Resultó siendo todo un fiasco para el país el proyecto de la transversal Río de Oro – Agua Clara – Gamarra, que pretendía conectar a Ocaña con la Ruta del Sol y con el río Magdalena. El tramo que estaba previsto para llevarse a cabo a partir de una inversión de 1.2 billones de pesos para el mantenimiento y construcción de 80 kilómetros de vías nuevas, literalmente hablando, del optimismo pasó a la frustración.

Si la cuestionada transversal terminó siendo para el país un fiasco, para el departamento del Cesar se constituye en otro fracaso más en términos de vías. ¡Vaya fiasco esta transversal!
El otrosí al contrato de concesión de la Ruta del Sol 2 que dio origen contractual a la transversal en mención, fue firmado el 14 de marzo del año 2014, pero tiene el pecado de ser una adición adjudicada de manera directa, sin que mediara una licitación pública. La adjudicación de manera directa desconoció el proceso de selección pública, conllevando una adición que no tenía relación directa ni necesaria con el objeto inicial, al tratarse de un corredor vial distinto.

Además, se modificó el objeto, valor y monto de la contraprestación, el plazo y los cupos anuales de vigencias futuras, sin obtener previamente las autorizaciones legales correspondientes y sin contar con las respectivas partidas o disponibilidades presupuestales.
No es justo con el Cesar que la improvisación y la negligencia, además de la corrupción, lleven a no tener avances significativos y contundentes de infraestructura en el departamento.

La semana anterior, el caricaturista de este mismo periódico Deivi Safady Pupo en una de sus caricaturas, hizo referencia a la Ruta del Sol señalándola como “LA RATA DEL SOL”, utilizando las palabras de Safady en la referida caricatura, me pregunto ¿cuándo estará lista la transversal Ocaña – Gamarra? y con la misma genialidad que utilizó Safady diría: ¡¡QUIZÁS!!, “SIN FINAL”.

Cuándo será el día que la Agencia Nacional de Infraestructura – ANI nos dará la cara a los cesarenses y nos dirá que día termina la Ruta del Sol en sus tramos II y III; y la transversal Ocaña – Gamarra ¡quizás!

Nada que hable peor en términos de infraestructura, que una vía inconclusa o inservible. Nada que hable peor en un país, el hecho que de manera individual, un departamento deba soportar sólo las cargas producto de la injusticia.

Los efectos de la corrupción de Odebrecht que tanto afectan y sonrojan al país, realmente donde se sienten en términos de afectación es en el departamento del Cesar.
Pobre mi departamento.

Por Josefina Castro González