Haciendo alusión al refrán popular “Obras son amores, y no buenas razones” el cual significa explicitamente que el amor verdadero se expresa con acciones y no apenas con palabras, por bien fundadas que estén. Llevando este sabio dicho al plano material y refiriéndonos tangiblemente al macro proyecto denominado Centro Cultural de La Música Vallenata, en […]
Haciendo alusión al refrán popular “Obras son amores, y no buenas razones” el cual significa explicitamente que el amor verdadero se expresa con acciones y no apenas con palabras, por bien fundadas que estén. Llevando este sabio dicho al plano material y refiriéndonos tangiblemente al macro proyecto denominado Centro Cultural de La Música Vallenata, en sus siglas CCMV: cranear, visionar, proyectar una obra de tal dimensión, a mi parecer, en mi humilde opinión y según el concepto de muchos eruditos en la materia, indica totalmente que para “tirarse al hombro” tal edificación hay que tener mucho sentido de pertenencia por su región y unas ganas grandísimas de dejar una huella indeleble, porque según lo que tengo entendido no es cualquier cosa lo que se está proyectando hacer, sino una obra majestuosa y sobresaliente a nivel mundial y más que un regalo, un legado para nuestra tierra, tener la osadía y atreverse a realizar una obra con singulares características, única en el país, en donde los cesarenses y Colombia en general tendremos el orgullo de mostrar todo lo inherente a nuestra cultura bajo un mismo techo, un ambicioso y majestuoso proyecto arquitectónico, bien ubicado, objetivo, oportuno, un singular diseño vanguardista, un centro cultural y de convenciones que sería el verdadero ente que reúna y salvaguarde materialmente lo que la Unesco manifiesta en su declaratoria. El hecho que una prestigiosa firma española como lo es IDOM S.A.U Ingeniería y Consultoría, con su casa matriz en Bilbao, oficinas en las principales ciudades de España, filiales en 16 países, con trabajos en más de 30.000 proyectos en los cinco continentes. Con 45 oficinas presente en 20 países y proyectos realizados en 125 países, fueron encargados de realizar el diseño del Centro Cultural de la Música Vallenata, ya es prenda de garantía de dejar algo para la posteridad, pues la experiencia no se improvisa, y es que Luis Alberto Monsalvo gestor de esta noble aspiración, un gobernador visionario, tiene metido entre ceja y ceja realizar este propósito, y con la ayuda de Dios lo sacará adelante, una obra en donde todos seremos beneficiados, solo con mirar las romerías de turistas que se agolpan en los distintos monumentos inherentes al folclor, sacamos la conclusión o nos pone a pensar de cómo seria el flujo de visitantes a un macro museo en donde cómodamente, con tecnología virtual de punta, personas capacitadas y especializadas nos hagan un tour a locales y foráneos por todo el lugar, además teniendo en cuenta que su diseño exterior asemeja un árbol grande y frondoso, haciéndole apología al desarrollo ecológico y sostenible de nuestra región, en donde realmente quienes los visiten conozcan a fondo nuestra cultura y patrimonio, esto trae consigo progreso, ingresos a la ciudad y a la región, generación de empleo, emprendimiento, como conozco de nuestra cultura gastronómica, dado que soy investigador e historiador culinario, se que este gremio sería uno de los principales beneficiados, por eso desde un principio he estado dispuesto a ayudar en todo lo posible a que este sueño se cristalice, conozco el gobernador Monsalvo de toda la vida, una persona incisiva, persistente, disciplinada y capaz que tiene claro que el Cesar se beneficiaría ampliamente con este centro, sobre todo porque a todas luces lo necesitamos, hace falta, nuestra ciudad se lo merece y este es el momento indicado, todos los gremios, todas las fuerzas vivas del departamento e incluso del Caribe, sin importar estrato social, debemos apoyar esta causa necesaria, la creación del CCMV, valiosa obra que sin duda alguna se convertirá en uno de nuestros mayores patrimonios.
