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Editorial - 16 noviembre, 2010

¿Y de Los Besotes, qué?

El Cesar es y seguirá siendo una región con vocación agropecuaria, a pesar de la importancia que ha tomado  el sector minero y el aumento de su peso en el Producto Interno Bruto (PIB) local y los ingresos por concepto de regalías para los municipios y el departamento en su conjunto. Por eso, hoy volvemos […]

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El Cesar es y seguirá siendo una región con vocación agropecuaria, a pesar de la importancia que ha tomado  el sector minero y el aumento de su peso en el Producto Interno Bruto (PIB) local y los ingresos por concepto de regalías para los municipios y el departamento en su conjunto.
Por eso, hoy volvemos a referirnos a una mala noticia para el departamento que – al parecer- pasó un poco desapercibida luego de la visita del Ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo Salazar, en días anteriores, cuando reconoció que Los Besotes no estaba en los planes del Gobierno del Presidente Santos y que él, en su concepto, era más partidario de los mini-distritos de riego, en lugar de un proyecto multipropósito de esta magnitud y –reiteró- que el proyecto de Ranchería se terminaba porque no se podía dejar sin concluir una obra de esas dimensiones…
Agradecemos la sinceridad del Ministro, pero consideramos un grave error del gobierno nacional engavetar, de nuevo, un proyecto de esta dimensión, tan necesario y vital para el desarrollo inmediato de Valledupar y el norte del Cesar. Los Besotes, señor Ministro, no es un proyecto caprichoso de un grupo de vallenatos y cesarenses, sino una necesidad sentida por todos y así queremos que lo entienda y comprenda el gobierno nacional.
Pero, tan lamentable como el anuncio del Ministro, ha sido el silencio de buena parte de nuestra clase dirigente; los gremios del sector agropecuario y el resto del sector privado han hecho mutis por foro, luego de las declaraciones de Restrepo Salazar.
Es conveniente y urgente un pronunciamiento conjunto sobre tan importante proyecto, por parte del sector privado regional, como también de los Congresistas del departamento del Cesar, el señor Alcalde y el Concejo de Valledupar; el Gobernador y la Asamblea departamental, que ante este tema deberían tener una posición unificada y sólida, por encima de las diferencias y los intereses de partido.
Los cesarenses no podemos claudicar con el tema de Los Besotes; por el contrario, es el momento oportuno para luchar por el mismo y lograr incluirlo en el Plan de Desarrollo, “Prosperidad Para Todos”, cuyas bases el gobierno, que esta semana cumple sus primeros cien días, ha dado a conocer recientemente.
Los Besotes es un proyecto multipropósito clave para garantizar el abastecimiento de agua para Valledupar y la zona norte del Cesar, pero también para mejorar la productividad agrícola y ganadera de esta zona del país. Hay que verlo con sentido futurista y de grandeza, no bajo el prisma egoísta en el sentido que sólo beneficiaría a unas pocas familias propietarias de los predios ubicados en su zona de influencia.
Con todo respeto por el señor Ministro, a quien apreciamos y admiramos tanto, con ese criterio en el país no se habrían adelantado otras obras como el mismo Metro de Medellín, el Aeropuerto de Ríonegro, o Transmilenio en Bogotá, para citar sólo algunas…
El costo de Los Besotes, estimados en cuatrocientos mil millones de pesos, aproximadamente, de los cuales Valledupar y el Cesar podrían financiar entre el cuarenta y el cincuenta por ciento, aproximadamente, no debe ser el obstáculo para una obra que traerá grandes beneficios a esta región del país.
Invitamos, nuevamente, a toda la clase dirigente de Valledupar y el Cesar, a cerrar filas en la defensa de Los Besotes, en la actual coyuntura, aprovechando los avances que sobre el mismo logró Rodolfo Campo Soto, durante su gestión al frente  del Incoder. Es el momento oportuno para hacerlo, reiteramos, insistiendo sobre la urgencia del mismo ante el propio Presidente de la República, Juan Manuel Santos, quien hasta ahora no ha tenido ningún gesto de agradecimiento con esta región del país, a la cual dice querer tanto. Obras son amores…

Editorial
16 noviembre, 2010

¿Y de Los Besotes, qué?

