Los guajiros y los cesarenses tenemos una deuda de gratitud con Venezuela, como muchos colombianos. Todos nuestros mayores, tuvieron en su momento un familiar que se desplazó a Venezuela buscando mejor futuro. Durante años muchos de los subsectores de la economía de nuestra región tuvieron en Venezuela su principal mercado y muchos productos de allá […]
Los guajiros y los cesarenses tenemos una deuda de gratitud con Venezuela, como muchos colombianos. Todos nuestros mayores, tuvieron en su momento un familiar que se desplazó a Venezuela buscando mejor futuro.
Durante años muchos de los subsectores de la economía de nuestra región tuvieron en Venezuela su principal mercado y muchos productos de allá se comercializaron en nuestro mercado.
Muchos negocios caseros en Valledupar o Riohacha, La Paz o Villanueva, Codazzi o Fonseca, comercializaban productos venezolanos; los estancos de licores y víveres dependían de productos traídos de Venezuela.
La ganadería nuestra y en especial la de carne, encontró en Venezuela durante mucho tiempo su principal mercado.
Quienes se dedicaban al engorde y ceba de ganado tenían en Venezuela la posibilidad de un mejor precio. Los insumos venezolanos muchas de las veces abarataron costos en nuestro sector agropecuario.
Nuestra canasta familiar siempre encontró en los productos venezolanos, la mejor opción en términos de calidad, variedad, cantidad y bajos costos.
La ropa, la industria automotriz, los electrodomésticos y muchos de los productos que llegaban de Venezuela permitieron minimizar costos a las personas del Cesar y la Guajira. La misma gasolina aunque de contrabando e ilegal muchas de las veces movió nuestra economía local.
La realidad es más dura, durante muchos años la ausencia del estado colombiano y la indiferencia del centralismo bogotano, fue suplida, así fuera de contrabando, por el estado venezolano.
Gracias Venezuela, seguramente me quedo corta al expresarlo, usted que lee mi columna, reflexione un segundo y recuerde cuánto de lo que ha conocido para nuestra región se debe a Venezuela.
Maduro, devuélvanos la Venezuela a la que tanto debemos.
No olvidemos que los venezolanos no eran inmigrantes, por el contrario recibían personas de otras partes del mundo. Compartían su abundancia y en especial recibieron a muchos colombianos, de los cuales varios eran nacidos en La Guajira y en el Cesar.
Esa fue la primera inmigración, la de acá para allá; después vino la de allá para acá.
Los guajiros y los cesarenses tenemos una deuda de gratitud con Venezuela, como muchos colombianos. Todos nuestros mayores, tuvieron en su momento un familiar que se desplazó a Venezuela buscando mejor futuro. Durante años muchos de los subsectores de la economía de nuestra región tuvieron en Venezuela su principal mercado y muchos productos de allá […]
Los guajiros y los cesarenses tenemos una deuda de gratitud con Venezuela, como muchos colombianos. Todos nuestros mayores, tuvieron en su momento un familiar que se desplazó a Venezuela buscando mejor futuro.
Durante años muchos de los subsectores de la economía de nuestra región tuvieron en Venezuela su principal mercado y muchos productos de allá se comercializaron en nuestro mercado.
Muchos negocios caseros en Valledupar o Riohacha, La Paz o Villanueva, Codazzi o Fonseca, comercializaban productos venezolanos; los estancos de licores y víveres dependían de productos traídos de Venezuela.
La ganadería nuestra y en especial la de carne, encontró en Venezuela durante mucho tiempo su principal mercado.
Quienes se dedicaban al engorde y ceba de ganado tenían en Venezuela la posibilidad de un mejor precio. Los insumos venezolanos muchas de las veces abarataron costos en nuestro sector agropecuario.
Nuestra canasta familiar siempre encontró en los productos venezolanos, la mejor opción en términos de calidad, variedad, cantidad y bajos costos.
La ropa, la industria automotriz, los electrodomésticos y muchos de los productos que llegaban de Venezuela permitieron minimizar costos a las personas del Cesar y la Guajira. La misma gasolina aunque de contrabando e ilegal muchas de las veces movió nuestra economía local.
La realidad es más dura, durante muchos años la ausencia del estado colombiano y la indiferencia del centralismo bogotano, fue suplida, así fuera de contrabando, por el estado venezolano.
Gracias Venezuela, seguramente me quedo corta al expresarlo, usted que lee mi columna, reflexione un segundo y recuerde cuánto de lo que ha conocido para nuestra región se debe a Venezuela.
Maduro, devuélvanos la Venezuela a la que tanto debemos.
No olvidemos que los venezolanos no eran inmigrantes, por el contrario recibían personas de otras partes del mundo. Compartían su abundancia y en especial recibieron a muchos colombianos, de los cuales varios eran nacidos en La Guajira y en el Cesar.
Esa fue la primera inmigración, la de acá para allá; después vino la de allá para acá.