Haciendo alusión al refrán popular “Obras son amores, y no buenas razones” el cual significa explicitamente que el amor verdadero se expresa con acciones y no apenas con palabras, por bien fundadas que estén. Llevando este sabio dicho al plano material y refiriéndonos tangiblemente al macro proyecto denominado Centro Cultural de La Música Vallenata, en […]
Haciendo alusión al refrán popular “Obras son amores, y no buenas razones” el cual significa explicitamente que el amor verdadero se expresa con acciones y no apenas con palabras, por bien fundadas que estén. Llevando este sabio dicho al plano material y refiriéndonos tangiblemente al macro proyecto denominado Centro Cultural de La Música Vallenata, en sus siglas CCMV: cranear, visionar, proyectar una obra de tal dimensión, a mi parecer, en mi humilde opinión y según el concepto de muchos eruditos en la materia, indica totalmente que para “tirarse al hombro” tal edificación hay que tener mucho sentido de pertenencia por su región y unas ganas grandísimas de dejar una huella indeleble, porque según lo que tengo entendido no es cualquier cosa lo que se está proyectando hacer, sino una obra majestuosa y sobresaliente a nivel mundial y más que un regalo, un legado para nuestra tierra, tener la osadía y atreverse a realizar una obra con singulares características, única en el país, en donde los cesarenses y Colombia en general tendremos el orgullo de mostrar todo lo inherente a nuestra cultura bajo un mismo techo, un ambicioso y majestuoso proyecto arquitectónico, bien ubicado, objetivo, oportuno, un singular diseño vanguardista, un centro cultural y de convenciones que sería el verdadero ente que reúna y salvaguarde materialmente lo que la Unesco manifiesta en su declaratoria. El hecho que una prestigiosa firma española como lo es IDOM S.A.U Ingeniería y Consultoría, con su casa matriz en Bilbao, oficinas en las principales ciudades de España, filiales en 16 países, con trabajos en más de 30.000 proyectos en los cinco continentes. Con 45 oficinas presente en 20 países y proyectos realizados en 125 países, fueron encargados de realizar el diseño del Centro Cultural de la Música Vallenata, ya es prenda de garantía de dejar algo para la posteridad, pues la experiencia no se improvisa, y es que Luis Alberto Monsalvo gestor de esta noble aspiración, un gobernador visionario, tiene metido entre ceja y ceja realizar este propósito, y con la ayuda de Dios lo sacará adelante, una obra en donde todos seremos beneficiados, solo con mirar las romerías de turistas que se agolpan en los distintos monumentos inherentes al folclor, sacamos la conclusión o nos pone a pensar de cómo seria el flujo de visitantes a un macro museo en donde cómodamente, con tecnología virtual de punta, personas capacitadas y especializadas nos hagan un tour a locales y foráneos por todo el lugar, además teniendo en cuenta que su diseño exterior asemeja un árbol grande y frondoso, haciéndole apología al desarrollo ecológico y sostenible de nuestra región, en donde realmente quienes los visiten conozcan a fondo nuestra cultura y patrimonio, esto trae consigo progreso, ingresos a la ciudad y a la región, generación de empleo, emprendimiento, como conozco de nuestra cultura gastronómica, dado que soy investigador e historiador culinario, se que este gremio sería uno de los principales beneficiados, por eso desde un principio he estado dispuesto a ayudar en todo lo posible a que este sueño se cristalice, conozco el gobernador Monsalvo de toda la vida, una persona incisiva, persistente, disciplinada y capaz que tiene claro que el Cesar se beneficiaría ampliamente con este centro, sobre todo porque a todas luces lo necesitamos, hace falta, nuestra ciudad se lo merece y este es el momento indicado, todos los gremios, todas las fuerzas vivas del departamento e incluso del Caribe, sin importar estrato social, debemos apoyar esta causa necesaria, la creación del CCMV, valiosa obra que sin duda alguna se convertirá en uno de nuestros mayores patrimonios.