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Editorial - 18 agosto, 2019

El Festival de la Quinta, un evento de gran valía

Hoy es el segundo y último día del Festival de la Quinta, un evento valioso y muy particular que nació en Valledupar hace tres años gracias a un grupo de emprendedores del centro histórico que pretendía reactivar la zona y lo logró.

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Hoy es el segundo y último día del Festival de la Quinta, un evento valioso y muy particular que nació en Valledupar hace tres años gracias a un grupo de emprendedores del centro histórico que pretendía reactivar la zona y lo logró.

El primer año se llevó a cabo un solo día, la segunda versión ya fueron dos y esta tercera versión se consolida igual. Queremos invitarlos a participar en familia pues hay categorías para todos, unas 11, entre ellas gastronomía, artes escénicas, textil, música, diseño, operadores turísticos, y un subgrupo de productos y servicios para los niños, hecho que sorprendió este año.

Felicitamos a todo el equipo que lo hace posible porque además de reactivar el centro histórico en jornadas connotadas, mover la economía y generar turismo, también fomentan el empleo a través de la contratación directa de un equipo logístico; arriendo de luces, equipos y otros elementos de buenos espectáculos.

Llama la atención que el Festival de la Quinta, que este año rinde homenaje a nuestros mitos y leyendas, es un generador de la cultura del encuentro de personas que deseaban eventos alternativos. Por eso el Festival de la Quinta, además de ser un lugar para la familia ávida de momentos diferentes, es un epicentro de costeños y de otros lugares que gustan del rock, de las artes plásticas, de las nuevas modas al vestir, intelectuales jóvenes, personajes de los cafés y los libros, entre otros. Estas personas desde siempre han estado en el Cesar y otros lugares de la región, pero en Valledupar no contaban con un festival acorde a sus gustos, y lo mejor es que el de la Quinta quiere crecer y evolucionar.

Por supuesto, hay espacio para la tradición musical vallenata y todas sus manifestaciones: mientras por la esquina de la 14 se escuchaban guitarras eléctricas, por el sector del balcón del maestro Castellanos sonaba ‘Camino largo’, canción de Gustavo Gutiérrez en la voz de Diomedes Díaz.

Hoy la jornada empieza a las 10:00 de la mañana y concluye a la medianoche. Invitadísimos todos. Vale toda la pena apoyar esta actividad realizada por gente que hace años le invierte a Valledupar, cree en la ciudad y no duda, a pesar de las adversidades, que esta es una gran ciudad.

Es maravilloso escuchar en la voz de la empresaria paisa Cristina Zapata, propietaria del hotel boutique Casa de los Santos Reyes, y una de las organizadoras del festival, responder sobre el homenaje a nuestra tradición oral de esta manera: “Yo creo que cada año la misión es hallar algo de nuestra región, desde el centro histórico estamos buscando que la gente se sienta orgullosa de lo que tiene…”. Se refería Cristina al diseño gráfico del Festival este año que hace alusión a tradición oral como El Doroy, Francisco El Hombre, la Sirena de Hurtado, entre otros.

Es un verdadero ejemplo de sentido de pertenencia y amor por Valledupar. Contagiémonos un poco de ese amor fraterno y visitemos hoy el Festival en la carrera 5 desde la esquina de la iglesia Inmaculada Concepción unas seis cuadras al norte. Y compremos algo, apoyemos a los emprendedores, muchos de ellos vienen de fuera de la ciudad atraídos por una Valledupar positiva, una realidad mayor que cualquiera.

Editorial
18 agosto, 2019

El Festival de la Quinta, un evento de gran valía

Hoy es el segundo y último día del Festival de la Quinta, un evento valioso y muy particular que nació en Valledupar hace tres años gracias a un grupo de emprendedores del centro histórico que pretendía reactivar la zona y lo logró.


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Hoy es el segundo y último día del Festival de la Quinta, un evento valioso y muy particular que nació en Valledupar hace tres años gracias a un grupo de emprendedores del centro histórico que pretendía reactivar la zona y lo logró.

El primer año se llevó a cabo un solo día, la segunda versión ya fueron dos y esta tercera versión se consolida igual. Queremos invitarlos a participar en familia pues hay categorías para todos, unas 11, entre ellas gastronomía, artes escénicas, textil, música, diseño, operadores turísticos, y un subgrupo de productos y servicios para los niños, hecho que sorprendió este año.

Felicitamos a todo el equipo que lo hace posible porque además de reactivar el centro histórico en jornadas connotadas, mover la economía y generar turismo, también fomentan el empleo a través de la contratación directa de un equipo logístico; arriendo de luces, equipos y otros elementos de buenos espectáculos.

Llama la atención que el Festival de la Quinta, que este año rinde homenaje a nuestros mitos y leyendas, es un generador de la cultura del encuentro de personas que deseaban eventos alternativos. Por eso el Festival de la Quinta, además de ser un lugar para la familia ávida de momentos diferentes, es un epicentro de costeños y de otros lugares que gustan del rock, de las artes plásticas, de las nuevas modas al vestir, intelectuales jóvenes, personajes de los cafés y los libros, entre otros. Estas personas desde siempre han estado en el Cesar y otros lugares de la región, pero en Valledupar no contaban con un festival acorde a sus gustos, y lo mejor es que el de la Quinta quiere crecer y evolucionar.

Por supuesto, hay espacio para la tradición musical vallenata y todas sus manifestaciones: mientras por la esquina de la 14 se escuchaban guitarras eléctricas, por el sector del balcón del maestro Castellanos sonaba ‘Camino largo’, canción de Gustavo Gutiérrez en la voz de Diomedes Díaz.

Hoy la jornada empieza a las 10:00 de la mañana y concluye a la medianoche. Invitadísimos todos. Vale toda la pena apoyar esta actividad realizada por gente que hace años le invierte a Valledupar, cree en la ciudad y no duda, a pesar de las adversidades, que esta es una gran ciudad.

Es maravilloso escuchar en la voz de la empresaria paisa Cristina Zapata, propietaria del hotel boutique Casa de los Santos Reyes, y una de las organizadoras del festival, responder sobre el homenaje a nuestra tradición oral de esta manera: “Yo creo que cada año la misión es hallar algo de nuestra región, desde el centro histórico estamos buscando que la gente se sienta orgullosa de lo que tiene…”. Se refería Cristina al diseño gráfico del Festival este año que hace alusión a tradición oral como El Doroy, Francisco El Hombre, la Sirena de Hurtado, entre otros.

Es un verdadero ejemplo de sentido de pertenencia y amor por Valledupar. Contagiémonos un poco de ese amor fraterno y visitemos hoy el Festival en la carrera 5 desde la esquina de la iglesia Inmaculada Concepción unas seis cuadras al norte. Y compremos algo, apoyemos a los emprendedores, muchos de ellos vienen de fuera de la ciudad atraídos por una Valledupar positiva, una realidad mayor que cualquiera.