Publicidad
Categorías
Categorías
General - 3 octubre, 2019

La tecnología como herramienta pedagógica para la enseñanza en invidentes

En la institución educativa José Eugenio Martínez trabaja hace más de 5 años por la inclusión y la enseñanza en niños invidentes. En la actualidad, hay tres niños con limitación visual y 15 con discapacidad auditiva en la sede principal. En el CDV son más de 30 niños.

 Los estudiantes con limitación visual reciben el apoyo de sus compañeros cuando necesitan caminar durante el recreo o cuando necesitan ayudas académicas. 

FOTO: JOAQUÍN RAMÍREZ
Los estudiantes con limitación visual reciben el apoyo de sus compañeros cuando necesitan caminar durante el recreo o cuando necesitan ayudas académicas. FOTO: JOAQUÍN RAMÍREZ
Boton Wpp

Un modelo de educación incluyente se desarrolla en el colegio José Eugenio Martínez. La limitación visual y auditiva que tienen algunos estudiantes no ha sido un impedimento para su formación académica. En el colegio tienen un software llamado ‘Jaws’ que convierte a voz la información que aparece en la pantalla, lo que les permite a los jóvenes ciegos acceder de manera autónoma a la información y las aplicaciones del computador.

“Este software ha sido de gran bendición porque ellos son unos niños muy pilosos que cumplen con las expectativa, con todo lo que le damos. En la casa tienen el apoyo de sus padres y eso es importante. Uno les da la orientación y con el software ellos saben la actividad a la que van a acceder”, mencionó Enna Luz Córdoba, docente del área de tecnología e informática del colegio.

El coordinador opinó sobre el tema. “Nos ha hecho falta acompañamiento para el adiestramiento en este programa porque no es lo mismo para un profesor que este acostumbrado a su manejo que a la didáctica para la enseñanza en él (Software)”.

Una de las sedes anexas del colegio es la de primaria en el Centro de Desarrollo Vecinal, CDV, allí los estudiantes tienen un programa de formación; los niños ciegos reciben enseñanza en el idioma Braille para su desempeño en la jornada y a los niños sordos el lenguaje de señas que hacen parte de la jornada de la tarde. Además, cuenta con la presencia de niños que tienen con limitación en el aprendizaje. Los jóvenes reciben ayuda mediante los programas de acompañamiento para los procesos de inclusión que cuentan con un grupo de intérpretes, psicóloga y una tiflóloga para el caso de los niños sin visión y programa académicos de acuerdo al ritmo de su aprendizaje.

“Para la formación académica de estos jóvenes lo primero para nosotros es la concientización de todo el personal. El maestro no los ve en el aula como alguien diferente; busca las estrategias para que ellos vayan a la par de los demás. Como institución en biblioteca contamos con material didáctico para ellos, tenemos libros en braille de diferentes áreas ciencias, naturales, sociales. Somos muy enfáticos en el uso de las herramientas, el uso de la tabla braille y de su bastón para que ellos puedan ayudarse y desarrollar sus capacidades. Los murales que hay de señas para el caso de los niños sordos y el acompañamiento constante de su interprete”, comentó Jesús Emilio Cárdenas, coordinador general de la institución.

Fajime Carillo y Luisa Zuleta son estudiantes de decimo semestre de la facultad de Bellas Artes de la UPC. FOTO: JOAQUÍN RAMÍREZ

Muchos de los estudiantes con discapacidad visual y auditiva que hacen parte de la institución han tenido una formación inicial en el CDV, donde hay más de 30 jóvenes que reciben orientación en el lenguaje braille y de señas. Esta es una ventaja para los niños cuando son recepcionados hacia la institución principal, donde llegan con un aprendizaje básico del lenguaje con el que deben comunicarse según su limitación. De esta manera acceden a la formación de la secundaria con mayor facilidad.

La experiencia que les ha generado a algunos adolescentes del colegio, ser una persona con limitación, no ha sido del todo fácil. Sin embargo, sus capacidades humanas y talentos les han permitido encontrar la aceptación propia y de los demás. “Estudiar es lo mejor porque si no estudias no puedes salir adelante. Yo juego fútbol y estuve en la academia del ‘Turco’ y toco varios instrumentos: redoblante, caja, guacharaca, congas y pinto”, dijo Ricardo Andrés Lemus Hernández, estudiante invidente de séptimo grado.

