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Editorial - 6 noviembre, 2010

Hay que apoyar al Valledupar F.C.

El deporte es y seguirá siendo una de las mejores alternativas que tiene la población para el sano esparcimiento, principalmente los niños, adolescentes y la gente joven, en general. Cada día crece, en todo el mundo, la importancia del apoyo a las distintas actividades deportivas, con políticas públicas específicas y activas, tanto en la promoción […]

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El deporte es y seguirá siendo una de las mejores alternativas que tiene la población para el sano esparcimiento, principalmente los niños, adolescentes y la gente joven, en general.
Cada día crece, en todo el mundo, la importancia del apoyo a las distintas actividades deportivas, con políticas públicas específicas y activas, tanto en la promoción del deporte en escenarios educativos, como también el recreativo y el aficionado, y por supuesto el apoyo al deporte competitivo.
Es un tema de la mayor trascendencia el apoyo efectivo a las distintas actividades deportivas, por parte del Estado como también de la empresa privada, por medio de mecanismos que estimulen y fomenten esa importante actividad.
Esta semana, para citar un gran ejemplo, toda Colombia vibró por el triunfo logrado por el beisbolista costeño, Edgar Rentería, barranquillero de pura cepa, para los Gigantes de San Francisco (California), que le dio un histórico triunfo a este legendario equipo de la pelota caliente, el deporte más popular de los Estados Unidos, pero también a su natal Región Caribe y a todo su país, que sintió como propio este gran triunfo, que seguramente pondrá de nuevo de moda el beisbol en muchos pueblos y regiones de Colombia.

Pero fenómenos como el de Rentería en beisbol, El Pibe en el fútbol, Camilo Villegas en golf, Pambelé  y Rocky Valdéz, en su momento, en boxeo, Lucho Herrera y Fabio Parra, en ciclismo, en su tiempo, no se logran cosechar de la noche a la mañana, sino que, por el contrario, son producto de la paciencia, de un trabajo con tiempo, que requiere planeación, persistencia y visión de largo plazo.
Haber constituido un equipo de fútbol para la capital del Cesar, el Valledupar Fútbol Club, fue un verdadero logro para la ciudad y la región, gracias a la gestión de un grupo de empresarios y líderes cívicos, amigos del deporte y en particular del fútbol.
Esta semana registramos con tristeza, la situación del equipo querido de la capital del Cesar, el Valledupar Fútbol Club, cuyo presidente Jesualdo Morellis Socarrás, no aguantó más y dijo lo que ya era un secreto a voces: el equipo afronta una difícil situación económica, y esta sólo se resuelve con plata, bien sea de la empresa privada o del Estado.
Para nadie es un secreto que nuestra región sigue muy vinculada a los sectores primarios de la economía, como es el caso de la agricultura, la ganadería y la minería, y tenemos poco desarrollo en materia de industria y servicios, y son pocas las marcas y las grandes empresas que estarían en capacidad de apoyar al equipo.
Luego queda la opción del Estado, en este caso de la Gobernación del Cesar o de la Alcaldía de Valledupar, entes que tienen la posibilidad económica y la facultad jurídica de apoyar al equipo, que, insistimos, constituye una alternativa sana de recreación, para padres y niños que todos los sábados tienen este rato agradable y de esparcimiento, y que –además- puede y debe servir de semillero de jóvenes futbolistas de los cuales mañana podría salir un gran talento.
Si el equipo no logra conseguir estos recursos económicos, en la región, tendrán que llevárselo para otra parte. Este suceso sería lamentable para Valledupar y el Cesar y no sólo sería un perjuicio para una afición en crecimiento sino un retroceso para esta importante región del país. Esto no lo podemos permitir. Hay que apoyar al Valledupar F.C.

Editorial
6 noviembre, 2010

Hay que apoyar al Valledupar F.C.

El deporte es y seguirá siendo una de las mejores alternativas que tiene la población para el sano esparcimiento, principalmente los niños, adolescentes y la gente joven, en general. Cada día crece, en todo el mundo, la importancia del apoyo a las distintas actividades deportivas, con políticas públicas específicas y activas, tanto en la promoción […]


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El deporte es y seguirá siendo una de las mejores alternativas que tiene la población para el sano esparcimiento, principalmente los niños, adolescentes y la gente joven, en general.
Cada día crece, en todo el mundo, la importancia del apoyo a las distintas actividades deportivas, con políticas públicas específicas y activas, tanto en la promoción del deporte en escenarios educativos, como también el recreativo y el aficionado, y por supuesto el apoyo al deporte competitivo.
Es un tema de la mayor trascendencia el apoyo efectivo a las distintas actividades deportivas, por parte del Estado como también de la empresa privada, por medio de mecanismos que estimulen y fomenten esa importante actividad.
Esta semana, para citar un gran ejemplo, toda Colombia vibró por el triunfo logrado por el beisbolista costeño, Edgar Rentería, barranquillero de pura cepa, para los Gigantes de San Francisco (California), que le dio un histórico triunfo a este legendario equipo de la pelota caliente, el deporte más popular de los Estados Unidos, pero también a su natal Región Caribe y a todo su país, que sintió como propio este gran triunfo, que seguramente pondrá de nuevo de moda el beisbol en muchos pueblos y regiones de Colombia.

Pero fenómenos como el de Rentería en beisbol, El Pibe en el fútbol, Camilo Villegas en golf, Pambelé  y Rocky Valdéz, en su momento, en boxeo, Lucho Herrera y Fabio Parra, en ciclismo, en su tiempo, no se logran cosechar de la noche a la mañana, sino que, por el contrario, son producto de la paciencia, de un trabajo con tiempo, que requiere planeación, persistencia y visión de largo plazo.
Haber constituido un equipo de fútbol para la capital del Cesar, el Valledupar Fútbol Club, fue un verdadero logro para la ciudad y la región, gracias a la gestión de un grupo de empresarios y líderes cívicos, amigos del deporte y en particular del fútbol.
Esta semana registramos con tristeza, la situación del equipo querido de la capital del Cesar, el Valledupar Fútbol Club, cuyo presidente Jesualdo Morellis Socarrás, no aguantó más y dijo lo que ya era un secreto a voces: el equipo afronta una difícil situación económica, y esta sólo se resuelve con plata, bien sea de la empresa privada o del Estado.
Para nadie es un secreto que nuestra región sigue muy vinculada a los sectores primarios de la economía, como es el caso de la agricultura, la ganadería y la minería, y tenemos poco desarrollo en materia de industria y servicios, y son pocas las marcas y las grandes empresas que estarían en capacidad de apoyar al equipo.
Luego queda la opción del Estado, en este caso de la Gobernación del Cesar o de la Alcaldía de Valledupar, entes que tienen la posibilidad económica y la facultad jurídica de apoyar al equipo, que, insistimos, constituye una alternativa sana de recreación, para padres y niños que todos los sábados tienen este rato agradable y de esparcimiento, y que –además- puede y debe servir de semillero de jóvenes futbolistas de los cuales mañana podría salir un gran talento.
Si el equipo no logra conseguir estos recursos económicos, en la región, tendrán que llevárselo para otra parte. Este suceso sería lamentable para Valledupar y el Cesar y no sólo sería un perjuicio para una afición en crecimiento sino un retroceso para esta importante región del país. Esto no lo podemos permitir. Hay que apoyar al Valledupar F.C.