Estoy siendo reiterativo, pero la grave crisis por la reinfección de aftosa lo amerita. No es un asunto de ganaderos o del ministro de Agricultura, sino del país todo. Es una crisis asociada a otro problema estructural: el contrabando de animales y carne desde Venezuela, que es imperativo enfrentar en forma coordinada, pues tenemos normas, […]
Estoy siendo reiterativo, pero la grave crisis por la reinfección de aftosa lo amerita. No es un asunto de ganaderos o del ministro de Agricultura, sino del país todo. Es una crisis asociada a otro problema estructural: el contrabando de animales y carne desde Venezuela, que es imperativo enfrentar en forma coordinada, pues tenemos normas, instituciones y autoridades para todo, pero no se inspecciona, ni se vigila, ni se controla como debe ser.
Hay una gran dispersión de competencias, en la que se diluyen las responsabilidades y se pierden esfuerzos, por lo que me atrevo a una sugerencia algo “castrense”: un “Centro de Mando Unificado” para conjurar la crisis, liderado por el MADR.
No es descabellado, porque el contrabando es un monstruo de muchas cabezas que amenaza a la ganadería y la salud humana, y aunque tiene muchos “vigilantes”, ninguno cumple a cabalidad su función y, peor aún, ni se hablan; son compartimientos estancos. Veamos:
1.- Empezando por el extremo que toca al consumidor, si las secretarías de salud cumplieran su obligación de vigilancia los expendios; si exigieran en las “famas” la Guía de Transporte y decomisaran carne ilegal, el problema empezaría a solucionarse.
2.- La autoridad de inocuidad –INVIMA– vigila las plantas de sacrificio, algunas cerradas o a media marcha, porque el contrabando prefiere el sacrificio clandestino, que no es tan clandestino y debería ser perseguido con la Policía. Cúcuta se come al día la carne de 450 animales, pero solo sacrifica 50 legalmente.
3.- ¡El Ministerio de Transporte! tiene la competencia sobre la inspección, vigilancia y control al transporte de ganado: un canto a la bandera
4.- El control de ingreso de mercancías y, por ende, la detección del contrabando, es función de la DIAN en coordinación con la Policía Fiscal y Aduanera, POLFA. Incrementando los retenes móviles aumentarían las confiscaciones de carne.
5.- Desde las competencias de la Policía, el contrabando no debería entrar, pero lo hace a un ritmo frenético, por el desastre monetario de Venezuela y el negocio para los criminales a lado y lado de la frontera: Allá la Guardia Nacional; acá el ELN, los Pelusos, las disidencias, el Clan del Golfo. Se necesita vigilancia, pero sobre todo más inteligencia.
6.- Para el MADR y el ICA como autoridad sanitaria, el contrabando explica pero no justifica la reinfección de aftosa, pues la “Zona de Alta Vigilancia” debía estar sujeta a vacunación rigurosa, control a Guías Sanitarias de Movilización, trazabilidad total y retenes móviles. Entre burocracia y corrupción, ese control sanitario se erosionó, y pasó lo que pasó.
Contra la dispersión, el Mando Unificado para superar la crisis. La propuesta está sobre la mesa.
Nota bene. Con IVA del 18%, la clase media se devolverá a la informalidad de las famas de barrio.
Por José Félix Lafaurie Rivera
Estoy siendo reiterativo, pero la grave crisis por la reinfección de aftosa lo amerita. No es un asunto de ganaderos o del ministro de Agricultura, sino del país todo. Es una crisis asociada a otro problema estructural: el contrabando de animales y carne desde Venezuela, que es imperativo enfrentar en forma coordinada, pues tenemos normas, […]
Estoy siendo reiterativo, pero la grave crisis por la reinfección de aftosa lo amerita. No es un asunto de ganaderos o del ministro de Agricultura, sino del país todo. Es una crisis asociada a otro problema estructural: el contrabando de animales y carne desde Venezuela, que es imperativo enfrentar en forma coordinada, pues tenemos normas, instituciones y autoridades para todo, pero no se inspecciona, ni se vigila, ni se controla como debe ser.
Hay una gran dispersión de competencias, en la que se diluyen las responsabilidades y se pierden esfuerzos, por lo que me atrevo a una sugerencia algo “castrense”: un “Centro de Mando Unificado” para conjurar la crisis, liderado por el MADR.
No es descabellado, porque el contrabando es un monstruo de muchas cabezas que amenaza a la ganadería y la salud humana, y aunque tiene muchos “vigilantes”, ninguno cumple a cabalidad su función y, peor aún, ni se hablan; son compartimientos estancos. Veamos:
1.- Empezando por el extremo que toca al consumidor, si las secretarías de salud cumplieran su obligación de vigilancia los expendios; si exigieran en las “famas” la Guía de Transporte y decomisaran carne ilegal, el problema empezaría a solucionarse.
2.- La autoridad de inocuidad –INVIMA– vigila las plantas de sacrificio, algunas cerradas o a media marcha, porque el contrabando prefiere el sacrificio clandestino, que no es tan clandestino y debería ser perseguido con la Policía. Cúcuta se come al día la carne de 450 animales, pero solo sacrifica 50 legalmente.
3.- ¡El Ministerio de Transporte! tiene la competencia sobre la inspección, vigilancia y control al transporte de ganado: un canto a la bandera
4.- El control de ingreso de mercancías y, por ende, la detección del contrabando, es función de la DIAN en coordinación con la Policía Fiscal y Aduanera, POLFA. Incrementando los retenes móviles aumentarían las confiscaciones de carne.
5.- Desde las competencias de la Policía, el contrabando no debería entrar, pero lo hace a un ritmo frenético, por el desastre monetario de Venezuela y el negocio para los criminales a lado y lado de la frontera: Allá la Guardia Nacional; acá el ELN, los Pelusos, las disidencias, el Clan del Golfo. Se necesita vigilancia, pero sobre todo más inteligencia.
6.- Para el MADR y el ICA como autoridad sanitaria, el contrabando explica pero no justifica la reinfección de aftosa, pues la “Zona de Alta Vigilancia” debía estar sujeta a vacunación rigurosa, control a Guías Sanitarias de Movilización, trazabilidad total y retenes móviles. Entre burocracia y corrupción, ese control sanitario se erosionó, y pasó lo que pasó.
Contra la dispersión, el Mando Unificado para superar la crisis. La propuesta está sobre la mesa.
Nota bene. Con IVA del 18%, la clase media se devolverá a la informalidad de las famas de barrio.
Por José Félix Lafaurie Rivera