A algunos no les pagan desde hace más de un año, entre 5 y 15 meses. Por eso, los gineco-obstretas decidieron hacer pública la denuncia por la falta de pago y buenas condiciones laborales.
Son cerca de 54 ginecólogos agrupados en la Asociación de Ginecología y Obstetricia del Cesar, ASGOC, que denuncian ser víctimas de atropellos por parte de las diferentes Instituciones Prestadoras de Salud, IPS, de Valledupar. El comunicado publicado en el día de ayer empieza con la frase: “¡Gineco-obstetras no soportan más¡”. Líneas abajo denuncian que “se vienen presentando atropellos y violaciones de nuestros derechos tanto laborales como salariales que conducen a inestabilidad en el área de trabajo”.
La vinculación contractual de la mayoría de los ginecólogos obstetras de la ciudad es bajo la modalidad de prestación de servicios. “Si le preguntas a algunos no tienen un contrato ni estabilidad, menos una vinculación laboral decente. Pero la cereza al pastel, sin duda, es que a muchos de nosotros no nos pagan desde hace más de 15 meses”, manifestó Julio Peralta, presidente de la Asociación Ginecología y Obstetricia del Cesar.
Mientras los ginecólogos se dedican a atender la salud de las mujeres fuera del embarazo, la obstetricia atiende a las mujeres embarazadas. El problema de los gineco-obstretas que están agrupados es con IPS tanto privadas como públicas. “Vale la pena destacar las dos clínicas que pagan puntuales, la Clínica del Cesar y la Clínica Santo Tomás, pero hay otras que nos deben más de 10 meses y cuando nos cancelan un mes no lo hacen completo, sino solo la mitad. No es justo levantarse con el ánimo y la fuerza de trabajo y que el trabajo que hice en el mes de noviembre me lo vengan a pagar el año entrante, cuando nosotros tenemos nuestras necesidades y hay obligaciones por cumplir”, agregó Peralta.
Sin embargo, no es la única denuncia. Además, aseguran que ante la falta de algunos medicamentos en las farmacias, las IPS ordenan a los profesionales medicar principalmente según los medicamentos con los que cuenten, y no según el diagnóstico.
“No contamos con los medicamento mínimos necesarios para prestar una atención de calidad y por eso están obligando a medicar lo que hay en la farmacia. Dicen: ‘esto necesita el paciente pero no lo hay, entonces medique este’. Cuando el medico asiente cambiar la formulación, ya la responsabilidad pasa al que asiente”, aseveró el presidente la Asociación. Todo sumado a lo que consideran “escasez de personal”. “Las urgencias están atiborradas de pacientes embarazadas y la cantidad de personal no es suficiente para presentar el servicio de la salud y preservar la integridad del médico”. En el mismo comunicado, la Asociación hace un llamado a “toda la comunidad porque el problema es de todos. El impago de los médicos redunda en el servicio”.
A algunos no les pagan desde hace más de un año, entre 5 y 15 meses. Por eso, los gineco-obstretas decidieron hacer pública la denuncia por la falta de pago y buenas condiciones laborales.
Son cerca de 54 ginecólogos agrupados en la Asociación de Ginecología y Obstetricia del Cesar, ASGOC, que denuncian ser víctimas de atropellos por parte de las diferentes Instituciones Prestadoras de Salud, IPS, de Valledupar. El comunicado publicado en el día de ayer empieza con la frase: “¡Gineco-obstetras no soportan más¡”. Líneas abajo denuncian que “se vienen presentando atropellos y violaciones de nuestros derechos tanto laborales como salariales que conducen a inestabilidad en el área de trabajo”.
La vinculación contractual de la mayoría de los ginecólogos obstetras de la ciudad es bajo la modalidad de prestación de servicios. “Si le preguntas a algunos no tienen un contrato ni estabilidad, menos una vinculación laboral decente. Pero la cereza al pastel, sin duda, es que a muchos de nosotros no nos pagan desde hace más de 15 meses”, manifestó Julio Peralta, presidente de la Asociación Ginecología y Obstetricia del Cesar.
Mientras los ginecólogos se dedican a atender la salud de las mujeres fuera del embarazo, la obstetricia atiende a las mujeres embarazadas. El problema de los gineco-obstretas que están agrupados es con IPS tanto privadas como públicas. “Vale la pena destacar las dos clínicas que pagan puntuales, la Clínica del Cesar y la Clínica Santo Tomás, pero hay otras que nos deben más de 10 meses y cuando nos cancelan un mes no lo hacen completo, sino solo la mitad. No es justo levantarse con el ánimo y la fuerza de trabajo y que el trabajo que hice en el mes de noviembre me lo vengan a pagar el año entrante, cuando nosotros tenemos nuestras necesidades y hay obligaciones por cumplir”, agregó Peralta.
Sin embargo, no es la única denuncia. Además, aseguran que ante la falta de algunos medicamentos en las farmacias, las IPS ordenan a los profesionales medicar principalmente según los medicamentos con los que cuenten, y no según el diagnóstico.
“No contamos con los medicamento mínimos necesarios para prestar una atención de calidad y por eso están obligando a medicar lo que hay en la farmacia. Dicen: ‘esto necesita el paciente pero no lo hay, entonces medique este’. Cuando el medico asiente cambiar la formulación, ya la responsabilidad pasa al que asiente”, aseveró el presidente la Asociación. Todo sumado a lo que consideran “escasez de personal”. “Las urgencias están atiborradas de pacientes embarazadas y la cantidad de personal no es suficiente para presentar el servicio de la salud y preservar la integridad del médico”. En el mismo comunicado, la Asociación hace un llamado a “toda la comunidad porque el problema es de todos. El impago de los médicos redunda en el servicio”.