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Columnista - 25 marzo, 2020

El reto

“Ni el bien ni el mal son duraderos y siendo que el   mal ha durado tanto el bien debe de estar cerca”   El Quijote Después de un largo y tortuoso proceso, finalmente se cerró el día de hoy la subasta mediante la cual la Superintendencia de Servicios Públicos, después de haber intervenido y […]

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“Ni el bien ni el mal son duraderos y siendo que el

  mal ha durado tanto el bien debe de estar cerca”

  El Quijote

Después de un largo y tortuoso proceso, finalmente se cerró el día de hoy la subasta mediante la cual la Superintendencia de Servicios Públicos, después de haber intervenido y tomado posesión de Electricaribe con fines de liquidación, le buscaba reemplazo para operar el mercado del Caribe colombiano. Después de dos aplazamientos y ajustes al Reglamento de presentación de ofertas vinculantes, a falta de propuestas para asumir todo el mercado, las dos únicas empresas que pujaron hasta el final, EPM de Medellín y el Consorcio Energía de la Costa, asumirán el control de Caribe Mar y Caribe Sol, respectivamente.

Esta es una buena noticia para el Caribe y para el país, toda vez que lo que está en juego no es asunto de poca monta, de lo que se trata es de relevar a ELECTRICARIBE en la operación de red que sirve a 2.7 millones de usuarios, el 23% del mercado eléctrico del país, a riesgo de que si ello no salía bien se expondría al país todo a un riesgo sistémico de la prestación del servicio de electricidad.

Hay que reconocer que tanto el Gobierno Nacional como el Congreso de la República han hecho ingentes esfuerzos para hacer posible y viable una operación de red regional que permita que los nuevos operadores presten el servicio como lo manda la Ley eléctrica, con calidad, continuidad y eficiencia. El compromiso que asumirán estas dos empresas no es menor: dejar atrás la pesadilla en que se convirtió Electricaribe para sus agobiados usuarios y recobrar la confianza pérdida a causa de los continuos cortes, interrupciones y oscilaciones de voltaje.

Se dispuso por parte de la CREG, a través de la Resolución 010 del 30 de enero de un régimen transitorio especial en materia tarifaria, se les entrega la operación sin el lastre de las deudas y los pasivos que venía arrastrando ELECTRICARIBE, pues la Nación terminó asumiéndolos. A través de la intervención por parte de la Superintendencia se logró estabilizar la prestación del servicio. Pero, la mejoría sólo se verá cuando los dos nuevos operadores adelanten las inversiones a las que se comprometieron al hacer su apuesta por estos dos mercados: $5 billones por parte de EPM  y $3.7 billones por parte del Consorcio de la Costa.

Sólo resta que las empresas que ahora asumirán el control y la operación de estos dos mercados en los que se segmentó el mercado controlado y operado por ELECTRICARIBE estén a la altura del reto, en momentos en los que la región Caribe demanda una mayor confiabilidad y firmeza en la prestación del servicio de energía. Ello es tanto más necesario dada la creciente demanda de energía en la misma medida en la que más y más empresas se están relocalizando en su territorio.

Columnista
25 marzo, 2020

El reto

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Amylkar D. Acosta

“Ni el bien ni el mal son duraderos y siendo que el   mal ha durado tanto el bien debe de estar cerca”   El Quijote Después de un largo y tortuoso proceso, finalmente se cerró el día de hoy la subasta mediante la cual la Superintendencia de Servicios Públicos, después de haber intervenido y […]


“Ni el bien ni el mal son duraderos y siendo que el

  mal ha durado tanto el bien debe de estar cerca”

  El Quijote

Después de un largo y tortuoso proceso, finalmente se cerró el día de hoy la subasta mediante la cual la Superintendencia de Servicios Públicos, después de haber intervenido y tomado posesión de Electricaribe con fines de liquidación, le buscaba reemplazo para operar el mercado del Caribe colombiano. Después de dos aplazamientos y ajustes al Reglamento de presentación de ofertas vinculantes, a falta de propuestas para asumir todo el mercado, las dos únicas empresas que pujaron hasta el final, EPM de Medellín y el Consorcio Energía de la Costa, asumirán el control de Caribe Mar y Caribe Sol, respectivamente.

Esta es una buena noticia para el Caribe y para el país, toda vez que lo que está en juego no es asunto de poca monta, de lo que se trata es de relevar a ELECTRICARIBE en la operación de red que sirve a 2.7 millones de usuarios, el 23% del mercado eléctrico del país, a riesgo de que si ello no salía bien se expondría al país todo a un riesgo sistémico de la prestación del servicio de electricidad.

Hay que reconocer que tanto el Gobierno Nacional como el Congreso de la República han hecho ingentes esfuerzos para hacer posible y viable una operación de red regional que permita que los nuevos operadores presten el servicio como lo manda la Ley eléctrica, con calidad, continuidad y eficiencia. El compromiso que asumirán estas dos empresas no es menor: dejar atrás la pesadilla en que se convirtió Electricaribe para sus agobiados usuarios y recobrar la confianza pérdida a causa de los continuos cortes, interrupciones y oscilaciones de voltaje.

Se dispuso por parte de la CREG, a través de la Resolución 010 del 30 de enero de un régimen transitorio especial en materia tarifaria, se les entrega la operación sin el lastre de las deudas y los pasivos que venía arrastrando ELECTRICARIBE, pues la Nación terminó asumiéndolos. A través de la intervención por parte de la Superintendencia se logró estabilizar la prestación del servicio. Pero, la mejoría sólo se verá cuando los dos nuevos operadores adelanten las inversiones a las que se comprometieron al hacer su apuesta por estos dos mercados: $5 billones por parte de EPM  y $3.7 billones por parte del Consorcio de la Costa.

Sólo resta que las empresas que ahora asumirán el control y la operación de estos dos mercados en los que se segmentó el mercado controlado y operado por ELECTRICARIBE estén a la altura del reto, en momentos en los que la región Caribe demanda una mayor confiabilidad y firmeza en la prestación del servicio de energía. Ello es tanto más necesario dada la creciente demanda de energía en la misma medida en la que más y más empresas se están relocalizando en su territorio.