La temporada seca tiene en jaque la producción de plátano de los excombatientes. La salvación es el sistema de riego instalado con apoyo de la Organización de Naciones Unidas, ONU.
“Las matas de plátano que ves cuando entras eran mías, pero el verano las mató”. Diego Rodríguez es uno de los 160 excombatientes que llegó al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación, ETRC de Tierra Grata, ubicado entre los municipios de La Paz y Manaure hace aproximadamente dos años y medio, y quien detalla los desastres que ha dejado el verano en su siembra de plátano hartón.
Viven entre dos males: el verano y lo que llaman “incumplimiento del Estado”, males que los acompañan desde que llegaron al ETRC. Llegar al espacio donde están los reincorporados es un reto. Cuando se sale del municipio de La Paz hay una carretera de 15 minutos en carro, pero después todo es una trocha que retrasa el camino a casi una hora en transporte. No cualquier carro transita por allí.
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En un comienzo llegaron cerca de 160 excombatientes, pero entre familiares, parejas e hijos que han nacido durante el proceso, hoy son más de 300 personas buscando crear proyectos productivos para hacerse autosostenibles. Y en ese camino han aparecido benefactores y entidades como la Organización de las Naciones Unidas que ha colaborado con la gestión de proyectos productivos.
El pasado siete de marzo hicieron oficial la entrega del sistema de riego que está funcionando desde el 5 de enero, para intentar salvar la cosecha de plátano que ya debía estar dando resultados, pero que el verano ha frenado su producción. “Este plátano tiene año y medio golpeado muy fuertemente por dos veranos que le han caído encima. Esto llevó a que las Naciones Unidas mirara la posibilidad de ayudar a montar un sistema de riego, y que se logró. Hasta el momento funciona no hasta el 100 %, pero no es por el manejo de las Naciones Unidas, sino la empresa que está montando el sistema que nos ha incumplido”, aseveró Gilberto Giraldo, quien al momento del proceso tenía a cargo el frente 41 de las Farc que se movía por la región Caribe, pero hoy es el jefe de los proyectos productivos.
Según Giraldo, el sistema funciona en un 60 %, aunque todas las plantas se riegan, faltan varias llaves para hacerlo más interdependiente. El sistema de riego no dejó morir la siembra, pero la verdadera esperanza son las lluvias pronosticadas para abril.
En total, son dos hectáreas de plátano sembradas que lucen desgastadas por la falta de lluvia y la brisa. “Empezamos desde cero. Como la experiencia de nosotros ha sido esa, siempre de agricultores. Nosotros empezamos a trabajar pensando que las tierras eran iguales en todas partes y por eso nos ha ocurrido una serie de dificultades en la producción, por falta de conocimiento”, agregó Giraldo.
La finca Borja donde tienen cabezas de ganado y siembras no se las dio el Estado dentro de la promesa de las tres millones hectáreas de la Reforma Rural, sino un terrateniente del sector.
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La ‘vaca’ que hicieron para conseguir ganado
Según comentan los excombatientes, de las pocas promesas que ha cumplido el Gobierno fue la entrega de un capital para producirlo. Cerca de dos millones para cada reinsertado. Con ese dinero, decidieron unirse y aportar para comprar 45 cabezas de ganado, para forma una asociación de ganaderos.
Al plátano y el ganado dedican su rutina. Desde las cinco de la mañana, se levantan a ver el sistema de riego, que los vecinos de la zona no hayan cortado el agua y llevar algarrobillo para las vacas. Diego Rodríguez estuvo 19 años y medio en las Farc, y siempre se ha dedicado al campo antes, durante y después de estar en el nuevo grupo guerrillero que ahora es un partido político.
“La sequía que se ve cerca del cultivo y el arroyo que está al lado de los potreros en invierno inundan todo, pero mira ni un charco corre”, explica Rodríguez, quien es uno de los más de 35 asociados en el fondo ganadero de las ETRC de La Paz.
