Valledupar lleva 24 horas en debate, principalmente las redes sociales, por cuenta de una fotografía que mostraba a decenas de personas en la fuente instalada en el recién entregado parque de La Provincia.
Valledupar lleva 24 horas en debate, principalmente las redes sociales, por cuenta de una fotografía que mostraba a decenas de personas en la fuente instalada en el recién entregado parque de La Provincia. Divertidos, alegres, niños y grandes se bañaban en la estructura de pocos centímetros de profundidad en una euforia evidente en la imagen.
Rápidamente la discusión escaló a los medios radiales en el que las opiniones, como en las redes sociales, se dividieron entre los que consideran un acto de incultura ciudadana el hecho, al punto de llamarlo ‘corroncherra’, y los que celebraron la actitud de los visitantes al parque por considerarla graciosa, festiva.
El tema, que parecía frívolo la noche del pasado domingo, alcanzó proporciones interesantes, principalmente cuando salieron incontables tuiteros a ilustrar sus argumentos con fotografías de fuentes en lugares de Europa en los que la gente se baña igual que lo hicieron los costeños.
Surge a partir del debate público una interesante discusión sobre nuestra cultura ciudadana, la que ha sido cuestionada todo el tiempo con sobradas razones. Y por otro lado, la preocupación por la nueva estructura pues ya surgen preguntas sobre el mantenimiento de la misma.
Un artículo de la BBC de Lóndres, publicado el pasado 26 de julio, ilustraba cómo cientos de personas se bañaban en la fuente de la Torre Eiffel, (París, 42,6° C) ante la ola de calor que azotó Europa esos meses. Y eso fue en julio, no sabemos qué pasó en septiembre con la dichosa fuente, que fue declarado el noveno mes más caluroso de los últimos tiempos.
Sin embargo, no se trata de justificar si por temperatura lo hicieron en Europa, entonces aquí también se puede, de lo que se habla es de nuestra cultura ciudadana y si el hecho espontáneo en el parque La Provincia es condenable en gran medida: ¿somos tan incultos o nos calentamos más de lo debido por el hecho?
Cabe recordar lo que ocurrió con las esculturas de Diomedes Díaz y Martín Elías al frente del nuevo parque. Y si escarbamos en el tiempo, alrededor del año 2000 en Valledupar rodaron buses con timbre en la puerta trasera.
El resultado fue tan chistoso como desagradable, simplemente la gente no logró dejar de decir ‘parada’ y los timbres quedaron en manos de vándalos o averiados por el desuso.
Entonces, parece que debemos darle tiempo al tiempo y educar nuevamente a la ciudadanía sobre el uso mesurado de los bienes públicos. Recuerden lo que ocurrió con la fuente del parque Cristo Rey. Al final se pasó la fiebre.
Mientras tanto, la Alcaldía de Valledupar, a través del método que considere más eficiente debe garantizar la sostenibilidad de la obra, tanto por el uso frecuente de un lugar de concurrencia masiva, como por el normal deterioro que llega con el paso del tiempo.
¿Es correcto bañarse en una fuente que no es piscina y parecernos a París? ¿O fue que la ciudadanía lo hizo porque nos negamos a comportarnos debidamente, sin sobresaltos, ni vandalismo, ausencia del sentido de pertenencia?
El definitivamente bello parque La Provincia que entregaron Carlos Vives, el presidente Iván Duque y el alcalde Augusto Ramírez Uhía debe contar entonces con el respaldo financiero que requiera una obra diseñada para tales fines. Al final de cuentas lo que se necesita es que se llene.
Valledupar lleva 24 horas en debate, principalmente las redes sociales, por cuenta de una fotografía que mostraba a decenas de personas en la fuente instalada en el recién entregado parque de La Provincia.
Valledupar lleva 24 horas en debate, principalmente las redes sociales, por cuenta de una fotografía que mostraba a decenas de personas en la fuente instalada en el recién entregado parque de La Provincia. Divertidos, alegres, niños y grandes se bañaban en la estructura de pocos centímetros de profundidad en una euforia evidente en la imagen.
Rápidamente la discusión escaló a los medios radiales en el que las opiniones, como en las redes sociales, se dividieron entre los que consideran un acto de incultura ciudadana el hecho, al punto de llamarlo ‘corroncherra’, y los que celebraron la actitud de los visitantes al parque por considerarla graciosa, festiva.
El tema, que parecía frívolo la noche del pasado domingo, alcanzó proporciones interesantes, principalmente cuando salieron incontables tuiteros a ilustrar sus argumentos con fotografías de fuentes en lugares de Europa en los que la gente se baña igual que lo hicieron los costeños.
Surge a partir del debate público una interesante discusión sobre nuestra cultura ciudadana, la que ha sido cuestionada todo el tiempo con sobradas razones. Y por otro lado, la preocupación por la nueva estructura pues ya surgen preguntas sobre el mantenimiento de la misma.
Un artículo de la BBC de Lóndres, publicado el pasado 26 de julio, ilustraba cómo cientos de personas se bañaban en la fuente de la Torre Eiffel, (París, 42,6° C) ante la ola de calor que azotó Europa esos meses. Y eso fue en julio, no sabemos qué pasó en septiembre con la dichosa fuente, que fue declarado el noveno mes más caluroso de los últimos tiempos.
Sin embargo, no se trata de justificar si por temperatura lo hicieron en Europa, entonces aquí también se puede, de lo que se habla es de nuestra cultura ciudadana y si el hecho espontáneo en el parque La Provincia es condenable en gran medida: ¿somos tan incultos o nos calentamos más de lo debido por el hecho?
Cabe recordar lo que ocurrió con las esculturas de Diomedes Díaz y Martín Elías al frente del nuevo parque. Y si escarbamos en el tiempo, alrededor del año 2000 en Valledupar rodaron buses con timbre en la puerta trasera.
El resultado fue tan chistoso como desagradable, simplemente la gente no logró dejar de decir ‘parada’ y los timbres quedaron en manos de vándalos o averiados por el desuso.
Entonces, parece que debemos darle tiempo al tiempo y educar nuevamente a la ciudadanía sobre el uso mesurado de los bienes públicos. Recuerden lo que ocurrió con la fuente del parque Cristo Rey. Al final se pasó la fiebre.
Mientras tanto, la Alcaldía de Valledupar, a través del método que considere más eficiente debe garantizar la sostenibilidad de la obra, tanto por el uso frecuente de un lugar de concurrencia masiva, como por el normal deterioro que llega con el paso del tiempo.
¿Es correcto bañarse en una fuente que no es piscina y parecernos a París? ¿O fue que la ciudadanía lo hizo porque nos negamos a comportarnos debidamente, sin sobresaltos, ni vandalismo, ausencia del sentido de pertenencia?
El definitivamente bello parque La Provincia que entregaron Carlos Vives, el presidente Iván Duque y el alcalde Augusto Ramírez Uhía debe contar entonces con el respaldo financiero que requiera una obra diseñada para tales fines. Al final de cuentas lo que se necesita es que se llene.