Luz Milagros Olivera Caro es otra de las estudiantes con limitación visual, ella expresa: “Cuando yo ingresé aquí recibí mucho bullying de compañeros pero con el tiempo me empezaron a respetar y algunas compañeras me ayudan mientras camino”, expresó la joven.
Los niños han recibido el acompañamiento y apoyo de sus familias, quienes se han esforzado por apoyarlos en el proceso educativo y académico. Además, en el colegio cuentan con un transporte especialmente para los jóvenes que se encarga de trasladarlos desde sus casas al plantel.

EL PROYECTO DE FAJIME CARILLO, LA JOVEN INVIDENTE

“La vida consiste en hacer todo de la mejor manera, si un obstáculo se interpone en tu camino, sólo véncelo. No te rindas”, Esta es la frase con la que Fajime se llena de voluntad y fuerza todos los días.

Ella junto a su compañera de proyecto Luisa Zuleta, son estudiantes de 23 años que se encuentran en el décimo semestre de licenciatura en arte, folklore y cultura de la facultad de Bellas Artes de la Universidad Popular del Cesar, con su proyecto titulado “Fortalecimiento de la educación inclusiva en estudiantes con discapacidad visual a través de estrategias didácticas que ayuden a identificar el color en el área de educación artística”, Fajime y su compañera de proyecto de grado Luisa Zuleta, están transformando la vida de los estudiantes invidentes.

A través de este trabajo, las estudiantes enseñaron a los jóvenes con discapacidad a visualizar e identificar el color con el uso de la pintura y actividades didácticas, “Creamos 3 estrategias didácticas que los ayudaron a identificar los colores primarios y neutros, no sólo eso sino que a través de ellas realizaron obras sobre lienzo y esas pinturas las hicieron con técnica mixta que les ayudó mediante texturas y elementos internos y externos, aplicación de formas para que pudieron identificar palpando lo que habían pintado”.

Los docentes también son instruidos en este proyecto con la ayuda de estas estudiantes que tienen como propósito principal promover la inclusión a través de las artes plásticas y artísticas, valorando la autosuficiencia y la capacidad que pueden tener los jóvenes con limitación virtual para realizar obras pictóricas y desarrollarse en las artes.

“Este proyecto surgió porque en mi infancia no había educación inclusiva en el área de artista, ahí me fui dando cuenta que como persona con discapacidad visual no me incluían en las clases de artística, sólo en la parte teórica pero no en la práctica. Cuando mi compañera y yo entramos a Bellas Artes, nos dimos cuenta que hacía falta más educación exclusiva”, dijo Fajime Carillo.

Desde el año 2016 Fajime Carillo y Luisa Zuleta, han trabajado porque la inclusión en el arte sea una realidad en todas las entidades e instituciones educativas de Valledupar. La actividad se llevó acabo en estudiantes de 8 a 20 años, desde primero de primaria hasta décimo grado junto al CDV y el colegio José Eugenio Martínez.

IMPACTO SOCIAL DEL PROYECTO

Durante este proyecto se desarrolló la primera exposición de obras pictóricas realizadas por estudiantes con discapacidad visual en Valledupar.

Otro impacto importante de este trabajo es que cuando se les brinda capacitación a los docentes a través de las tres estrategias: auditiva, olfativa y táctil que crearon las estudiantes como método, ellos podrán trasmitirla a los estudiantes, quienes probarán el desarrollo de sus habilidades y talentos a pesar de tener una discapacidad y de esta manera no serán excluidos sino incluidos totalmente.

“Los docentes les enseñan a los chicos y van a ver una mejor educación inclusiva y los estudiantes van a participar activamente a la hora de realizar sus obras pictóricas en el área de educación artística y van a ser autónomos no sólo en la educación sino en la sociedad. Gracias a la institución que nos permitió realzar este proyecto con ellos y gracias a los estudiantes que tuvieron toda la disposición”, refirió Fajime joven con discapacidad visual.

Aún falta mucho apoyo en el desarrollo de actividades artísticas. No sólo es facilitar el material, en Valledupar creen que la inclusión es dar materiales a la persona implementos sino también enseñarles a utilizarlos, a darles un correcto uso y que conozcan los beneficios. Falta más personal capacitado que ayude en esta labor de enseñanza”, concluyó Fajime Carillo.

