Desde mi época escolar tengo presente en mi mente la tan repetida frase conocida a nivel mundial: “Habrás vivido al tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol “, del político, poeta y pensador cubano José Martí. Tener un hijo es lo más hermoso, es dar vida, y si es acordado entre el […]
Desde mi época escolar tengo presente en mi mente la tan repetida frase conocida a nivel mundial: “Habrás vivido al tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol “, del político, poeta y pensador cubano José Martí.
Tener un hijo es lo más hermoso, es dar vida, y si es acordado entre el hombre y la mujer mejor; la espera de nueve meses se convertirá en esperanzadora tanto para él como para ella, que lo lleva en su vientre. Recuerdo a un amigo al expresarme: “Estamos embarazados” al enterarse que su mujer esperaba un hijo.
Tener un hijo implica asumir responsabilidades desde su concepción hasta su emancipación y no se trata de traer hijos a éste mundo a sufrir; solo por tener hijos, sin pensar lo que exigirán. Un hijo, cambia la vida de sus progenitores. ¿Estas preparada (o)?. No pensar que cada hijo trae el pan debajo del brazo. Se deberá evaluar el momento preciso para tenerlo.
Al escribir un libro, un texto, una columna, estaremos plasmando algo vivido; además, que lo sentimos; quedará en la historia para que nos recuerden, edificará, ilustrará, orientará y cambiará la forma de pensar; dirigirá nuevos rumbos a muchos, ése es el propósito. Escribir un libro, implica llevar a impresión una forma de ser, pensar y actuar, plasmando ideas, historias, sentimientos; ubicando al lector dentro de los diversos escenarios reales, o imaginados y cautivándolo para que esté pendiente de su nuevo escrito.
Plantar un árbol, es sinónimo de sembrar vida, por todos los beneficios que brinda a la humanidad y a la naturaleza; ya que además de ofrecer sombra, purifica el aire, evita la erosión, regala sus frutos, madera, medicamentos. Plantar un árbol, y no sólo uno, es la consigna ante tanta deforestación que sucede en el país y no nos preocupamos.
Intrínsecamente el titular de este escrito significa haber vivido al realizarlas, podrán resultar muchas más y será la manera como dimensionamos nuestro entorno, vida y la de los demás. Solo de las mencionadas resultarán retos: ver crecer y desarrollarse a ese hijo, que el árbol produzca buenas cosechas y que el libro o escrito sea leído. Serán metas para que cada quien opte en materializarlas, llegado el momento que las alcance, pensará en ejecutar otras tres y tres más ,para que nos sigan motivando a vivir más. No serán límites. ¿Cuántas piensa cumplir? ¿Cuántas ha cumplido? De todas formas, son frases que nos hacen reflexionar en cualquier etapa de nuestras vidas. Si nos proponemos, dejaremos huella. Nuestra mente olvida, pero la tinta no se borrará, por muy fino que sea su trazo.
Podríamos pasar horas compartiendo las frases más motivadoras que mujeres y hombres han pronunciado por razón de su actividad u otras que las encontraremos en libros, discursos, revistas o que escuchamos en cualquier conversación amena. Creo firmemente que muchas cosas podemos obtener. Todo es cuestión de disposición y actitud, el mundo necesita gente que ame lo que hace. Como humanidad, saldremos cambiados luego de ésta cuarentena, claro está con más ganas de vivir.
Desde mi época escolar tengo presente en mi mente la tan repetida frase conocida a nivel mundial: “Habrás vivido al tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol “, del político, poeta y pensador cubano José Martí. Tener un hijo es lo más hermoso, es dar vida, y si es acordado entre el […]
Desde mi época escolar tengo presente en mi mente la tan repetida frase conocida a nivel mundial: “Habrás vivido al tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol “, del político, poeta y pensador cubano José Martí.
Tener un hijo es lo más hermoso, es dar vida, y si es acordado entre el hombre y la mujer mejor; la espera de nueve meses se convertirá en esperanzadora tanto para él como para ella, que lo lleva en su vientre. Recuerdo a un amigo al expresarme: “Estamos embarazados” al enterarse que su mujer esperaba un hijo.
Tener un hijo implica asumir responsabilidades desde su concepción hasta su emancipación y no se trata de traer hijos a éste mundo a sufrir; solo por tener hijos, sin pensar lo que exigirán. Un hijo, cambia la vida de sus progenitores. ¿Estas preparada (o)?. No pensar que cada hijo trae el pan debajo del brazo. Se deberá evaluar el momento preciso para tenerlo.
Al escribir un libro, un texto, una columna, estaremos plasmando algo vivido; además, que lo sentimos; quedará en la historia para que nos recuerden, edificará, ilustrará, orientará y cambiará la forma de pensar; dirigirá nuevos rumbos a muchos, ése es el propósito. Escribir un libro, implica llevar a impresión una forma de ser, pensar y actuar, plasmando ideas, historias, sentimientos; ubicando al lector dentro de los diversos escenarios reales, o imaginados y cautivándolo para que esté pendiente de su nuevo escrito.
Plantar un árbol, es sinónimo de sembrar vida, por todos los beneficios que brinda a la humanidad y a la naturaleza; ya que además de ofrecer sombra, purifica el aire, evita la erosión, regala sus frutos, madera, medicamentos. Plantar un árbol, y no sólo uno, es la consigna ante tanta deforestación que sucede en el país y no nos preocupamos.
Intrínsecamente el titular de este escrito significa haber vivido al realizarlas, podrán resultar muchas más y será la manera como dimensionamos nuestro entorno, vida y la de los demás. Solo de las mencionadas resultarán retos: ver crecer y desarrollarse a ese hijo, que el árbol produzca buenas cosechas y que el libro o escrito sea leído. Serán metas para que cada quien opte en materializarlas, llegado el momento que las alcance, pensará en ejecutar otras tres y tres más ,para que nos sigan motivando a vivir más. No serán límites. ¿Cuántas piensa cumplir? ¿Cuántas ha cumplido? De todas formas, son frases que nos hacen reflexionar en cualquier etapa de nuestras vidas. Si nos proponemos, dejaremos huella. Nuestra mente olvida, pero la tinta no se borrará, por muy fino que sea su trazo.
Podríamos pasar horas compartiendo las frases más motivadoras que mujeres y hombres han pronunciado por razón de su actividad u otras que las encontraremos en libros, discursos, revistas o que escuchamos en cualquier conversación amena. Creo firmemente que muchas cosas podemos obtener. Todo es cuestión de disposición y actitud, el mundo necesita gente que ame lo que hace. Como humanidad, saldremos cambiados luego de ésta cuarentena, claro está con más ganas de vivir.