Mañana miércoles 1º de Enero del año 2020 se posesionan, conjuntamente como Gobernador del Departamento del Cesar, Luis Alberto Monsalvo Gnecco y Mello Castro González como alcalde de Valledupar. Ambos con evidente respaldo del voto popular.

Uno y otro no solo representan a las nuevas generaciones de activistas de la política nacional y regional sino hombres con comprobado liderazgo social y conocida sensibilidad de los problemas del Cesar y Valledupar. Todo indica que trabajaran armónicamente y con entusiasmo.

Se ofrecen empáticos. Garantía de interacción exitosa. El gobernador Monsalvo Gnecco vuelve a conducir los destinos del Departamento. Tiene experiencia administrativa y formación profesional. El alcalde Castro González está preparado para manejar una ciudad y un municipio problemático; tendrá éxito si tiene paciencia para escuchar y asumir rápidamente sus propias decisiones. Posee temple para hacerlo. Y mesura para lograrlo.

El experimentado Gobernador ha comprobadamente aportado al bienestar y desarrollo del Cesar y tiene preconcebido un modelo de forma de gobernar, por eso no improvisará sino que ejecutará lo que tiene de tiempo atrás diseñado y estructurado. Es un ejecutor; el documento 500 logros así lo comprueba.

Obvio requiere de un equipo de apoyo con perfiles de formación y ejecución sin dilaciones injustificadas que conjuguen con celeridad el verbo “hacer”.

El alcalde es objeto de expectativas con buena vibra del grueso de las gentes buenas de Valledupar. Ha de rodearse no de aduladores sino de gentes comprometidas con su plan de gobierno, buenos propósitos y transparentes prácticas institucionales.

Al interior de la Alcaldía hay visible desorden en las informaciones y en los procedimientos. Organizar la casa no será fácil pero no imposible. Se recalca con decisión, pero con serenidad y entereza. El Mello tiene cojones y actúa con respeto. El lema acuñado de campaña del Gobernador Monsalvo Gnecco “lo hizo bien y lo hará mejor” es una apuesta que él se inventó como reto personal para superar sus propios logros y para rápidamente concretar las obras en que hubo contratiempos. Se concentrará en superarse así mismo.

El alcalde Castro González advierte que llega a la alcaldía a “poner orden” porque tiene información que hubo desorden de variados ordenes y dimensiones que sin arrogancia escarbará para revelarlos para bien, no para perseguir al alcalde que sucede sino para delimitar las administraciones.

Ojalá no le copie lo de las redes sociales porque es fuente para las antipatías sobre todo cuando son ostentosamente desmesuradas. Monsalvo Gnecco y Castro González gobernantes para los nuevos tiempos. Conectados con las nuevas realidades pero que no dejarán que la agenda publica la manejen las cloacas de las redes sociales.

Las casas familiares de los nuevos gobernantes son tradicionalmente ejemplares y con donaires sociales. La ciudadanía respaldará a quienes gobernarán sin arribismos porque los dos tienen casta de gentes que procuran el bienestar general y no el interés mezquino de su propia prosperidad.

El Cesar y Valledupar de hoy tendrán la impronta de ellos para las nuevas décadas