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Columnista - 9 febrero, 2020

¡Un día feliz!

Un día feliz para la ganadería; para FEDEGÁN como su gremio cúpula; para el Ministerio de Agricultura y el ICA, y sobre todo, para los ganaderos: su esfuerzo y constancia han sido premiados: Colombia recuperó su estatus de libre de fiebre aftosa. Y por qué tanta felicidad, se preguntarán mis lectores no ganaderos y urbanos. […]

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Un día feliz para la ganadería; para FEDEGÁN como su gremio cúpula; para el Ministerio de Agricultura y el ICA, y sobre todo, para los ganaderos: su esfuerzo y constancia han sido premiados: Colombia recuperó su estatus de libre de fiebre aftosa.

Y por qué tanta felicidad, se preguntarán mis lectores no ganaderos y urbanos. Algo de historia: en 1994, cuando inició el Fondo Nacional del Ganado, creado gracias a la gestión de FEDEGÁN, una prioridad fue la erradicación de la fiebre aftosa, como compromiso internacional y puerta de acceso a los mercados externos.

En 1997, con gran aporte de FEDEGÁN, la Ley 395 declaró de interés nacional la erradicación de la enfermedad y creó el Programa Nacional para ello, a partir de una alianza entre FEDEGÁN – FNG, el Ministerio de Agricultura y el ICA.

Desde entonces se realizan dos ciclos de vacunación al año y, en 2001, recibimos la primera certificación para una zona libre de aftosa, hasta que, en 2009, completamos el mapa de Colombia como país libre con vacunación. Ese año también celebramos.

Continuamos vacunando para preservar tan valioso patrimonio, hasta 2018, cuando Colombia lo perdió, como resultado de las decisiones, no técnicas sino persecutorias, del gobierno Santos. Primero rescindió los convenios con FEDEGÁN para el manejo de la trazabilidad y las Guías de Movilización; luego le quitó la administración parafiscal, liquidó el Fondo del Ganado y desintegró el equipo técnico que logró la certificación y operaba el programa. Como resultado, se relajaron los controles y la falta de protección frente al contrabando produjo los brotes de 2017 y la pérdida del estatus en 2018.

Cuando hablo de “valioso patrimonio” no me refiero solo a su importancia, sino a su costo y esfuerzo. Ninguna entidad de salud ha sostenido un sistema masivo de vacunación durante 22 años, con dos ciclos anuales, coberturas del 96% y gran complejidad. La inversión, cercana a dos billones de pesos, ha sido de los ganaderos, a través del aporte al Fondo del Ganado y del pago de las dosis.

Dos veces al año, un ejército de 5.000 vacunadores llega a más de 600.000 predios a vacunar 27 millones de animales. Durante 2019 se aplicaron más de ¡60 millones de dosis!, incluyendo la revacunación en la zona de riesgo.
Un año después de que el presidente Duque le restauró a FEDEGÁN sus derechos en cumplimiento de la Ley 89/93, la misma que Santos violó, Colombia es otra vez libre de aftosa. Los ganaderos cumplimos; un logro que nos enorgullece, resultado de la constancia, y el compromiso. ¡Gracias, ganaderos de Colombia!

Mi reconocimiento a los 5.000 vacunadores anónimos que recorren el campo sin reparar en los riesgos, el clima o la inseguridad. Su esfuerzo valió la pena…

Nota bene. La experiencia y conocimiento del nuevo ministro de Agricultura, Rodolfo Enrique Zea, auguran éxitos en su gestión.

Columnista
9 febrero, 2020

¡Un día feliz!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Félix Lafaurie Rivera

Un día feliz para la ganadería; para FEDEGÁN como su gremio cúpula; para el Ministerio de Agricultura y el ICA, y sobre todo, para los ganaderos: su esfuerzo y constancia han sido premiados: Colombia recuperó su estatus de libre de fiebre aftosa. Y por qué tanta felicidad, se preguntarán mis lectores no ganaderos y urbanos. […]


Un día feliz para la ganadería; para FEDEGÁN como su gremio cúpula; para el Ministerio de Agricultura y el ICA, y sobre todo, para los ganaderos: su esfuerzo y constancia han sido premiados: Colombia recuperó su estatus de libre de fiebre aftosa.

Y por qué tanta felicidad, se preguntarán mis lectores no ganaderos y urbanos. Algo de historia: en 1994, cuando inició el Fondo Nacional del Ganado, creado gracias a la gestión de FEDEGÁN, una prioridad fue la erradicación de la fiebre aftosa, como compromiso internacional y puerta de acceso a los mercados externos.

En 1997, con gran aporte de FEDEGÁN, la Ley 395 declaró de interés nacional la erradicación de la enfermedad y creó el Programa Nacional para ello, a partir de una alianza entre FEDEGÁN – FNG, el Ministerio de Agricultura y el ICA.

Desde entonces se realizan dos ciclos de vacunación al año y, en 2001, recibimos la primera certificación para una zona libre de aftosa, hasta que, en 2009, completamos el mapa de Colombia como país libre con vacunación. Ese año también celebramos.

Continuamos vacunando para preservar tan valioso patrimonio, hasta 2018, cuando Colombia lo perdió, como resultado de las decisiones, no técnicas sino persecutorias, del gobierno Santos. Primero rescindió los convenios con FEDEGÁN para el manejo de la trazabilidad y las Guías de Movilización; luego le quitó la administración parafiscal, liquidó el Fondo del Ganado y desintegró el equipo técnico que logró la certificación y operaba el programa. Como resultado, se relajaron los controles y la falta de protección frente al contrabando produjo los brotes de 2017 y la pérdida del estatus en 2018.

Cuando hablo de “valioso patrimonio” no me refiero solo a su importancia, sino a su costo y esfuerzo. Ninguna entidad de salud ha sostenido un sistema masivo de vacunación durante 22 años, con dos ciclos anuales, coberturas del 96% y gran complejidad. La inversión, cercana a dos billones de pesos, ha sido de los ganaderos, a través del aporte al Fondo del Ganado y del pago de las dosis.

Dos veces al año, un ejército de 5.000 vacunadores llega a más de 600.000 predios a vacunar 27 millones de animales. Durante 2019 se aplicaron más de ¡60 millones de dosis!, incluyendo la revacunación en la zona de riesgo.
Un año después de que el presidente Duque le restauró a FEDEGÁN sus derechos en cumplimiento de la Ley 89/93, la misma que Santos violó, Colombia es otra vez libre de aftosa. Los ganaderos cumplimos; un logro que nos enorgullece, resultado de la constancia, y el compromiso. ¡Gracias, ganaderos de Colombia!

Mi reconocimiento a los 5.000 vacunadores anónimos que recorren el campo sin reparar en los riesgos, el clima o la inseguridad. Su esfuerzo valió la pena…

Nota bene. La experiencia y conocimiento del nuevo ministro de Agricultura, Rodolfo Enrique Zea, auguran éxitos en su gestión.