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Columnista - 3 noviembre, 2018

Toño Maya fue derrotao

Hace un buen rato, cuando nuestra cancha de dominó favorita era el kiosquito Rafael Escalona de mi inolvidable compadre Cuco Medina, donde se producían históricas y fantásticas partidas con pillas y sapiencias por un profundo ayayayyyyyy del inolvidable Popo Daza, Marcelo Calderón, el famoso internista orgullo villanuevero me preguntó que si a mí me servía […]

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Hace un buen rato, cuando nuestra cancha de dominó favorita era el kiosquito Rafael Escalona de mi inolvidable compadre Cuco Medina, donde se producían históricas y fantásticas partidas con pillas y sapiencias por un profundo ayayayyyyyy del inolvidable Popo Daza, Marcelo Calderón, el famoso internista orgullo villanuevero me preguntó que si a mí me servía ese quejido burlón del Popo y al encontrar mi aceptación, tiró las fichas y revolvió el juego. Medina nos botó de la casa y Popo nos dijo hasta de lo que nos íbamos a morir.

Ayer se repitió la “hazaña” de Chelo acompañado de la maracuyita del doctor Fausto Cotes, si el mismo, el mismo exalcalde de Valledupar, que en un desigual mano a mano con Bernelis López y Beto Barros, que al igual que el Turco Yayil les gusta ir siempre como San Martín, montaos. La partida se desarrollaba en silencio y las barras tensionadas, pues el marcador estaba 42 a 43 y todo daba a entender que los San Martín ganarían y se produjo una jugada por el hábil empaquetador Beto Barros, que definió el destino de los 20 mil apostados y Bernelis, sacó el pecho, lo infló, se quitó las gafas oscuras que usa para que no le vean las canas de las cejas y en forma burlona tosió muy fuerte dos o tres veces, como gallo fino anunciando que Chelo y Cotes estaban en la olla, perdidos y ahí fue cuando Marcelito sacó a relucir su casta y habilidad y preguntó en tono enérgico, alterado y colorado ¡Cotes, a usted le sirve ese gesto grotesco y burlón! y en un abrir y cerrar de ojos le dijo soy solidario con usted compañerito, no me sirve y tiraron las fichas revolviendo el juego. Ahí fue Troya, ese fue mucho bololó, se insultaron, se picariaron y la barra se dividió, yo fui solidario con Chelo y Fausto, a pesar de la pilla, para que no sean pechugones y no imiten al San Martín mayor (Yayil), que hay que ser justos, pero Toño Maya, en la otra orilla, que se cree la última Coca-Cola del desierto en el dominó, porque en los otros aspectos de su vida es un servicial y buen guarapo de panela y que también le gusta ir montaito propuso que se expulsara por un mes a Marcelo a lo cual éste con el cinismo más grande sentenció: acepto la sanción, pero eso sí aquí en esta casa, que es mía no juegan ni beben el sabroso tinto hecho de Laura ni consumen más agua helada por ese mismo tiempo y por aclamación Toño Maya fue derrotado. Que sabroso es jugar el dominó como nosotros lo hacemos, en camaradería, amor fraternal, hablando y con muchas picardías.
———————–
Ayer en el improvisado e improductivo día sin carro y sin motos, me trasladé a pie desde mi residencia al centro, recorrí escasamente tres cuadras que no es nada, pero pude observar que en la sombra es muy agradable, pero el recorrido de varios metros bajo este sol inclemente, cancerígeno y devastador, es cruel, hacen falta muchos árboles por sembrar en esta vía por la que caminé que es la Carrera 11. Valdría la pena que con el concurso de los propietarios de las residencias y la Alcaldía se procediera a sembrar los árboles que se han muerto y los que faltan.

José Aponte Martínez

Columnista
3 noviembre, 2018

Toño Maya fue derrotao

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

Hace un buen rato, cuando nuestra cancha de dominó favorita era el kiosquito Rafael Escalona de mi inolvidable compadre Cuco Medina, donde se producían históricas y fantásticas partidas con pillas y sapiencias por un profundo ayayayyyyyy del inolvidable Popo Daza, Marcelo Calderón, el famoso internista orgullo villanuevero me preguntó que si a mí me servía […]


Hace un buen rato, cuando nuestra cancha de dominó favorita era el kiosquito Rafael Escalona de mi inolvidable compadre Cuco Medina, donde se producían históricas y fantásticas partidas con pillas y sapiencias por un profundo ayayayyyyyy del inolvidable Popo Daza, Marcelo Calderón, el famoso internista orgullo villanuevero me preguntó que si a mí me servía ese quejido burlón del Popo y al encontrar mi aceptación, tiró las fichas y revolvió el juego. Medina nos botó de la casa y Popo nos dijo hasta de lo que nos íbamos a morir.

Ayer se repitió la “hazaña” de Chelo acompañado de la maracuyita del doctor Fausto Cotes, si el mismo, el mismo exalcalde de Valledupar, que en un desigual mano a mano con Bernelis López y Beto Barros, que al igual que el Turco Yayil les gusta ir siempre como San Martín, montaos. La partida se desarrollaba en silencio y las barras tensionadas, pues el marcador estaba 42 a 43 y todo daba a entender que los San Martín ganarían y se produjo una jugada por el hábil empaquetador Beto Barros, que definió el destino de los 20 mil apostados y Bernelis, sacó el pecho, lo infló, se quitó las gafas oscuras que usa para que no le vean las canas de las cejas y en forma burlona tosió muy fuerte dos o tres veces, como gallo fino anunciando que Chelo y Cotes estaban en la olla, perdidos y ahí fue cuando Marcelito sacó a relucir su casta y habilidad y preguntó en tono enérgico, alterado y colorado ¡Cotes, a usted le sirve ese gesto grotesco y burlón! y en un abrir y cerrar de ojos le dijo soy solidario con usted compañerito, no me sirve y tiraron las fichas revolviendo el juego. Ahí fue Troya, ese fue mucho bololó, se insultaron, se picariaron y la barra se dividió, yo fui solidario con Chelo y Fausto, a pesar de la pilla, para que no sean pechugones y no imiten al San Martín mayor (Yayil), que hay que ser justos, pero Toño Maya, en la otra orilla, que se cree la última Coca-Cola del desierto en el dominó, porque en los otros aspectos de su vida es un servicial y buen guarapo de panela y que también le gusta ir montaito propuso que se expulsara por un mes a Marcelo a lo cual éste con el cinismo más grande sentenció: acepto la sanción, pero eso sí aquí en esta casa, que es mía no juegan ni beben el sabroso tinto hecho de Laura ni consumen más agua helada por ese mismo tiempo y por aclamación Toño Maya fue derrotado. Que sabroso es jugar el dominó como nosotros lo hacemos, en camaradería, amor fraternal, hablando y con muchas picardías.
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Ayer en el improvisado e improductivo día sin carro y sin motos, me trasladé a pie desde mi residencia al centro, recorrí escasamente tres cuadras que no es nada, pero pude observar que en la sombra es muy agradable, pero el recorrido de varios metros bajo este sol inclemente, cancerígeno y devastador, es cruel, hacen falta muchos árboles por sembrar en esta vía por la que caminé que es la Carrera 11. Valdría la pena que con el concurso de los propietarios de las residencias y la Alcaldía se procediera a sembrar los árboles que se han muerto y los que faltan.

José Aponte Martínez