lo esperábamos el muro de concreto del malecón no resistió más y cayó. Eso fue terrible porque en menos de 15 minutos el agua entró al pueblo y anegó todo el comercio y las casas de la zona céntrica del municipio”, añadió Javier Alarcón, habitante de Gamarra.
Ante la emergencia, los habitantes de la parte alta de Gamarra brindaron parte de sus viviendas para albergar a niños y mujeres embarazadas mientras la Alcaldía les ayuda a buscar un albergue seguro en donde puedan pasar estos días mientras disminuye la creciente.  En total, hay cerca de tres mil familias damnificadas.