I Evocando aquella plaza, hoy de nombre Alfonso López, los caballos a galopes y corrales en las casas. La modernidad reemplaza: nuevos planos y el color, el mármol en esplendor y su estética figura; celebra la arquitectura el diseño ganador. II Algunos con voz tenor y nostalgia provinciana, dirán que lo nuevo gana […]
I
Evocando aquella plaza,
hoy de nombre Alfonso López,
los caballos a galopes
y corrales en las casas.
La modernidad reemplaza:
nuevos planos y el color,
el mármol en esplendor
y su estética figura;
celebra la arquitectura
el diseño ganador.
II
Algunos con voz tenor
y nostalgia provinciana,
dirán que lo nuevo gana
y lo viejo es perdedor.
Pero no falta el cantor
que con voces de armonía
reconozca a la alcaldía
la virtudes de esta obra;
la belleza nunca sobra
ni se pierde con el día.
III
Tu nombre Valledupar
hasta en el aire se siente
y el Guatapurí esplendente
aquí nos viene a bañar;
su cauce deja al pasar
el perfume de granizos
la magia de los carrizos
en su leyenda ancestral,
y la belleza musical
de este folclor mestizo.
IV
Valledupar yo te quiero
paraíso de lealtad,
el abrazo es hermandad
aquí nadie es forastero.
Y dicen que los troveros
riegan versos en la greda,
como una estera de seda
formada de hermosas flores;
quien viene buscando amores
con amor aquí se queda.
I Evocando aquella plaza, hoy de nombre Alfonso López, los caballos a galopes y corrales en las casas. La modernidad reemplaza: nuevos planos y el color, el mármol en esplendor y su estética figura; celebra la arquitectura el diseño ganador. II Algunos con voz tenor y nostalgia provinciana, dirán que lo nuevo gana […]
I
Evocando aquella plaza,
hoy de nombre Alfonso López,
los caballos a galopes
y corrales en las casas.
La modernidad reemplaza:
nuevos planos y el color,
el mármol en esplendor
y su estética figura;
celebra la arquitectura
el diseño ganador.
II
Algunos con voz tenor
y nostalgia provinciana,
dirán que lo nuevo gana
y lo viejo es perdedor.
Pero no falta el cantor
que con voces de armonía
reconozca a la alcaldía
la virtudes de esta obra;
la belleza nunca sobra
ni se pierde con el día.
III
Tu nombre Valledupar
hasta en el aire se siente
y el Guatapurí esplendente
aquí nos viene a bañar;
su cauce deja al pasar
el perfume de granizos
la magia de los carrizos
en su leyenda ancestral,
y la belleza musical
de este folclor mestizo.
IV
Valledupar yo te quiero
paraíso de lealtad,
el abrazo es hermandad
aquí nadie es forastero.
Y dicen que los troveros
riegan versos en la greda,
como una estera de seda
formada de hermosas flores;
quien viene buscando amores
con amor aquí se queda.