Por: Marian Almeida Cujia/ EL PILÓN
[email protected]

General
3 octubre, 2019

La tecnología como herramienta pedagógica para la enseñanza en invidentes

En la institución educativa José Eugenio Martínez trabaja hace más de 5 años por la inclusión y la enseñanza en niños invidentes. En la actualidad, hay tres niños con limitación visual y 15 con discapacidad auditiva en la sede principal. En el CDV son más de 30 niños.


 Los estudiantes con limitación visual reciben el apoyo de sus compañeros cuando necesitan caminar durante el recreo o cuando necesitan ayudas académicas. 

FOTO: JOAQUÍN RAMÍREZ
Los estudiantes con limitación visual reciben el apoyo de sus compañeros cuando necesitan caminar durante el recreo o cuando necesitan ayudas académicas. FOTO: JOAQUÍN RAMÍREZ
Boton Wpp

Un modelo de educación incluyente se desarrolla en el colegio José Eugenio Martínez. La limitación visual y auditiva que tienen algunos estudiantes no ha sido un impedimento para su formación académica. En el colegio tienen un software llamado ‘Jaws’ que convierte a voz la información que aparece en la pantalla, lo que les permite a los jóvenes ciegos acceder de manera autónoma a la información y las aplicaciones del computador.

“Este software ha sido de gran bendición porque ellos son unos niños muy pilosos que cumplen con las expectativa, con todo lo que le damos. En la casa tienen el apoyo de sus padres y eso es importante. Uno les da la orientación y con el software ellos saben la actividad a la que van a acceder”, mencionó Enna Luz Córdoba, docente del área de tecnología e informática del colegio.

El coordinador opinó sobre el tema. “Nos ha hecho falta acompañamiento para el adiestramiento en este programa porque no es lo mismo para un profesor que este acostumbrado a su manejo que a la didáctica para la enseñanza en él (Software)”.

Una de las sedes anexas del colegio es la de primaria en el Centro de Desarrollo Vecinal, CDV, allí los estudiantes tienen un programa de formación; los niños ciegos reciben enseñanza en el idioma Braille para su desempeño en la jornada y a los niños sordos el lenguaje de señas que hacen parte de la jornada de la tarde. Además, cuenta con la presencia de niños que tienen con limitación en el aprendizaje. Los jóvenes reciben ayuda mediante los programas de acompañamiento para los procesos de inclusión que cuentan con un grupo de intérpretes, psicóloga y una tiflóloga para el caso de los niños sin visión y programa académicos de acuerdo al ritmo de su aprendizaje.

“Para la formación académica de estos jóvenes lo primero para nosotros es la concientización de todo el personal. El maestro no los ve en el aula como alguien diferente; busca las estrategias para que ellos vayan a la par de los demás. Como institución en biblioteca contamos con material didáctico para ellos, tenemos libros en braille de diferentes áreas ciencias, naturales, sociales. Somos muy enfáticos en el uso de las herramientas, el uso de la tabla braille y de su bastón para que ellos puedan ayudarse y desarrollar sus capacidades. Los murales que hay de señas para el caso de los niños sordos y el acompañamiento constante de su interprete”, comentó Jesús Emilio Cárdenas, coordinador general de la institución.

Fajime Carillo y Luisa Zuleta son estudiantes de decimo semestre de la facultad de Bellas Artes de la UPC. FOTO: JOAQUÍN RAMÍREZ

Muchos de los estudiantes con discapacidad visual y auditiva que hacen parte de la institución han tenido una formación inicial en el CDV, donde hay más de 30 jóvenes que reciben orientación en el lenguaje braille y de señas. Esta es una ventaja para los niños cuando son recepcionados hacia la institución principal, donde llegan con un aprendizaje básico del lenguaje con el que deben comunicarse según su limitación. De esta manera acceden a la formación de la secundaria con mayor facilidad.

La experiencia que les ha generado a algunos adolescentes del colegio, ser una persona con limitación, no ha sido del todo fácil. Sin embargo, sus capacidades humanas y talentos les han permitido encontrar la aceptación propia y de los demás. “Estudiar es lo mejor porque si no estudias no puedes salir adelante. Yo juego fútbol y estuve en la academia del ‘Turco’ y toco varios instrumentos: redoblante, caja, guacharaca, congas y pinto”, dijo Ricardo Andrés Lemus Hernández, estudiante invidente de séptimo grado.

