Este episodio bíblico, según versados en el tema, recuerda la liberación del ser humano, puesto que es la derrota del pecado y de la muerte.
Con la conmemoración del Domingo de Resurrección o de Pascua las diferentes iglesias de la región, del resto del país y del mundo -tanto católicas como protestantes- recordaron ayer a través de misas y cultos virtuales el triunfo de Jesús sobre la muerte.
“En la historia de la salvación, después de la muerte de Jesús, él se levanta y amanece un nuevo día con el resplandor de su gloria, con la victoria sobre la muerte y el pecado. Es la manifestación más grande del amor de Dios, quien entregó a su hijo a la muerte para nuestra salvación, pero por encima de esto está la victoria y la promesa de una tierra nueva”, explicó el párroco Enrique Iceda.
De acuerdo con el presbítero, este episodio se puede aterrizar a la realidad que vive el mundo, donde prima la enfermedad y el miedo por cuenta del Covid-19, para vivir confiados en que el Señor transformará cada corazón para convertirlo en una nueva criatura, sustentado: “En este tiempo que afrontamos una pandemia con angustia, soledad, oscuridad y muerte tenemos la esperanza que amanecerá un día nuevo y como el lucero de la mañana rompió la oscuridad de la noche, así esperamos que este desierto pase y el Señor nos lleve, como dice en su palabra, a los pastos verdes de la vida”.
El mensaje que le extiende a los feligreses es que la resurrección implica que como cristianos se puede resucitar y convertirse en hombres nuevos. “Si seguimos los pasos de Dios, guiados de su mandato del amor, podemos alcanzar la resurrección”, recalcó.
Por su parte, el pastor de la iglesia Adoremos Comunidad Cristiana, Luis Coronado, percibe la resurrección como un hecho de esperanza y vida porque Jesús dio la vida por la humanidad para que pudiera existir un nuevo comienzo o una nueva oportunidad, con la esperanza que hay un mejor mañana y hay un futuro de bendición. “Cuando miramos a la cruz y la tumba vacía eso nos habla que Jesús murió en la cruz, pero resucitó para que tuviéramos esperanza en este día”, dijo.
Comentó que muchas personas toman este día como costumbre o tradición para ver películas de la historia de la biblia, enfatizando en el viacrucis y crucifixión de Jesús, pero recalcó que todo esto podía ser un espectáculo o un show si no se entiende el sacrificio de Cristo en la cruz, aseverando: “Muchos ven la cruz, pero hasta que no entiendan el beneficio de esta no podrán disfrutar lo que Dios tiene para su vida. Cuando entiendo que lo que hizo Cristo por la humanidad es un mensaje de redención, de salvación y de santificación podré disfrutar todas las bondades que tiene para mi vida. Es una buena oportunidad para recordar que hay esperanza en el mañana, en el futuro y en el presente”.
Al respecto, el pastor de la iglesia Centro Evangelístico Jesús es el Señor, Cejes, Ángel Flórez recalcó: “La resurrección del señor Jesucristo no es un accidente, es un propósito que empezó desde el huerto del Edén. En Génesis capítulo 3 versículo 15 dice que de la la mujer saldrá alguien que le pondrá la cabeza a la serpiente, con eso dijo un día: Yo mandaré a mi hijo Jesucristo al mundo para que liberte al género humano. Jesús en tres años de ministerio nos enseña lo que debemos hacer y se establece como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. El muere en la cruz, resucita y quienes están con él no sólo comprueban su resurrección sino la ascensión”.
La resurrección, según el líder espiritual, representa para el género humano oportunidad y la puerta que es la posibilidad para que todos entren al reino de los cielos. “Pero él estableció que solo llegarán aquellos que crean. Jesús vendrá y también resucitará a los muertos y quienes estén vivos se irán en el rapto de la iglesia. Hoy estamos ad portas de ese rapto porque se están cumpliendo muchas profecías de su venida como esta peste que hoy toca el mundo. Lo inminente es que estamos cerca del rapto y la gran tribulación. Hay que buscarlo ahora que podemos”, puntualizó.
Para el pastor de la Catedral del Reino, Mauricio Rocha, el plan y el objetivo de Jesús se ve consumado en este episodio. “Si el hijo de Dios hubiese venido a la tierra a predicar un buen mensaje a la tierra, a sanar los enfermos, morir y no resucitas, realmente la fe del cristianismo perdería sentido, y sería inútil; el apóstol Pablo dijo al respecto que seriamos los seres más desdichados de la tierra. Si no existiera la realidad de la resurrección no tendríamos donde apoyar la fe”, rememoró.