LA NECESIDAD DE VIVIENDA
La mayoría vivía en el campo antes de ingresar a las filas de las Farc, y en el campo quieren vivir ahora como reinsertados. Por eso llevan varios años gestionando un proyecto de casas tanto en Tierra Grata como en el otro ETCR en Pondores, La Guajira. En sí, el proyecto consiste en cerca de 150 casas en una primera fase para Tierra Grata y unas 200 para Pondores.
¿Los recursos? Según los reincorporados, la Unión Europea aprobó una cantidad importante de dinero para el proyecto, sumado al apoyo de instituciones locales. Como la idea es que ellos mismos desarrollen el proyecto, se planea que el SENA los capacite, además de una sociedad de arquitectos del departamento que donará los planos.
“Hemos hecho todo lo posible por ganar el terreno donde estamos, habían dicho que ahí había hidrocarburos, pero al parecer no era cierto. La batalla ya está casi ganada. Ahora lo que estamos promoviendo es la carpintería y la herrería entre los camaradas, y con los 8 millones que darán a cada uno hacer una ferretería que administre y beneficie la comunidad”, aseguró Gilberto Giraldo.
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¿Y EL ACUEDUCTO?
En la finca Borja, donde está instalado el proyecto productivo de plátano no llega la luz, y tampoco el servicio de acueducto. Pero con la llegada del proyecto de construcción se hace urgente. Por eso, en un comienzo gestionaron para conseguir los 350 o 400 millones que puede valer la construcción de un acueducto.
Ante lo que califican como “desinterés” de algunas autoridades, decidieron empezar recolectas. “La idea es hacer un acueducto desde la parte de arriba. Agua hay, el agua sale del caño que viene de San José de Oriente. Viene un río que inicia desde la cordillera. Tenemos una campaña, cada uno aporta una parte de su renta básica”, comentó uno de los reinsertados.
Pero el proyecto también beneficiaría a los alrededores, sobre todo al cacería El filo, vecinos del territorio donde se reincorporan las Farc.
Por: DEIVIS CARO DAZA/ EL PILÓN
[email protected]
La temporada seca tiene en jaque la producción de plátano de los excombatientes. La salvación es el sistema de riego instalado con apoyo de la Organización de Naciones Unidas, ONU.
“Las matas de plátano que ves cuando entras eran mías, pero el verano las mató”. Diego Rodríguez es uno de los 160 excombatientes que llegó al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación, ETRC de Tierra Grata, ubicado entre los municipios de La Paz y Manaure hace aproximadamente dos años y medio, y quien detalla los desastres que ha dejado el verano en su siembra de plátano hartón.
Viven entre dos males: el verano y lo que llaman “incumplimiento del Estado”, males que los acompañan desde que llegaron al ETRC. Llegar al espacio donde están los reincorporados es un reto. Cuando se sale del municipio de La Paz hay una carretera de 15 minutos en carro, pero después todo es una trocha que retrasa el camino a casi una hora en transporte. No cualquier carro transita por allí.
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En un comienzo llegaron cerca de 160 excombatientes, pero entre familiares, parejas e hijos que han nacido durante el proceso, hoy son más de 300 personas buscando crear proyectos productivos para hacerse autosostenibles. Y en ese camino han aparecido benefactores y entidades como la Organización de las Naciones Unidas que ha colaborado con la gestión de proyectos productivos.
El pasado siete de marzo hicieron oficial la entrega del sistema de riego que está funcionando desde el 5 de enero, para intentar salvar la cosecha de plátano que ya debía estar dando resultados, pero que el verano ha frenado su producción. “Este plátano tiene año y medio golpeado muy fuertemente por dos veranos que le han caído encima. Esto llevó a que las Naciones Unidas mirara la posibilidad de ayudar a montar un sistema de riego, y que se logró. Hasta el momento funciona no hasta el 100 %, pero no es por el manejo de las Naciones Unidas, sino la empresa que está montando el sistema que nos ha incumplido”, aseveró Gilberto Giraldo, quien al momento del proceso tenía a cargo el frente 41 de las Farc que se movía por la región Caribe, pero hoy es el jefe de los proyectos productivos.
