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Columnista - 30 marzo, 2020

¿Será este el fin de Maduro?

La situación de Nicolás Maduro en Venezuela se complica con los cargos por narcotráfico que le acaba de imponer el gobierno de Donald Trump, quien se juega una carta muy dura en un año electoral y con el problema de la pandemia que sigue creciendo en EE. UU., sin que él tome las medidas adecuadas […]

Boton Wpp

La situación de Nicolás Maduro en Venezuela se complica con los cargos por narcotráfico que le acaba de imponer el gobierno de Donald Trump, quien se juega una carta muy dura en un año electoral y con el problema de la pandemia que sigue creciendo en EE. UU., sin que él tome las medidas adecuadas y donde ya las encuestas comienzan a desfavorecerlo. Esta semana el diario USA Today publicó una en la que pierde frente a Biden por 8 puntos y esto preocupa las huestes republicanas. Pero, ¿qué viene para Maduro? En su primera alocución se notó nervioso, buscando el respaldo popular que le dé moral a la tropa, esos cargos perturban hasta al más poderoso; además, una recompensa de 15 millones de dólares puede terminar minando el segundo anillo de poder, que podría entregar la cúpula, liberar a Venezuela de la dictadura y quedar con dinero para participar en la nueva estrategia política del país. Y si esto no funciona, ¿qué hará EE. UU.? Una intervención militar al estilo Noriega con desembarco de tropa sería una locura, que ni Trump consideraría en estos momentos, cuando atraviesa un momento crítico, con su economía en recesión debido a la pandemia. Aparte de que esto causaría un enfrentamiento regional porque el dictador venezolano no será un segundo Noriega al cual se llevaron sin disparar un solo tiro, en Venezuela hay colectivos armados y un ejército que, aunque precario, es fiel a la causa chavista y puede reaccionar, desencadenado un enfrentamiento, en el cual también saldría afectado Colombia, ya que Maduro afirma que Duque conspira contra su gobierno, lo cual sería aún más desastroso para la región y para la unidad histórica de dos pueblos hermanos; otra alternativa sería el asesinato de Maduro en un operativo con dron, igual que el del general Soleimani, en Irak, matar la cabeza y desarticular todo el cartel, pero también sería complicado, Maduro ahora se resguardará más y no volverá a salir en público, además, buscará de alguna manera responder, que puede ser capturando a Juan Guaidó por sus alianzas con el general Cliver Alcalá para meter presión y tratar de frenar una intervención, con una moneda de cambio, en una futura negociación con EE. UU. Algo clave será la posición que adopten Rusia y China, si respaldan a Maduro complicaría las cosas y fortalecería al dictador, quien sería la marioneta ideal de las dos potencias, sobre todo de China, por las tensiones con Trump, la guerra comercial y ahora el virus chino.

En este juego de guerra y poder, a Trump comienza a correrle el reloj; si Maduro no cae antes noviembre, su estrategia se cruza con las elecciones y puede generar desencanto en un Estado clave como Florida, que lo verán como un presidente que no pudo derrocar al dictador, como tampoco con Cuba, por lo tanto, podrían quitarle el respaldo. Lo que sí queda evidenciado es que cualquiera que sea la suerte de Maduro no será en el corto plazo, la pandemia se cruzó a su favor y puede alterar cualquier plan; mientras tanto, la situación humanitaria en Venezuela será más crítica, lo que costara muchas vidas, con afectación directa a Colombia porque la pandemia se extenderá por toda la frontera, causando una tragedia descomunal.

Columnista
30 marzo, 2020

¿Será este el fin de Maduro?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

La situación de Nicolás Maduro en Venezuela se complica con los cargos por narcotráfico que le acaba de imponer el gobierno de Donald Trump, quien se juega una carta muy dura en un año electoral y con el problema de la pandemia que sigue creciendo en EE. UU., sin que él tome las medidas adecuadas […]


La situación de Nicolás Maduro en Venezuela se complica con los cargos por narcotráfico que le acaba de imponer el gobierno de Donald Trump, quien se juega una carta muy dura en un año electoral y con el problema de la pandemia que sigue creciendo en EE. UU., sin que él tome las medidas adecuadas y donde ya las encuestas comienzan a desfavorecerlo. Esta semana el diario USA Today publicó una en la que pierde frente a Biden por 8 puntos y esto preocupa las huestes republicanas. Pero, ¿qué viene para Maduro? En su primera alocución se notó nervioso, buscando el respaldo popular que le dé moral a la tropa, esos cargos perturban hasta al más poderoso; además, una recompensa de 15 millones de dólares puede terminar minando el segundo anillo de poder, que podría entregar la cúpula, liberar a Venezuela de la dictadura y quedar con dinero para participar en la nueva estrategia política del país. Y si esto no funciona, ¿qué hará EE. UU.? Una intervención militar al estilo Noriega con desembarco de tropa sería una locura, que ni Trump consideraría en estos momentos, cuando atraviesa un momento crítico, con su economía en recesión debido a la pandemia. Aparte de que esto causaría un enfrentamiento regional porque el dictador venezolano no será un segundo Noriega al cual se llevaron sin disparar un solo tiro, en Venezuela hay colectivos armados y un ejército que, aunque precario, es fiel a la causa chavista y puede reaccionar, desencadenado un enfrentamiento, en el cual también saldría afectado Colombia, ya que Maduro afirma que Duque conspira contra su gobierno, lo cual sería aún más desastroso para la región y para la unidad histórica de dos pueblos hermanos; otra alternativa sería el asesinato de Maduro en un operativo con dron, igual que el del general Soleimani, en Irak, matar la cabeza y desarticular todo el cartel, pero también sería complicado, Maduro ahora se resguardará más y no volverá a salir en público, además, buscará de alguna manera responder, que puede ser capturando a Juan Guaidó por sus alianzas con el general Cliver Alcalá para meter presión y tratar de frenar una intervención, con una moneda de cambio, en una futura negociación con EE. UU. Algo clave será la posición que adopten Rusia y China, si respaldan a Maduro complicaría las cosas y fortalecería al dictador, quien sería la marioneta ideal de las dos potencias, sobre todo de China, por las tensiones con Trump, la guerra comercial y ahora el virus chino.

En este juego de guerra y poder, a Trump comienza a correrle el reloj; si Maduro no cae antes noviembre, su estrategia se cruza con las elecciones y puede generar desencanto en un Estado clave como Florida, que lo verán como un presidente que no pudo derrocar al dictador, como tampoco con Cuba, por lo tanto, podrían quitarle el respaldo. Lo que sí queda evidenciado es que cualquiera que sea la suerte de Maduro no será en el corto plazo, la pandemia se cruzó a su favor y puede alterar cualquier plan; mientras tanto, la situación humanitaria en Venezuela será más crítica, lo que costara muchas vidas, con afectación directa a Colombia porque la pandemia se extenderá por toda la frontera, causando una tragedia descomunal.