El aeropuerto más cercano de Aguachica y el sur del Cesar es el de Bucaramanga, ubicado a 3 horas. Además, el aeropuerto sería una solución para alrededor de 23 municipios y corregimientos del sur de Bolívar que deben trasladarse hasta Cartagena en un recorrido cercano a las 12 horas.
Con bombos y platillos, el 9 de noviembre del 2016, el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle, y el entonces vicepresidente de la república, Germán Vargas Lleras, inauguraron la pista de aterrizaje y otras obras dentro del aeropuerto Hacaritama, del municipio de Aguachica, pero dos años después, aún no funciona debido a que no ha sido terminado.
En ese tiempo, la noticia tuvo cubrimiento nacional por la importancia del aeropuerto para el sur del departamento, para ciudades de Norte de Santander y algunos municipios del sur de Bolívar. “Entregamos esta primera parte de la obra, pero nos falta la segunda fase que es el área administrativa, la torre de control, el área de espera. Podemos garantizar su entrega para el año 2017. Lo que viene es que vamos a sentarnos con los congresistas y el vicepresidente a revisar el cierre financiero para la segunda fase”, dijo entonces el mandatario de los cesarenses.
“Qué satisfacción estar aquí cumpliéndoles con lo prometido. Ustedes quedan con un aeropuerto muy bueno. Un proyecto de gran impacto para la industria regional, los usuarios del transporte aéreo, el comercio y el turismo”, fueron las palabras del entonces vicepresidente Vargas Lleras, pero lo que hay es insatisfacción por una millonaria inversión sin que preste ningún servicio.
Terminada la primera parte de la obra que incluía una pista prediseñada en 1880 x 45 metros, quedaron faltando otras construcciones indispensables para su funcionamiento avaluadas en $18.000 millones según el alcalde de Aguachica, Henry Alí Montes.
La promesa principal fue la creación de un convenio entre la Gobernación del Cesar, que aportaría alrededor de $9.000 millones y el Ministerio de Transporte con 4.000 millones de pesos, según el mismo funcionario. No obstante, el convenio no se hizo realidad.
¿QUÉ SE HIZO Y QUÉ HACE FALTA?
Franjas de seguridad, canal de aguas lluvias y obras de iluminación, entre otras obras fueron entregadas en la primera fase, ejecutada por el Consorcio Nuevo Aeropuerto Aguachica, conformado por la Constructora Meco Sucursal Colombia y Meco Infraestructura
Dos años después todo quedó estancado, por eso, desde Aguachica empezaron a llamar la atención para que el aeropuerto no se convierta en un elefante blanco.
“En noviembre fui a la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes para pedir por el funcionamiento del aeropuerto. Se logró que el vicepresidente de la empresa estatal SATENA se comprometiera a operar un vuelo de Bogotá – Aguachica para este mes de enero”, manifestó Alí Montes. El horario iría desde las 6:00 de la mañana hasta 6:00 de la tarde, ayudados por la torre de control de otro municipio.
El aeropuerto más cercano de Aguachica y el sur del Cesar es el de la capital del Santander, Bucaramanga, ubicado a 3 horas de por vía terrestre. Además, el aeropuerto sería una solución para alrededor de 23 municipios y corregimientos del sur de Bolívar que deben trasladarse hasta Cartagena en un recorrido cercano a las 12 horas para poder acceder a un aeropuerto.
BLOQUEO COMERCIAL Y OTROS PROBLEMAS
“El empresario que quiera hacer negocios en Aguachica o algún municipio del sur del Cesar, cuando se entere que por aire llegará hasta Bucaramanga y después viajará de 3 a 5 horas por tierra, seguro no tendrá mucho estimulo en venir a invertir”, fueron las palabras del alcalde de la segunda ciudad más importante del departamento del Cesar, explicando el bloqueo económico que representa la inactividad de una obra a la que ya se le invirtieron alrededor de 32 mil millones de pesos.
Igualmente, la comunidad está a la espera de la finalización de la obra, sobre todo, por el tiempo que se ahorrarían y los empleos que pueden generarse. “Un aeropuerto le da un plus a la ciudad. Para atender una infraestructura de ese tipo se necesita gente, empleos que saldrán del mismo municipio. Eso contando los empleos directos, pero también está la comunidad hotelera, porque se prevé que llegue mucha gente de los municipios aledaños, y los taxis por todo lo relacionado con el turismo”, explicó Laura Monsalvo, habitante de Aguachica. La pista del aeropuerto está ubicada a 20 minutos del centro del municipio.
ENTRE EL OLVIDO POLÍTICO Y EL CLAMOR DE LA CIUDADANÍA
Para este año, en el presupuesto nacional quedaron tasados los 18.000 mil millones necesarios para poder concluir el aeropuerto y abrir los vuelos comerciales. Hasta ahora, han trabajado solo con vuelos charters.
“Es un clamor que hacemos los ciudadanos del sur del Cesar a nuestros representantes en el Congreso para que hagan la vocería, tocando puertas en el Ministerio de Transporte, Invías, la Aeronáutica nacional, y si es necesario presidencia”, agregó el mandatario local.
“Yo siento que el problema es que lo tienen en el olvido, porque en condiciones óptimas sí está, hasta la vía para ir está en buen estado, pero si no lo usan se puede convertir en un elefante blanco”, agregó Monsalvo.