Luz Milagros Olivera Caro es otra de las estudiantes con limitación visual, ella expresa: “Cuando yo ingresé aquí recibí mucho bullying de compañeros pero con el tiempo me empezaron a respetar y algunas compañeras me ayudan mientras camino”, expresó la joven.
Los niños han recibido el acompañamiento y apoyo de sus familias, quienes se han esforzado por apoyarlos en el proceso educativo y académico. Además, en el colegio cuentan con un transporte especialmente para los jóvenes que se encarga de trasladarlos desde sus casas al plantel.

EL PROYECTO DE FAJIME CARILLO, LA JOVEN INVIDENTE

“La vida consiste en hacer todo de la mejor manera, si un obstáculo se interpone en tu camino, sólo véncelo. No te rindas”, Esta es la frase con la que Fajime se llena de voluntad y fuerza todos los días.

Ella junto a su compañera de proyecto Luisa Zuleta, son estudiantes de 23 años que se encuentran en el décimo semestre de licenciatura en arte, folklore y cultura de la facultad de Bellas Artes de la Universidad Popular del Cesar, con su proyecto titulado “Fortalecimiento de la educación inclusiva en estudiantes con discapacidad visual a través de estrategias didácticas que ayuden a identificar el color en el área de educación artística”, Fajime y su compañera de proyecto de grado Luisa Zuleta, están transformando la vida de los estudiantes invidentes.

A través de este trabajo, las estudiantes enseñaron a los jóvenes con discapacidad a visualizar e identificar el color con el uso de la pintura y actividades didácticas, “Creamos 3 estrategias didácticas que los ayudaron a identificar los colores primarios y neutros, no sólo eso sino que a través de ellas realizaron obras sobre lienzo y esas pinturas las hicieron con técnica mixta que les ayudó mediante texturas y elementos internos y externos, aplicación de formas para que pudieron identificar palpando lo que habían pintado”.

Los docentes también son instruidos en este proyecto con la ayuda de estas estudiantes que tienen como propósito principal promover la inclusión a través de las artes plásticas y artísticas, valorando la autosuficiencia y la capacidad que pueden tener los jóvenes con limitación virtual para realizar obras pictóricas y desarrollarse en las artes.

“Este proyecto surgió porque en mi infancia no había educación inclusiva en el área de artista, ahí me fui dando cuenta que como persona con discapacidad visual no me incluían en las clases de artística, sólo en la parte teórica pero no en la práctica. Cuando mi compañera y yo entramos a Bellas Artes, nos dimos cuenta que hacía falta más educación exclusiva”, dijo Fajime Carillo.

Desde el año 2016 Fajime Carillo y Luisa Zuleta, han trabajado porque la inclusión en el arte sea una realidad en todas las entidades e instituciones educativas de Valledupar. La actividad se llevó acabo en estudiantes de 8 a 20 años, desde primero de primaria hasta décimo grado junto al CDV y el colegio José Eugenio Martínez.

IMPACTO SOCIAL DEL PROYECTO

Durante este proyecto se desarrolló la primera exposición de obras pictóricas realizadas por estudiantes con discapacidad visual en Valledupar.

Otro impacto importante de este trabajo es que cuando se les brinda capacitación a los docentes a través de las tres estrategias: auditiva, olfativa y táctil que crearon las estudiantes como método, ellos podrán trasmitirla a los estudiantes, quienes probarán el desarrollo de sus habilidades y talentos a pesar de tener una discapacidad y de esta manera no serán excluidos sino incluidos totalmente.

“Los docentes les enseñan a los chicos y van a ver una mejor educación inclusiva y los estudiantes van a participar activamente a la hora de realizar sus obras pictóricas en el área de educación artística y van a ser autónomos no sólo en la educación sino en la sociedad. Gracias a la institución que nos permitió realzar este proyecto con ellos y gracias a los estudiantes que tuvieron toda la disposición”, refirió Fajime joven con discapacidad visual.

Aún falta mucho apoyo en el desarrollo de actividades artísticas. No sólo es facilitar el material, en Valledupar creen que la inclusión es dar materiales a la persona implementos sino también enseñarles a utilizarlos, a darles un correcto uso y que conozcan los beneficios. Falta más personal capacitado que ayude en esta labor de enseñanza”, concluyó Fajime Carillo.

Por: Marian Almeida Cujia/ EL PILÓN
[email protected]