Relatos de emergencia. El retorno de los miembros de la nación yukpa sigue en veremos.
Esta es la segunda entrega de una serie de informes sobre la problemática humanitaria que vive la comunidad yukpa en la ciudad de Valledupar. En esta oportunidad intentamos buscar otras voces que den cuenta sobre la gestión adelantada en procura de solucionar la crisis que vive la etnia proveniente de la serranía de Perijá.
De manera extra oficial, el diario EL PILÓN conoció que migración ha hecho visitas a los yukpas provenientes de la serranía de Perijá, Machiques, Venezuela, que se encuentran en la calle 45 del barrio San Fernando. La última fue el 29 de noviembre.
Lee también: Problemática social: yukpas a la deriva
El coordinador del centro de servicios migratorios, William Jiménez, habló con EL PILÓN y expuso que han existido reuniones de los entes públicos de la región con capacidad de actuar al respecto, en función de poder coordinar un traslado voluntario. Ya hubo dos traslados, en ese segundo ocurrió el hecho de que la municipalidad decidió actuar sin el apoyo de otras entidades para hacer el retorno. Ellos en ese momento corrieron con todos los gastos.
El ICBF -Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- en el tema de los albergues, Gabriel Castillo informó a EL PILÓN que en “el municipio de Valledupar existen los Hogares de Paso, lo que es necesario teniendo en cuenta que esta modalidad apoya la gestión en caso de la existencia de niños y adolescentes de la población migrantes como medidas de emergencia en el evento de encontrarse a los menores de edad en vulneraciones que ameritan una atención inmediata”. Cabe destacar que son momentáneos, no para permanencia fija.
En la actualidad, según el director Castilla: “El Departamento del Cesar ni el Municipio de Valledupar cuentan con albergues en caso de que haya que ubicar al núcleo familiar en estos sitios de apoyo y ayuda, ya que se evidencia en la ciudad de Valledupar la existencia de familias que deben recurrir a las actividades de la economía informal y en ocasiones a la mendicidad especialmente en sitios estratégicos (semáforos, avenidas, centros comerciales, terminal, y otros.) para tratar de solventar la situación de ingresos para la manutención y sustento de sus menores hijos”.
Lee también: Los yukpa, a la espera del cumplimiento del PDET
Según Bienestar Familiar, esto es un flagelo que persiste debido a su carácter humanitario. Son personas sin ningún tipo de recurso para subsistir en la región. A través de esta entidad, se han hecho jornadas de captación de información y constatación del estado de estos indígenas de la sierra de Machiques.
EL PILÓN habló con estos yukpas para conocer de cerca, cuál es su situación más allá de la disputa por la responsabilidad del traslado voluntario donde se conoció de forma extraoficial que los transportes desde Paraguachón a Machiques son unas ‘Chirrincheras’.
‘Allá hay más’ es la frase que resuena entre los yukpas que habitan en la zona de San Fernando, entre la gente, los niños enfermos son una constante. No tienen ningún tipo de sanidad, dedos curtidos del barro, juguetes de basura, y comida sin refrigeración son apenas algunos de los dramas en esta comunidad.
POR: DANIELA MINORTA / EL PILÓN
[email protected]
Relatos de emergencia. El retorno de los miembros de la nación yukpa sigue en veremos.
Esta es la segunda entrega de una serie de informes sobre la problemática humanitaria que vive la comunidad yukpa en la ciudad de Valledupar. En esta oportunidad intentamos buscar otras voces que den cuenta sobre la gestión adelantada en procura de solucionar la crisis que vive la etnia proveniente de la serranía de Perijá.
De manera extra oficial, el diario EL PILÓN conoció que migración ha hecho visitas a los yukpas provenientes de la serranía de Perijá, Machiques, Venezuela, que se encuentran en la calle 45 del barrio San Fernando. La última fue el 29 de noviembre.
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El coordinador del centro de servicios migratorios, William Jiménez, habló con EL PILÓN y expuso que han existido reuniones de los entes públicos de la región con capacidad de actuar al respecto, en función de poder coordinar un traslado voluntario. Ya hubo dos traslados, en ese segundo ocurrió el hecho de que la municipalidad decidió actuar sin el apoyo de otras entidades para hacer el retorno. Ellos en ese momento corrieron con todos los gastos.
El ICBF -Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- en el tema de los albergues, Gabriel Castillo informó a EL PILÓN que en “el municipio de Valledupar existen los Hogares de Paso, lo que es necesario teniendo en cuenta que esta modalidad apoya la gestión en caso de la existencia de niños y adolescentes de la población migrantes como medidas de emergencia en el evento de encontrarse a los menores de edad en vulneraciones que ameritan una atención inmediata”. Cabe destacar que son momentáneos, no para permanencia fija.
En la actualidad, según el director Castilla: “El Departamento del Cesar ni el Municipio de Valledupar cuentan con albergues en caso de que haya que ubicar al núcleo familiar en estos sitios de apoyo y ayuda, ya que se evidencia en la ciudad de Valledupar la existencia de familias que deben recurrir a las actividades de la economía informal y en ocasiones a la mendicidad especialmente en sitios estratégicos (semáforos, avenidas, centros comerciales, terminal, y otros.) para tratar de solventar la situación de ingresos para la manutención y sustento de sus menores hijos”.
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Según Bienestar Familiar, esto es un flagelo que persiste debido a su carácter humanitario. Son personas sin ningún tipo de recurso para subsistir en la región. A través de esta entidad, se han hecho jornadas de captación de información y constatación del estado de estos indígenas de la sierra de Machiques.
EL PILÓN habló con estos yukpas para conocer de cerca, cuál es su situación más allá de la disputa por la responsabilidad del traslado voluntario donde se conoció de forma extraoficial que los transportes desde Paraguachón a Machiques son unas ‘Chirrincheras’.
‘Allá hay más’ es la frase que resuena entre los yukpas que habitan en la zona de San Fernando, entre la gente, los niños enfermos son una constante. No tienen ningún tipo de sanidad, dedos curtidos del barro, juguetes de basura, y comida sin refrigeración son apenas algunos de los dramas en esta comunidad.
POR: DANIELA MINORTA / EL PILÓN
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