Enfatiza que la resurrección no es un hecho religioso ni pertenece a una iglesia, sino que es un hecho de Dios para la humanidad a través de la entrega de su hijo en la cruz del calvario, extendiendo a través de la muerte y la resurrección su gracia y favor, que abrieron el camino para que el ser humano -sin intermediarios- sino a través de la sangre de Jesús pudiera encontrarse con el padre celestial.
“Este hecho también es el reflejo del amor de Dios por la humanidad, donde va de la muerte a la vida, de la oscuridad a la luz, de la desesperanza a la fe, de la incertidumbre a la seguridad. Hoy la resurrección de Cristo cobra más sentido que en cualquier momento porque da luz, esperanza, dirección y fe al hombre que cree que lo ha perdido todo. Hoy nos da confianza que Dios es capaz de sostenernos en medio de la crisis que vivimos”, subrayó Rocha.
“En este tiempo que afrontamos una pandemia con angustia, soledad, oscuridad y muerte tenemos la esperanza que amanecerá un día nuevo y como el lucero de la mañana rompió la oscuridad de la noche, así esperamos que este desierto pase y el Señor nos lleve, como dice en su palabra, a los pastos verdes de la vida”: presbítero Enrique Iceda.
El papa Francisco desde el Vaticano invitó a mirar al resucitado, “que no es otro que el crucificado”, para “que sane las heridas de la humanidad desolada”. En este contexto, el obispo de Roma tuvo presente a los enfermos, a los que han fallecido y a las familias que lloran la muerte de sus seres queridos. “Hoy pienso sobre todo en los que han sido afectados directamente por el coronavirus y pido para ellos que el Señor de la vida y acoja consigo en su reino a los difuntos y dé consuelo y esperanza a quienes aún están atravesando la prueba, especialmente a los ancianos y a las personas que están en la soledad. Que conceda su consolación”. De igual manera, recordó al personal sanitario, a las autoridades y a todos los que trabajan en los servicios esenciales.
ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN [email protected]
Este episodio bíblico, según versados en el tema, recuerda la liberación del ser humano, puesto que es la derrota del pecado y de la muerte.
Con la conmemoración del Domingo de Resurrección o de Pascua las diferentes iglesias de la región, del resto del país y del mundo -tanto católicas como protestantes- recordaron ayer a través de misas y cultos virtuales el triunfo de Jesús sobre la muerte.
“En la historia de la salvación, después de la muerte de Jesús, él se levanta y amanece un nuevo día con el resplandor de su gloria, con la victoria sobre la muerte y el pecado. Es la manifestación más grande del amor de Dios, quien entregó a su hijo a la muerte para nuestra salvación, pero por encima de esto está la victoria y la promesa de una tierra nueva”, explicó el párroco Enrique Iceda.
De acuerdo con el presbítero, este episodio se puede aterrizar a la realidad que vive el mundo, donde prima la enfermedad y el miedo por cuenta del Covid-19, para vivir confiados en que el Señor transformará cada corazón para convertirlo en una nueva criatura, sustentado: “En este tiempo que afrontamos una pandemia con angustia, soledad, oscuridad y muerte tenemos la esperanza que amanecerá un día nuevo y como el lucero de la mañana rompió la oscuridad de la noche, así esperamos que este desierto pase y el Señor nos lleve, como dice en su palabra, a los pastos verdes de la vida”.
El mensaje que le extiende a los feligreses es que la resurrección implica que como cristianos se puede resucitar y convertirse en hombres nuevos. “Si seguimos los pasos de Dios, guiados de su mandato del amor, podemos alcanzar la resurrección”, recalcó.
Por su parte, el pastor de la iglesia Adoremos Comunidad Cristiana, Luis Coronado, percibe la resurrección como un hecho de esperanza y vida porque Jesús dio la vida por la humanidad para que pudiera existir un nuevo comienzo o una nueva oportunidad, con la esperanza que hay un mejor mañana y hay un futuro de bendición. “Cuando miramos a la cruz y la tumba vacía eso nos habla que Jesús murió en la cruz, pero resucitó para que tuviéramos esperanza en este día”, dijo.
