En un largo partido sin goles contra el Chelsea, el título para el Manchester City llegó a traves de los penatis, 4-3.

Tanto el Manchester City como el Chelsea llegaban al renovado Wembley para jugar la final de la Carabao Cup de Inglaterra con el recuerdo del 6-0 de la semana pasado por la Premier League, donde el City apabulló en los 90 minutos al equipo de Londres dirigido por Mauricio Sarri.
Desde un comienzo los de Guardiola tomaron la posesión ante un Chelsea que presentó varios cambios respecto a la goleada de la semana pasada. De 9 iba un Eder Hazard que no fue protagonista en la primera mitad.

En este caso, la diferencia entre ambos equipos no fue significativa, terminando en un empate sin goles y pocas emociones en los primeros 90 minutos.

Llegó el tiempo extra y ante el poco futbol mostrado por ambos equipos, el show se lo robó el entrenador del Chelsea, Mauricio Sarri y su arquero, el español Kepa. Faltando cinco minutos del tiempo extra, Sarri intentó hacer un cambio de arquero para que ingresara el argentino Willy Caballero, reconocido por ser atajador de arquero. Pero el cambio no se dio porque en un acto de rebeldía Kepa se negó a ser cambiado. Sarri amenazó con irse, casi cruzó la puerta, pero se regresó sin disimular la molestia. Todo un show a pocos minutos de los penaltis.

Llegaron los penaltis y el primero en ejecutar fue Jorginho, mediocampista del Chelsea. En un acto de cortesía, tiró el balón sin ubicación ni fuerza, fácil para Ederson. Al turno del Manchester City, Gundhogan sí supo aprovechar. Ventaja para los ciudadanos.

El segundo de los blues fue Azpilicueta, quien la ubicó en el ángulo, imposible para el arquero del City. Para agregarle suspenso, Agüero disparó suave mientras veía como se le escapaba el balón de las manos a Kepa. El tercero en patear fue Ederson. Llegaba a patear por los ciudadanos el alemán Sané. En una estirada memorable, Kepa atajó el penal e igualó la serie a dos goles con tres disparos realizados.

Pero David Luis erraría su penal, mientras que Bernardo Silva la enviaba al ángulo. Un gol de ventaja para el City a falta de un disparo. Si fallaba Hazard el equipo de Guardiola sería campeón. El belga sin muchos nervios la picó al mejor estilo panenka para empatar la serie.

Pero Sterling en un tiro perfecto la ubicó en todo el ángulo, imposible para el arquero del Chelsea, para darle su sexta Copa de Liga al Manchester City y el titulo 25 a Pep Guardiola, cuatro de ellos con el equipo inglés.