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Columnista - 11 enero, 2020

Evaluar y proyectar para proceder

Evaluar y proyectar para proceder debe ser el objetivo de iniciativas que nos lleven al progreso individual y colectivo, planteando la solución a la satisfacción de necesidades requeridas; un verdadero plan de acción que resuelva problemas. En el proyecto debemos tener en cuenta su ciclo, la fase inicial, planificar, ejecutar, seguimiento y control, por último, […]

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Evaluar y proyectar para proceder debe ser el objetivo de iniciativas que nos lleven al progreso individual y colectivo, planteando la solución a la satisfacción de necesidades requeridas; un verdadero plan de acción que resuelva problemas. En el proyecto debemos tener en cuenta su ciclo, la fase inicial, planificar, ejecutar, seguimiento y control, por último, el cierre.

En el transcurso de nuestras vidas por este mundo se hace necesario conocer la realidad de cómo estamos actuando. ¿Tenemos panorama para realizar un inventario y sacar un balance? Tendremos que sacar el tiempo y es necesario esos momentos de reflexión; cada quien decidirá ese instante y estimará si debe ser corto o largo; indudablemente saldrá de ahí un inventario, que fue lo que hicimos, que dejamos de hacer; por supuesto nos debemos cuestionar para que resulte un balance y que sirva para proyectarnos a futuro; nos podrá dejar alegrías o desaciertos de errores cometidos, buen proceder, fracasos o limitaciones.

Alguna vez hemos escuchado los tropezones hacen levantar los dedos. ¿Fue así? ¿Necesitamos que sucedan tropezones en nuestras vidas? ¿La continuidad de lo malo se puede dar? Sí ¿La continuidad de lo bueno se puede dar? También.

Afrontar y atender la vida de manera cotidiana no es tarea fácil, se presentarán los altibajos, no saldrá todo color de rosa; además, no es solo sortear la diversidad de problemas, grandes, medianos o pequeños en nuestras familias, también lo más complejos que recibiremos de nuestro entorno social o donde nos desempeñemos.

Diremos que somos un mundo que gira alrededor de otros mundos propensos a colisionar; es allí donde debe aparecer nuestro potencial para solucionar caso por caso y no dejar que se acumulen. A grandes males, grandes soluciones dicen por ahí.

Muchas personas se esfuerzan por obtener buenos balances que a la postre no dan con el objetivo o planes deseados, pueden sentirse derrotadas y quieren tirar la toalla; ese es el momento de análisis, de más reflexión y empeño. ¿Necesitamos dedicación y disciplina en nuestras vidas?.

Sí, claro que sí; es en esas circunstancias es que se deben proyectar metas a corto, mediano o largo plazo: sin metas no vamos a ninguna parte, o resultara como el refrán ¿Para dónde va Vicente? Para donde va la gente, seremos unas verdaderas veletas.

Establezcamos prioridades en nuestras vidas, claro está que sean realizables por nosotros. Debemos procurar estrechar familiaridad, amistad; ellos nos darán impulso y correctivos a lo que hacemos; por allí se dice quien oye consejos llega a viejo.

El propósito debe ser accionar y proyectar nuestras voluntades, exteriorizando actividades que nos arrojen balances exitosos; un buen balance sin afectar a nuestro semejante.

Responsables somos de nuestros actos, de allí que la evaluación y el control serán indispensable para corregir aquello que no encaje en nuestro recorrido por nuestro mundo; esos actos y planes nos pueden estar volviendo infelices y pasivos. Todo nuestro entorno merece ser evaluado con frecuencia y más el que nos corresponde; así resultará ese inventario de acciones y un mejor balance anual. ¿Usted ya lo hizo? ¿Qué espera?

Columnista
11 enero, 2020

Evaluar y proyectar para proceder

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jairo Franco Salas

Evaluar y proyectar para proceder debe ser el objetivo de iniciativas que nos lleven al progreso individual y colectivo, planteando la solución a la satisfacción de necesidades requeridas; un verdadero plan de acción que resuelva problemas. En el proyecto debemos tener en cuenta su ciclo, la fase inicial, planificar, ejecutar, seguimiento y control, por último, […]


Evaluar y proyectar para proceder debe ser el objetivo de iniciativas que nos lleven al progreso individual y colectivo, planteando la solución a la satisfacción de necesidades requeridas; un verdadero plan de acción que resuelva problemas. En el proyecto debemos tener en cuenta su ciclo, la fase inicial, planificar, ejecutar, seguimiento y control, por último, el cierre.

En el transcurso de nuestras vidas por este mundo se hace necesario conocer la realidad de cómo estamos actuando. ¿Tenemos panorama para realizar un inventario y sacar un balance? Tendremos que sacar el tiempo y es necesario esos momentos de reflexión; cada quien decidirá ese instante y estimará si debe ser corto o largo; indudablemente saldrá de ahí un inventario, que fue lo que hicimos, que dejamos de hacer; por supuesto nos debemos cuestionar para que resulte un balance y que sirva para proyectarnos a futuro; nos podrá dejar alegrías o desaciertos de errores cometidos, buen proceder, fracasos o limitaciones.

Alguna vez hemos escuchado los tropezones hacen levantar los dedos. ¿Fue así? ¿Necesitamos que sucedan tropezones en nuestras vidas? ¿La continuidad de lo malo se puede dar? Sí ¿La continuidad de lo bueno se puede dar? También.

Afrontar y atender la vida de manera cotidiana no es tarea fácil, se presentarán los altibajos, no saldrá todo color de rosa; además, no es solo sortear la diversidad de problemas, grandes, medianos o pequeños en nuestras familias, también lo más complejos que recibiremos de nuestro entorno social o donde nos desempeñemos.

Diremos que somos un mundo que gira alrededor de otros mundos propensos a colisionar; es allí donde debe aparecer nuestro potencial para solucionar caso por caso y no dejar que se acumulen. A grandes males, grandes soluciones dicen por ahí.

Muchas personas se esfuerzan por obtener buenos balances que a la postre no dan con el objetivo o planes deseados, pueden sentirse derrotadas y quieren tirar la toalla; ese es el momento de análisis, de más reflexión y empeño. ¿Necesitamos dedicación y disciplina en nuestras vidas?.

Sí, claro que sí; es en esas circunstancias es que se deben proyectar metas a corto, mediano o largo plazo: sin metas no vamos a ninguna parte, o resultara como el refrán ¿Para dónde va Vicente? Para donde va la gente, seremos unas verdaderas veletas.

Establezcamos prioridades en nuestras vidas, claro está que sean realizables por nosotros. Debemos procurar estrechar familiaridad, amistad; ellos nos darán impulso y correctivos a lo que hacemos; por allí se dice quien oye consejos llega a viejo.

El propósito debe ser accionar y proyectar nuestras voluntades, exteriorizando actividades que nos arrojen balances exitosos; un buen balance sin afectar a nuestro semejante.

Responsables somos de nuestros actos, de allí que la evaluación y el control serán indispensable para corregir aquello que no encaje en nuestro recorrido por nuestro mundo; esos actos y planes nos pueden estar volviendo infelices y pasivos. Todo nuestro entorno merece ser evaluado con frecuencia y más el que nos corresponde; así resultará ese inventario de acciones y un mejor balance anual. ¿Usted ya lo hizo? ¿Qué espera?