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Columnista - 26 abril, 2019

El Festival Vallenato y la economía naranja

Cuando Iván Duque Márquez, en su rol de Presidente de la República, expresa que el Festival Vallenato ha convertido a Valledupar en una capital naranja del folclor y la cultura, seguramente más que un formalismo de momento, está haciendo referencia al mejor ejemplo que tiene el país de economía creativa donde se encuentran la cultura […]

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Cuando Iván Duque Márquez, en su rol de Presidente de la República, expresa que el Festival Vallenato ha convertido a Valledupar en una capital naranja del folclor y la cultura, seguramente más que un formalismo de momento, está haciendo referencia al mejor ejemplo que tiene el país de economía creativa donde se encuentran la cultura y el emprendimiento.

El mismo Presidente ha expresado que esta economía creativa denominada economía naranja, se compone esencialmente de cuatro sectores, uno de los cuales condensa los festivales, los carnavales, la gastronomía, los museos y el patrimonio ancestral. En palabras de Duque, en nuestro país, la sola economía naranja aporta al PIB un 3.4 por ciento, mucho más que sectores tradicionales como el café y la minería.

En un análisis de la pobreza y las condiciones de vida en Valledupar, publicado en marzo de este año, por el Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la República, se señaló que: “en los últimos años la ciudad ha logrado capitalizar en el tradicional Festival Vallenato, un activo de gran importancia para la economía local (…) tomando como ejemplo esta exitosa fiesta, hoy en día Valledupar también busca expandir esa riqueza cultural a otras áreas por fuera del vallenato, como lo son las artes plásticas, la pintura y el teatro”

Este Festival Vallenato que se hace en Valledupar, cada abril, es el mejor ejemplo de economía naranja; que cada uno de los nacidos en Valledupar se convenza que ningún otro ejemplo a nivel nacional en términos de economía naranja es tan importante como el Festival de la Leyenda Vallenata.

En la política naranja existen unos acuerdos básicos, el primero es tener como mira la sostenibilidad y el segundo esta dado en crear mecanismos eficaces para fortalecer la cadena de valor de la economía creativa. Desde años atrás, mucho antes de que el país hablara de economía naranja o creativa, el Festival de la Leyenda vallenata, había de manera planeada planteado esos acuerdos básicos.

El Festival Vallenato encaja muy bien dentro de las líneas de política de economía naranja, en términos de información y conocimiento de los sectores culturales y creativos, así como de una creación innovadora, audiencia, mentalidad y cultura, de igual forma en cuanto a formación y talento humano para las artes, el patrimonio y los oficios del sector creativo. Existe también la infraestructura y los encadenamientos productivos.

Una ventana de oportunidades, es lo que ha sido el Festival de la Leyenda Vallenata para Valledupar; el mismo permitió en parte, hacer de esta una ciudad. Acá en Valledupar, nació el mejor ejemplo de economía naranja que tiene el país.

Columnista
26 abril, 2019

El Festival Vallenato y la economía naranja

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Antonio Soto Murgas

Cuando Iván Duque Márquez, en su rol de Presidente de la República, expresa que el Festival Vallenato ha convertido a Valledupar en una capital naranja del folclor y la cultura, seguramente más que un formalismo de momento, está haciendo referencia al mejor ejemplo que tiene el país de economía creativa donde se encuentran la cultura […]


Cuando Iván Duque Márquez, en su rol de Presidente de la República, expresa que el Festival Vallenato ha convertido a Valledupar en una capital naranja del folclor y la cultura, seguramente más que un formalismo de momento, está haciendo referencia al mejor ejemplo que tiene el país de economía creativa donde se encuentran la cultura y el emprendimiento.

El mismo Presidente ha expresado que esta economía creativa denominada economía naranja, se compone esencialmente de cuatro sectores, uno de los cuales condensa los festivales, los carnavales, la gastronomía, los museos y el patrimonio ancestral. En palabras de Duque, en nuestro país, la sola economía naranja aporta al PIB un 3.4 por ciento, mucho más que sectores tradicionales como el café y la minería.

En un análisis de la pobreza y las condiciones de vida en Valledupar, publicado en marzo de este año, por el Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la República, se señaló que: “en los últimos años la ciudad ha logrado capitalizar en el tradicional Festival Vallenato, un activo de gran importancia para la economía local (…) tomando como ejemplo esta exitosa fiesta, hoy en día Valledupar también busca expandir esa riqueza cultural a otras áreas por fuera del vallenato, como lo son las artes plásticas, la pintura y el teatro”

Este Festival Vallenato que se hace en Valledupar, cada abril, es el mejor ejemplo de economía naranja; que cada uno de los nacidos en Valledupar se convenza que ningún otro ejemplo a nivel nacional en términos de economía naranja es tan importante como el Festival de la Leyenda Vallenata.

En la política naranja existen unos acuerdos básicos, el primero es tener como mira la sostenibilidad y el segundo esta dado en crear mecanismos eficaces para fortalecer la cadena de valor de la economía creativa. Desde años atrás, mucho antes de que el país hablara de economía naranja o creativa, el Festival de la Leyenda vallenata, había de manera planeada planteado esos acuerdos básicos.

El Festival Vallenato encaja muy bien dentro de las líneas de política de economía naranja, en términos de información y conocimiento de los sectores culturales y creativos, así como de una creación innovadora, audiencia, mentalidad y cultura, de igual forma en cuanto a formación y talento humano para las artes, el patrimonio y los oficios del sector creativo. Existe también la infraestructura y los encadenamientos productivos.

Una ventana de oportunidades, es lo que ha sido el Festival de la Leyenda Vallenata para Valledupar; el mismo permitió en parte, hacer de esta una ciudad. Acá en Valledupar, nació el mejor ejemplo de economía naranja que tiene el país.