Comentó que muchas personas toman este día como costumbre o tradición para ver películas de la historia de la biblia, enfatizando en el viacrucis y crucifixión de Jesús, pero recalcó que todo esto podía ser un espectáculo o un show si no se entiende el sacrificio de Cristo en la cruz, aseverando: “Muchos ven la cruz, pero hasta que no entiendan el beneficio de esta no podrán disfrutar lo que Dios tiene para su vida. Cuando entiendo que lo que hizo Cristo por la humanidad es un mensaje de redención, de salvación y de santificación podré disfrutar todas las bondades que tiene para mi vida. Es una buena oportunidad para recordar que hay esperanza en el mañana, en el futuro y en el presente”.
Al respecto, el pastor de la iglesia Centro Evangelístico Jesús es el Señor, Cejes, Ángel Flórez recalcó: “La resurrección del señor Jesucristo no es un accidente, es un propósito que empezó desde el huerto del Edén. En Génesis capítulo 3 versículo 15 dice que de la la mujer saldrá alguien que le pondrá la cabeza a la serpiente, con eso dijo un día: Yo mandaré a mi hijo Jesucristo al mundo para que liberte al género humano. Jesús en tres años de ministerio nos enseña lo que debemos hacer y se establece como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. El muere en la cruz, resucita y quienes están con él no sólo comprueban su resurrección sino la ascensión”.
La resurrección, según el líder espiritual, representa para el género humano oportunidad y la puerta que es la posibilidad para que todos entren al reino de los cielos. “Pero él estableció que solo llegarán aquellos que crean. Jesús vendrá y también resucitará a los muertos y quienes estén vivos se irán en el rapto de la iglesia. Hoy estamos ad portas de ese rapto porque se están cumpliendo muchas profecías de su venida como esta peste que hoy toca el mundo. Lo inminente es que estamos cerca del rapto y la gran tribulación. Hay que buscarlo ahora que podemos”, puntualizó.
Para el pastor de la Catedral del Reino, Mauricio Rocha, el plan y el objetivo de Jesús se ve consumado en este episodio. “Si el hijo de Dios hubiese venido a la tierra a predicar un buen mensaje a la tierra, a sanar los enfermos, morir y no resucitas, realmente la fe del cristianismo perdería sentido, y sería inútil; el apóstol Pablo dijo al respecto que seriamos los seres más desdichados de la tierra. Si no existiera la realidad de la resurrección no tendríamos donde apoyar la fe”, rememoró.
Enfatiza que la resurrección no es un hecho religioso ni pertenece a una iglesia, sino que es un hecho de Dios para la humanidad a través de la entrega de su hijo en la cruz del calvario, extendiendo a través de la muerte y la resurrección su gracia y favor, que abrieron el camino para que el ser humano -sin intermediarios- sino a través de la sangre de Jesús pudiera encontrarse con el padre celestial.
“Este hecho también es el reflejo del amor de Dios por la humanidad, donde va de la muerte a la vida, de la oscuridad a la luz, de la desesperanza a la fe, de la incertidumbre a la seguridad. Hoy la resurrección de Cristo cobra más sentido que en cualquier momento porque da luz, esperanza, dirección y fe al hombre que cree que lo ha perdido todo. Hoy nos da confianza que Dios es capaz de sostenernos en medio de la crisis que vivimos”, subrayó Rocha.
“En este tiempo que afrontamos una pandemia con angustia, soledad, oscuridad y muerte tenemos la esperanza que amanecerá un día nuevo y como el lucero de la mañana rompió la oscuridad de la noche, así esperamos que este desierto pase y el Señor nos lleve, como dice en su palabra, a los pastos verdes de la vida”: presbítero Enrique Iceda.
El papa Francisco desde el Vaticano invitó a mirar al resucitado, “que no es otro que el crucificado”, para “que sane las heridas de la humanidad desolada”. En este contexto, el obispo de Roma tuvo presente a los enfermos, a los que han fallecido y a las familias que lloran la muerte de sus seres queridos. “Hoy pienso sobre todo en los que han sido afectados directamente por el coronavirus y pido para ellos que el Señor de la vida y acoja consigo en su reino a los difuntos y dé consuelo y esperanza a quienes aún están atravesando la prueba, especialmente a los ancianos y a las personas que están en la soledad. Que conceda su consolación”. De igual manera, recordó al personal sanitario, a las autoridades y a todos los que trabajan en los servicios esenciales.
ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN [email protected]