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Columnista - 3 mayo, 2019

El primer rey y la primera reina

El municipio de El Paso, en el departamento del Cesar, es conocido por ser la tierra donde nació el primer rey de la Leyenda Vallenata. Cuando a los paseros que vivimos lejos de nuestra tierra nos preguntan que dónde nacimos, la mejor explicación y ubicación es diciendo: “En El Paso, el municipio del centro del […]

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El municipio de El Paso, en el departamento del Cesar, es conocido por ser la tierra donde nació el primer rey de la Leyenda Vallenata. Cuando a los paseros que vivimos lejos de nuestra tierra nos preguntan que dónde nacimos, la mejor explicación y ubicación es diciendo: “En El Paso, el municipio del centro del Cesar donde nació ‘Alejo’. No existe pasero alguno que no exprese con orgullo que es de la misma tierra de Alejandro Durán Díaz.

Cuando a los que nacimos en La Loma de Potrerillo o de Calenturas, que es un corregimiento del municipio de El Paso, nos preguntan que donde nacimos, respondemos diciendo: “En La Loma de Samuelito, que es corregimiento de El Paso, donde nació el primer rey vallenato Alejo Durán.”
Cuando yo estaba muchacho, en La Loma pude ver tocar acordeón a Naferito, Alejo y Luis Durán, pero también a Pedro y Nando Martínez, a Rosendo Romero Villareal y a Domiciano López Romero, con quien aprendí a cantar y componer música vallenata. De todos estos el único que vive aún en la Loma es Domiciano López, que ha extendido su dinastía de acordeoneros y músicos a hijos, nietos y bisnietos, quienes orgullosamente enarbolan las banderas del viejo Rosendo.

Al inicio de la década de los 90 se nos ocurrió crear en La Loma un festival vallenato al que le dimos el nombre de Festival de Canciones Samuel Martínez, con el propósito de incentivar a los jóvenes en la afición y gusto por nuestro folclor, y hoy podemos decir con orgullo que lo hemos logrado, hace 15 años nació en el seno de una familia querida y humilde de nuestro pueblo la niña que fue coronada en la versión 52 del Festival de la Leyenda Vallenata como la primera reina del vallenato categoría menor: Alexandra Maciel Gómez De la Ossa.

Sobre el primer rey de la Leyenda Vallenata se ha escrito y se va a seguir escribiendo mucho en la cultura colombiana, pero ahora tendremos también que hablar y escribir sobre la primera reina del acordeón que también nació en el municipio de El Paso.
Alexandra Gómez, con menos de 15 años, ya venía dando muestras de su calidad y disciplina en los festivales donde se había presentado y concursado, enfrentándose a los hombres y derrotando a muchos en la categoría infantil. Ella fue la primera en inscribirse en Valledupar, cuando anunciaron que las mujeres tendrían categorías especiales y ella fue también la primera en coronarse como acordeonera reina en categoría menor.

COLOFÓN: El recibimiento y homenaje que se le hizo en la Loma a nuestra primera reina vallenata no fue inferior a la alegría que le propició al pueblo esa corona, me dicen que la caravana fue espectacular y que a la plaza principal del pueblo no le cabía un alma, a pesar de que como cosa extraña esa noche tampoco había la luz.

Columnista
3 mayo, 2019

El primer rey y la primera reina

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Nain

El municipio de El Paso, en el departamento del Cesar, es conocido por ser la tierra donde nació el primer rey de la Leyenda Vallenata. Cuando a los paseros que vivimos lejos de nuestra tierra nos preguntan que dónde nacimos, la mejor explicación y ubicación es diciendo: “En El Paso, el municipio del centro del […]


El municipio de El Paso, en el departamento del Cesar, es conocido por ser la tierra donde nació el primer rey de la Leyenda Vallenata. Cuando a los paseros que vivimos lejos de nuestra tierra nos preguntan que dónde nacimos, la mejor explicación y ubicación es diciendo: “En El Paso, el municipio del centro del Cesar donde nació ‘Alejo’. No existe pasero alguno que no exprese con orgullo que es de la misma tierra de Alejandro Durán Díaz.

Cuando a los que nacimos en La Loma de Potrerillo o de Calenturas, que es un corregimiento del municipio de El Paso, nos preguntan que donde nacimos, respondemos diciendo: “En La Loma de Samuelito, que es corregimiento de El Paso, donde nació el primer rey vallenato Alejo Durán.”
Cuando yo estaba muchacho, en La Loma pude ver tocar acordeón a Naferito, Alejo y Luis Durán, pero también a Pedro y Nando Martínez, a Rosendo Romero Villareal y a Domiciano López Romero, con quien aprendí a cantar y componer música vallenata. De todos estos el único que vive aún en la Loma es Domiciano López, que ha extendido su dinastía de acordeoneros y músicos a hijos, nietos y bisnietos, quienes orgullosamente enarbolan las banderas del viejo Rosendo.

Al inicio de la década de los 90 se nos ocurrió crear en La Loma un festival vallenato al que le dimos el nombre de Festival de Canciones Samuel Martínez, con el propósito de incentivar a los jóvenes en la afición y gusto por nuestro folclor, y hoy podemos decir con orgullo que lo hemos logrado, hace 15 años nació en el seno de una familia querida y humilde de nuestro pueblo la niña que fue coronada en la versión 52 del Festival de la Leyenda Vallenata como la primera reina del vallenato categoría menor: Alexandra Maciel Gómez De la Ossa.

Sobre el primer rey de la Leyenda Vallenata se ha escrito y se va a seguir escribiendo mucho en la cultura colombiana, pero ahora tendremos también que hablar y escribir sobre la primera reina del acordeón que también nació en el municipio de El Paso.
Alexandra Gómez, con menos de 15 años, ya venía dando muestras de su calidad y disciplina en los festivales donde se había presentado y concursado, enfrentándose a los hombres y derrotando a muchos en la categoría infantil. Ella fue la primera en inscribirse en Valledupar, cuando anunciaron que las mujeres tendrían categorías especiales y ella fue también la primera en coronarse como acordeonera reina en categoría menor.

COLOFÓN: El recibimiento y homenaje que se le hizo en la Loma a nuestra primera reina vallenata no fue inferior a la alegría que le propició al pueblo esa corona, me dicen que la caravana fue espectacular y que a la plaza principal del pueblo no le cabía un alma, a pesar de que como cosa extraña esa noche tampoco había la luz.