Según Giraldo, el sistema funciona en un 60 %, aunque todas las plantas se riegan, faltan varias llaves para hacerlo más interdependiente. El sistema de riego no dejó morir la siembra, pero la verdadera esperanza son las lluvias pronosticadas para abril.
En total, son dos hectáreas de plátano sembradas que lucen desgastadas por la falta de lluvia y la brisa. “Empezamos desde cero. Como la experiencia de nosotros ha sido esa, siempre de agricultores. Nosotros empezamos a trabajar pensando que las tierras eran iguales en todas partes y por eso nos ha ocurrido una serie de dificultades en la producción, por falta de conocimiento”, agregó Giraldo.
La finca Borja donde tienen cabezas de ganado y siembras no se las dio el Estado dentro de la promesa de las tres millones hectáreas de la Reforma Rural, sino un terrateniente del sector.
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La ‘vaca’ que hicieron para conseguir ganado
Según comentan los excombatientes, de las pocas promesas que ha cumplido el Gobierno fue la entrega de un capital para producirlo. Cerca de dos millones para cada reinsertado. Con ese dinero, decidieron unirse y aportar para comprar 45 cabezas de ganado, para forma una asociación de ganaderos.
Al plátano y el ganado dedican su rutina. Desde las cinco de la mañana, se levantan a ver el sistema de riego, que los vecinos de la zona no hayan cortado el agua y llevar algarrobillo para las vacas. Diego Rodríguez estuvo 19 años y medio en las Farc, y siempre se ha dedicado al campo antes, durante y después de estar en el nuevo grupo guerrillero que ahora es un partido político.
“La sequía que se ve cerca del cultivo y el arroyo que está al lado de los potreros en invierno inundan todo, pero mira ni un charco corre”, explica Rodríguez, quien es uno de los más de 35 asociados en el fondo ganadero de las ETRC de La Paz.
LA NECESIDAD DE VIVIENDA
La mayoría vivía en el campo antes de ingresar a las filas de las Farc, y en el campo quieren vivir ahora como reinsertados. Por eso llevan varios años gestionando un proyecto de casas tanto en Tierra Grata como en el otro ETCR en Pondores, La Guajira. En sí, el proyecto consiste en cerca de 150 casas en una primera fase para Tierra Grata y unas 200 para Pondores.
¿Los recursos? Según los reincorporados, la Unión Europea aprobó una cantidad importante de dinero para el proyecto, sumado al apoyo de instituciones locales. Como la idea es que ellos mismos desarrollen el proyecto, se planea que el SENA los capacite, además de una sociedad de arquitectos del departamento que donará los planos.
“Hemos hecho todo lo posible por ganar el terreno donde estamos, habían dicho que ahí había hidrocarburos, pero al parecer no era cierto. La batalla ya está casi ganada. Ahora lo que estamos promoviendo es la carpintería y la herrería entre los camaradas, y con los 8 millones que darán a cada uno hacer una ferretería que administre y beneficie la comunidad”, aseguró Gilberto Giraldo.
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¿Y EL ACUEDUCTO?
En la finca Borja, donde está instalado el proyecto productivo de plátano no llega la luz, y tampoco el servicio de acueducto. Pero con la llegada del proyecto de construcción se hace urgente. Por eso, en un comienzo gestionaron para conseguir los 350 o 400 millones que puede valer la construcción de un acueducto.
Ante lo que califican como “desinterés” de algunas autoridades, decidieron empezar recolectas. “La idea es hacer un acueducto desde la parte de arriba. Agua hay, el agua sale del caño que viene de San José de Oriente. Viene un río que inicia desde la cordillera. Tenemos una campaña, cada uno aporta una parte de su renta básica”, comentó uno de los reinsertados.
Pero el proyecto también beneficiaría a los alrededores, sobre todo al cacería El filo, vecinos del territorio donde se reincorporan las Farc.
Por: DEIVIS CARO DAZA/ EL PILÓN
[email protected]