El aeropuerto más cercano de Aguachica y el sur del Cesar es el de Bucaramanga, ubicado a 3 horas. Además, el aeropuerto sería una solución para alrededor de 23 municipios y corregimientos del sur de Bolívar que deben trasladarse hasta Cartagena en un recorrido cercano a las 12 horas.
Con bombos y platillos, el 9 de noviembre del 2016, el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle, y el entonces vicepresidente de la república, Germán Vargas Lleras, inauguraron la pista de aterrizaje y otras obras dentro del aeropuerto Hacaritama, del municipio de Aguachica, pero dos años después, aún no funciona debido a que no ha sido terminado.
En ese tiempo, la noticia tuvo cubrimiento nacional por la importancia del aeropuerto para el sur del departamento, para ciudades de Norte de Santander y algunos municipios del sur de Bolívar. “Entregamos esta primera parte de la obra, pero nos falta la segunda fase que es el área administrativa, la torre de control, el área de espera. Podemos garantizar su entrega para el año 2017. Lo que viene es que vamos a sentarnos con los congresistas y el vicepresidente a revisar el cierre financiero para la segunda fase”, dijo entonces el mandatario de los cesarenses.
“Qué satisfacción estar aquí cumpliéndoles con lo prometido. Ustedes quedan con un aeropuerto muy bueno. Un proyecto de gran impacto para la industria regional, los usuarios del transporte aéreo, el comercio y el turismo”, fueron las palabras del entonces vicepresidente Vargas Lleras, pero lo que hay es insatisfacción por una millonaria inversión sin que preste ningún servicio.
Terminada la primera parte de la obra que incluía una pista prediseñada en 1880 x 45 metros, quedaron faltando otras construcciones indispensables para su funcionamiento avaluadas en $18.000 millones según el alcalde de Aguachica, Henry Alí Montes.
La promesa principal fue la creación de un convenio entre la Gobernación del Cesar, que aportaría alrededor de $9.000 millones y el Ministerio de Transporte con 4.000 millones de pesos, según el mismo funcionario. No obstante, el convenio no se hizo realidad.
¿QUÉ SE HIZO Y QUÉ HACE FALTA?
Franjas de seguridad, canal de aguas lluvias y obras de iluminación, entre otras obras fueron entregadas en la primera fase, ejecutada por el Consorcio Nuevo Aeropuerto Aguachica, conformado por la Constructora Meco Sucursal Colombia y Meco Infraestructura
Dos años después todo quedó estancado, por eso, desde Aguachica empezaron a llamar la atención para que el aeropuerto no se convierta en un elefante blanco.
“En noviembre fui a la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes para pedir por el funcionamiento del aeropuerto. Se logró que el vicepresidente de la empresa estatal SATENA se comprometiera a operar un vuelo de Bogotá – Aguachica para este mes de enero”, manifestó Alí Montes. El horario iría desde las 6:00 de la mañana hasta 6:00 de la tarde, ayudados por la torre de control de otro municipio.
El aeropuerto más cercano de Aguachica y el sur del Cesar es el de la capital del Santander, Bucaramanga, ubicado a 3 horas de por vía terrestre. Además, el aeropuerto sería una solución para alrededor de 23 municipios y corregimientos del sur de Bolívar que deben trasladarse hasta Cartagena en un recorrido cercano a las 12 horas para poder acceder a un aeropuerto.
BLOQUEO COMERCIAL Y OTROS PROBLEMAS
“El empresario que quiera hacer negocios en Aguachica o algún municipio del sur del Cesar, cuando se entere que por aire llegará hasta Bucaramanga y después viajará de 3 a 5 horas por tierra, seguro no tendrá mucho estimulo en venir a invertir”, fueron las palabras del alcalde de la segunda ciudad más importante del departamento del Cesar, explicando el bloqueo económico que representa la inactividad de una obra a la que ya se le invirtieron alrededor de 32 mil millones de pesos.
Igualmente, la comunidad está a la espera de la finalización de la obra, sobre todo, por el tiempo que se ahorrarían y los empleos que pueden generarse. “Un aeropuerto le da un plus a la ciudad. Para atender una infraestructura de ese tipo se necesita gente, empleos que saldrán del mismo municipio. Eso contando los empleos directos, pero también está la comunidad hotelera, porque se prevé que llegue mucha gente de los municipios aledaños, y los taxis por todo lo relacionado con el turismo”, explicó Laura Monsalvo, habitante de Aguachica. La pista del aeropuerto está ubicada a 20 minutos del centro del municipio.
ENTRE EL OLVIDO POLÍTICO Y EL CLAMOR DE LA CIUDADANÍA
Para este año, en el presupuesto nacional quedaron tasados los 18.000 mil millones necesarios para poder concluir el aeropuerto y abrir los vuelos comerciales. Hasta ahora, han trabajado solo con vuelos charters.
“Es un clamor que hacemos los ciudadanos del sur del Cesar a nuestros representantes en el Congreso para que hagan la vocería, tocando puertas en el Ministerio de Transporte, Invías, la Aeronáutica nacional, y si es necesario presidencia”, agregó el mandatario local.
“Yo siento que el problema es que lo tienen en el olvido, porque en condiciones óptimas sí está, hasta la vía para ir está en buen estado, pero si no lo usan se puede convertir en un elefante blanco”, agregó Monsalvo.