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Columnista - 16 septiembre, 2019

De rodillas

Escojo hoy el título “De rodillas”, no para hacer mención a la hermosa composición del desaparecido Octavio de Jesús Daza Daza, grabada magistralmente por el Binomio de Oro, sino  para referirme a la preocupante situación de inseguridad que viven las principales ciudades colombianas en general, y Valledupar en particular. El problema que no es de […]

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Escojo hoy el título “De rodillas”, no para hacer mención a la hermosa composición del desaparecido Octavio de Jesús Daza Daza, grabada magistralmente por el Binomio de Oro, sino  para referirme a la preocupante situación de inseguridad que viven las principales ciudades colombianas en general, y Valledupar en particular.

El problema que no es de ahora, se ha venido incrementando en algunos aspectos, ante la indiferencia de las autoridades encargadas de la vigilancia y control, dentro de una política de seguridad, cuya eficiencia, deja mucho que desear, dando la sensación generalizada, de encontramos de rodillas ante la delincuencia.

Al mejor estilo de los últimos burgomaestres, cada vez que se les preguntaba por la situación de inseguridad, contestan con el subterfugio de que se trata de una simple “percepción ciudadana” la cual no se corresponde con la realidad. El otro recurso del cual  echan  mano, es el de citar las estadísticas oficiales, las que en muchos casos no son veraces porque lamentablemente hay una cifra oscura, constituida por las denuncias ciudadanas dejadas de formular.

No obstante, me permito traer a colación algunos guarismos para poner de relieve los puntos donde se ha mejorado, y también aquellos en donde hay que mejorar, y sea lo primero aclarar que estos datos son tomados de la página oficial del Ministerio de Defensa y, pueden ser consultados libremente.

Lo segundo que es necesario aclara es que estos datos corresponden a la capital del Cesar durante el período comprendido entre 2017 y 2018. Veamos: Bajaron en un -55% con 19 casos denunciados el delito de Extorsión. Asimismo bajó en un -40% el delito conocido como piratería terrestre en un -40% con 6 casos registrados. Bajó igualmente en un -20% el delito de homicidio, con 51 casos registrados.

Empero,  el Hurto a personas bajó solo  en un -8% registrándose  647 casos, y el Hurto a residencias registra el mismo porcentaje, en 229 casos denunciados. Estas cifras deben ser contrastadas en el presente año, que aún no termina, para formarnos un juicio que se aproxime a la cruda realidad.

Frente a esta situación tan agobiante, los candidatos de ayer y los de hoy, no proponen nada nuevo: Aumento del pie de fuerza,  cámaras de seguridad, alarmas comunitarias, y el tema de nuestro actual alcalde de la Policía Metropolitana, con el que se la pasó durante todo su mal gobierno.

Parece que se olvidaran que la inseguridad se mitiga, cuando se genere trabajo digno. Lamentablemente el sector agropecuario, que fue en otrora, el principal generador de obra de mano no calificada, viene de capa caída, al igual que el sector de la construcción, que actualmente vive un proceso de desaceleración. La educación es otro de nuestros mayores  rezagos, y  nuestros gobernantes no abordan con seriedad el tema.

La  Universidad  Popular del Cesar, pasa por su peor momento,  y ninguno de los candidatos a la Gobernación, levanta su  voz para protestar por la avasallante corrupción que afecta la calidad educativa de nuestros educandos.

Nota de cierre: Nuestras sinceras condolencias a la familia Gnecco Solano, por el  sensible fallecimiento nuestra querida amiga,  Katia.  Paz en su tumba. [email protected]

Columnista
16 septiembre, 2019

De rodillas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

Escojo hoy el título “De rodillas”, no para hacer mención a la hermosa composición del desaparecido Octavio de Jesús Daza Daza, grabada magistralmente por el Binomio de Oro, sino  para referirme a la preocupante situación de inseguridad que viven las principales ciudades colombianas en general, y Valledupar en particular. El problema que no es de […]


Escojo hoy el título “De rodillas”, no para hacer mención a la hermosa composición del desaparecido Octavio de Jesús Daza Daza, grabada magistralmente por el Binomio de Oro, sino  para referirme a la preocupante situación de inseguridad que viven las principales ciudades colombianas en general, y Valledupar en particular.

El problema que no es de ahora, se ha venido incrementando en algunos aspectos, ante la indiferencia de las autoridades encargadas de la vigilancia y control, dentro de una política de seguridad, cuya eficiencia, deja mucho que desear, dando la sensación generalizada, de encontramos de rodillas ante la delincuencia.

Al mejor estilo de los últimos burgomaestres, cada vez que se les preguntaba por la situación de inseguridad, contestan con el subterfugio de que se trata de una simple “percepción ciudadana” la cual no se corresponde con la realidad. El otro recurso del cual  echan  mano, es el de citar las estadísticas oficiales, las que en muchos casos no son veraces porque lamentablemente hay una cifra oscura, constituida por las denuncias ciudadanas dejadas de formular.

No obstante, me permito traer a colación algunos guarismos para poner de relieve los puntos donde se ha mejorado, y también aquellos en donde hay que mejorar, y sea lo primero aclarar que estos datos son tomados de la página oficial del Ministerio de Defensa y, pueden ser consultados libremente.

Lo segundo que es necesario aclara es que estos datos corresponden a la capital del Cesar durante el período comprendido entre 2017 y 2018. Veamos: Bajaron en un -55% con 19 casos denunciados el delito de Extorsión. Asimismo bajó en un -40% el delito conocido como piratería terrestre en un -40% con 6 casos registrados. Bajó igualmente en un -20% el delito de homicidio, con 51 casos registrados.

Empero,  el Hurto a personas bajó solo  en un -8% registrándose  647 casos, y el Hurto a residencias registra el mismo porcentaje, en 229 casos denunciados. Estas cifras deben ser contrastadas en el presente año, que aún no termina, para formarnos un juicio que se aproxime a la cruda realidad.

Frente a esta situación tan agobiante, los candidatos de ayer y los de hoy, no proponen nada nuevo: Aumento del pie de fuerza,  cámaras de seguridad, alarmas comunitarias, y el tema de nuestro actual alcalde de la Policía Metropolitana, con el que se la pasó durante todo su mal gobierno.

Parece que se olvidaran que la inseguridad se mitiga, cuando se genere trabajo digno. Lamentablemente el sector agropecuario, que fue en otrora, el principal generador de obra de mano no calificada, viene de capa caída, al igual que el sector de la construcción, que actualmente vive un proceso de desaceleración. La educación es otro de nuestros mayores  rezagos, y  nuestros gobernantes no abordan con seriedad el tema.

La  Universidad  Popular del Cesar, pasa por su peor momento,  y ninguno de los candidatos a la Gobernación, levanta su  voz para protestar por la avasallante corrupción que afecta la calidad educativa de nuestros educandos.

Nota de cierre: Nuestras sinceras condolencias a la familia Gnecco Solano, por el  sensible fallecimiento nuestra querida amiga,  Katia.  Paz en su tumba. [email protected]