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Columnista - 10 febrero, 2020

Finlandia, referente en educación

No es que quiera comparar, pues siempre se ha pregonado que las comparaciones son odiosas, postulado que a mi juicio queda revaluado cuando estas ayudan a crecer en todos los campos del intelecto humano. “Viaje por uno de los mejores Sistemas Educativos del Mundo” es el registro de las redes sociales y medios tradicionales para […]

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No es que quiera comparar, pues siempre se ha pregonado que las comparaciones son odiosas, postulado que a mi juicio queda revaluado cuando estas ayudan a crecer en todos los campos del intelecto humano.

“Viaje por uno de los mejores Sistemas Educativos del Mundo” es el registro de las redes sociales y medios tradicionales para resaltar a Finlandia, noreste de Europa, como el gran referente en educación a nivel universal.

Allá la edad escolar inicia a los 7 años y no a los 2 como en Colombia, lo que aquí representa una tortura, un suplicio, una crueldad, al forzar al niño a madrugar  y atiborrarlo de tareas en casa, generalmente hechas por terceros, mientras que en el país nórdico son resueltas en el aula de clases con participación del alumno, sin sacrificar y esclavizar al padre de familia, y le queda tiempo al niño para jugar y realizar actividades extraescolares casi tan importantes para su desarrollo como la educación formal.

En Finlandia la mayor importancia la tiene el profesor, que no es satanizado ni estigmatizado, que mínimo requiere de un Magister en Educación para ejercer la profesión. Solo los mejores llegan a ser docentes, y de 10 que aspiran a estudiar pedagogía ingresa uno. Ser maestro en Finlandia es más difícil que convertirse en ingeniero o doctor, con una brecha salarial mínima, pues nadie se hace rico siendo educador.

Finlandia vive la era de la innovación tecnológica  en la que hay que saber aplicar lo que se sabe, verdadera esencia del aprendizaje, de ahí que obtenga los primeros puestos en una gran cantidad de indicadores mundiales, incluyendo educación, economía, competitividad,  derechos civiles, calidad de vida y desarrollo humano. Hoy no basta en saber más, porque cualquiera googlea y es un universo de conocimientos.

Copiar el modelo de Finlandia no afecta para nada el sistema educativo colombiano, por el contrario, lo robustece. “Lo bueno repite”, dice el refranero. No sobra entonces apropiarnos de los conocimientos y estudios de un país que arrasa en las temibles Pruebas PISA, sigla en inglés que traduce: evaluación internacional por alumno.

Recientemente Colombia se rajó en las Pruebas PISA, precedente que obliga a revisar la amarga experiencia para enmendar errores, y más en educación, por ser una sectorial sensible, escenario en el que no cabe la improvisación, pero en cambio hay espacios para lograr mejores estándares de calidad en uno de los sectores claves en el desarrollo y progreso de cualquier nación.

Columnista
10 febrero, 2020

Finlandia, referente en educación

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Miguel Aroca Yepez

No es que quiera comparar, pues siempre se ha pregonado que las comparaciones son odiosas, postulado que a mi juicio queda revaluado cuando estas ayudan a crecer en todos los campos del intelecto humano. “Viaje por uno de los mejores Sistemas Educativos del Mundo” es el registro de las redes sociales y medios tradicionales para […]


No es que quiera comparar, pues siempre se ha pregonado que las comparaciones son odiosas, postulado que a mi juicio queda revaluado cuando estas ayudan a crecer en todos los campos del intelecto humano.

“Viaje por uno de los mejores Sistemas Educativos del Mundo” es el registro de las redes sociales y medios tradicionales para resaltar a Finlandia, noreste de Europa, como el gran referente en educación a nivel universal.

Allá la edad escolar inicia a los 7 años y no a los 2 como en Colombia, lo que aquí representa una tortura, un suplicio, una crueldad, al forzar al niño a madrugar  y atiborrarlo de tareas en casa, generalmente hechas por terceros, mientras que en el país nórdico son resueltas en el aula de clases con participación del alumno, sin sacrificar y esclavizar al padre de familia, y le queda tiempo al niño para jugar y realizar actividades extraescolares casi tan importantes para su desarrollo como la educación formal.

En Finlandia la mayor importancia la tiene el profesor, que no es satanizado ni estigmatizado, que mínimo requiere de un Magister en Educación para ejercer la profesión. Solo los mejores llegan a ser docentes, y de 10 que aspiran a estudiar pedagogía ingresa uno. Ser maestro en Finlandia es más difícil que convertirse en ingeniero o doctor, con una brecha salarial mínima, pues nadie se hace rico siendo educador.

Finlandia vive la era de la innovación tecnológica  en la que hay que saber aplicar lo que se sabe, verdadera esencia del aprendizaje, de ahí que obtenga los primeros puestos en una gran cantidad de indicadores mundiales, incluyendo educación, economía, competitividad,  derechos civiles, calidad de vida y desarrollo humano. Hoy no basta en saber más, porque cualquiera googlea y es un universo de conocimientos.

Copiar el modelo de Finlandia no afecta para nada el sistema educativo colombiano, por el contrario, lo robustece. “Lo bueno repite”, dice el refranero. No sobra entonces apropiarnos de los conocimientos y estudios de un país que arrasa en las temibles Pruebas PISA, sigla en inglés que traduce: evaluación internacional por alumno.

Recientemente Colombia se rajó en las Pruebas PISA, precedente que obliga a revisar la amarga experiencia para enmendar errores, y más en educación, por ser una sectorial sensible, escenario en el que no cabe la improvisación, pero en cambio hay espacios para lograr mejores estándares de calidad en uno de los sectores claves en el desarrollo y progreso de cualquier nación.