El Cesar es y seguirá siendo una región con vocación agropecuaria, a pesar de la importancia que ha tomado  el sector minero y el aumento de su peso en el Producto Interno Bruto (PIB) local y los ingresos por concepto de regalías para los municipios y el departamento en su conjunto. Por eso, hoy volvemos […]


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El Cesar es y seguirá siendo una región con vocación agropecuaria, a pesar de la importancia que ha tomado  el sector minero y el aumento de su peso en el Producto Interno Bruto (PIB) local y los ingresos por concepto de regalías para los municipios y el departamento en su conjunto.
Por eso, hoy volvemos a referirnos a una mala noticia para el departamento que – al parecer- pasó un poco desapercibida luego de la visita del Ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo Salazar, en días anteriores, cuando reconoció que Los Besotes no estaba en los planes del Gobierno del Presidente Santos y que él, en su concepto, era más partidario de los mini-distritos de riego, en lugar de un proyecto multipropósito de esta magnitud y –reiteró- que el proyecto de Ranchería se terminaba porque no se podía dejar sin concluir una obra de esas dimensiones…
Agradecemos la sinceridad del Ministro, pero consideramos un grave error del gobierno nacional engavetar, de nuevo, un proyecto de esta dimensión, tan necesario y vital para el desarrollo inmediato de Valledupar y el norte del Cesar. Los Besotes, señor Ministro, no es un proyecto caprichoso de un grupo de vallenatos y cesarenses, sino una necesidad sentida por todos y así queremos que lo entienda y comprenda el gobierno nacional.
Pero, tan lamentable como el anuncio del Ministro, ha sido el silencio de buena parte de nuestra clase dirigente; los gremios del sector agropecuario y el resto del sector privado han hecho mutis por foro, luego de las declaraciones de Restrepo Salazar.
Es conveniente y urgente un pronunciamiento conjunto sobre tan importante proyecto, por parte del sector privado regional, como también de los Congresistas del departamento del Cesar, el señor Alcalde y el Concejo de Valledupar; el Gobernador y la Asamblea departamental, que ante este tema deberían tener una posición unificada y sólida, por encima de las diferencias y los intereses de partido.
Los cesarenses no podemos claudicar con el tema de Los Besotes; por el contrario, es el momento oportuno para luchar por el mismo y lograr incluirlo en el Plan de Desarrollo, “Prosperidad Para Todos”, cuyas bases el gobierno, que esta semana cumple sus primeros cien días, ha dado a conocer recientemente.
Los Besotes es un proyecto multipropósito clave para garantizar el abastecimiento de agua para Valledupar y la zona norte del Cesar, pero también para mejorar la productividad agrícola y ganadera de esta zona del país. Hay que verlo con sentido futurista y de grandeza, no bajo el prisma egoísta en el sentido que sólo beneficiaría a unas pocas familias propietarias de los predios ubicados en su zona de influencia.
Con todo respeto por el señor Ministro, a quien apreciamos y admiramos tanto, con ese criterio en el país no se habrían adelantado otras obras como el mismo Metro de Medellín, el Aeropuerto de Ríonegro, o Transmilenio en Bogotá, para citar sólo algunas…
El costo de Los Besotes, estimados en cuatrocientos mil millones de pesos, aproximadamente, de los cuales Valledupar y el Cesar podrían financiar entre el cuarenta y el cincuenta por ciento, aproximadamente, no debe ser el obstáculo para una obra que traerá grandes beneficios a esta región del país.
Invitamos, nuevamente, a toda la clase dirigente de Valledupar y el Cesar, a cerrar filas en la defensa de Los Besotes, en la actual coyuntura, aprovechando los avances que sobre el mismo logró Rodolfo Campo Soto, durante su gestión al frente  del Incoder. Es el momento oportuno para hacerlo, reiteramos, insistiendo sobre la urgencia del mismo ante el propio Presidente de la República, Juan Manuel Santos, quien hasta ahora no ha tenido ningún gesto de agradecimiento con esta región del país, a la cual dice querer tanto. Obras son amores…