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Columnista - 15 septiembre, 2019

Luis Alberto Rodríguez Ospino

El 16 de septiembre próximo toma posesión del cargo el recién nombrado Director Nacional de Planeación. Lo primero sería decir que en términos de Valledupar, el nombramiento de Luis Alberto es un triunfo de la juventud disciplinada. Es una victoria del conocimiento producto de la educación y la formación y no de muchos de nuestros […]

El 16 de septiembre próximo toma posesión del cargo el recién nombrado Director Nacional de Planeación. Lo primero sería decir que en términos de Valledupar, el nombramiento de Luis Alberto es un triunfo de la juventud disciplinada. Es una victoria del conocimiento producto de la educación y la formación y no de muchos de nuestros patrones que incitan a la juventud al consumo de alcohol y a la continua celebración. Luis Alberto es producto de su propia construcción.
En Luis Alberto, además de su familia, que participó en su proceso de formación, está la presencia de la Universidad Nacional de Colombia y de la Universidad de Columbia. No es producto de nada distinto.
El propio Presidente de la República sostuvo que este funcionario: “Es uno de los economistas jóvenes más brillantes que tiene Colombia. Educado en la Universidad Pública; hijo de las regiones. Tiene un gran sentido social y se ha hecho a pulso y con tesón”.
Posiblemente, el común de las personas en los departamentos del Cesar y La Guajira no conocen que Luis Alberto Rodríguez viene de ser el viceministro Técnico del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, seguramente el común de los jóvenes de nuestra región, laboralmente hablando, consideran que ese es un Ministerio inalcanzable, así como seguro les parece que es inalcanzable el Departamento Nacional de Planeación a tan corta edad.

Que buen ejemplo es Luis Alberto, qué bueno sería que en el Cesar y La Guajira se conozca más su hoja de vida y se entienda que alguien joven, del común y de nuestra región puede llegar a ocupar los más altos cargos públicos de las áreas técnicas. La importancia de los logros de Luis Alberto Rodríguez Ospino está dada precisamente en haber llegado a dos instancias técnicas como son el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y el Departamento Nacional de Planeación, instancias donde se define, fórmula y ejecuta la política económica del país, y donde se diseñan, orientan y evalúan las políticas públicas, el manejo y la asignación de la inversión pública.
Insisto, Luis Alberto es el triunfo de una clase social, que visualiza que la única herencia es la educación. Muchos de nuestros jóvenes al margen de cualquier clase social a la que pertenezcan, no entienden que su única opción es la educación y en especial la educación superior. Es claro que si no existe la posibilidad de ingresar a las mejores universidades públicas, la opción seguirá siendo la pobreza, en especial la pobreza a mental.
El empeño, la constancia, la voluntad y la perseverancia es lo que ha llevado a Luis Alberto a donde hoy está. Pero además, los que lo conocen dicen que lo acompaña la firmeza de su carácter para diferenciar lo correcto de lo incorrecto y de entender que a los servidores públicos sólo les es posible hacer aquello que está legalmente permitido.
Nuestra región y las distintas regiones de nuestro país necesitan más Luis Alberto Rodríguez Ospino, jóvenes que entiendan realmente que el tesón no es una simple palabra. Tesón no es la suerte, tesón es la mentalidad puesta en la realización de las cosas.

Columnista
15 septiembre, 2019

Luis Alberto Rodríguez Ospino

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Josefina Castro Gonzalez

El 16 de septiembre próximo toma posesión del cargo el recién nombrado Director Nacional de Planeación. Lo primero sería decir que en términos de Valledupar, el nombramiento de Luis Alberto es un triunfo de la juventud disciplinada. Es una victoria del conocimiento producto de la educación y la formación y no de muchos de nuestros […]


El 16 de septiembre próximo toma posesión del cargo el recién nombrado Director Nacional de Planeación. Lo primero sería decir que en términos de Valledupar, el nombramiento de Luis Alberto es un triunfo de la juventud disciplinada. Es una victoria del conocimiento producto de la educación y la formación y no de muchos de nuestros patrones que incitan a la juventud al consumo de alcohol y a la continua celebración. Luis Alberto es producto de su propia construcción.
En Luis Alberto, además de su familia, que participó en su proceso de formación, está la presencia de la Universidad Nacional de Colombia y de la Universidad de Columbia. No es producto de nada distinto.
El propio Presidente de la República sostuvo que este funcionario: “Es uno de los economistas jóvenes más brillantes que tiene Colombia. Educado en la Universidad Pública; hijo de las regiones. Tiene un gran sentido social y se ha hecho a pulso y con tesón”.
Posiblemente, el común de las personas en los departamentos del Cesar y La Guajira no conocen que Luis Alberto Rodríguez viene de ser el viceministro Técnico del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, seguramente el común de los jóvenes de nuestra región, laboralmente hablando, consideran que ese es un Ministerio inalcanzable, así como seguro les parece que es inalcanzable el Departamento Nacional de Planeación a tan corta edad.

Que buen ejemplo es Luis Alberto, qué bueno sería que en el Cesar y La Guajira se conozca más su hoja de vida y se entienda que alguien joven, del común y de nuestra región puede llegar a ocupar los más altos cargos públicos de las áreas técnicas. La importancia de los logros de Luis Alberto Rodríguez Ospino está dada precisamente en haber llegado a dos instancias técnicas como son el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y el Departamento Nacional de Planeación, instancias donde se define, fórmula y ejecuta la política económica del país, y donde se diseñan, orientan y evalúan las políticas públicas, el manejo y la asignación de la inversión pública.
Insisto, Luis Alberto es el triunfo de una clase social, que visualiza que la única herencia es la educación. Muchos de nuestros jóvenes al margen de cualquier clase social a la que pertenezcan, no entienden que su única opción es la educación y en especial la educación superior. Es claro que si no existe la posibilidad de ingresar a las mejores universidades públicas, la opción seguirá siendo la pobreza, en especial la pobreza a mental.
El empeño, la constancia, la voluntad y la perseverancia es lo que ha llevado a Luis Alberto a donde hoy está. Pero además, los que lo conocen dicen que lo acompaña la firmeza de su carácter para diferenciar lo correcto de lo incorrecto y de entender que a los servidores públicos sólo les es posible hacer aquello que está legalmente permitido.
Nuestra región y las distintas regiones de nuestro país necesitan más Luis Alberto Rodríguez Ospino, jóvenes que entiendan realmente que el tesón no es una simple palabra. Tesón no es la suerte, tesón es la mentalidad puesta en la realización de las cosas.