En esta semana, Codazzi celebra con fervor los primeros 50 años de fundación del Colegio Nacional “Agustín Codazzi”, el primer plantel público de secundaria del Municipio. Son cinco décadas de historia. Una estela de jóvenes ha dejado sus pasos en esta institución, hoy son flamantes profesionales. Muchos de ellos salieron de su tierra natal en […]
En esta semana, Codazzi celebra con fervor los primeros 50 años de fundación del Colegio Nacional “Agustín Codazzi”, el primer plantel público de secundaria del Municipio.
Son cinco décadas de historia. Una estela de jóvenes ha dejado sus pasos en esta institución, hoy son flamantes profesionales. Muchos de ellos salieron de su tierra natal en busca de mejores oportunidades laborales y económicas, otros se quedaron y ejercen sus profesiones en su tierra.
Podríamos decir que el Municipio de Codazzi resurgió con la puesta en marcha de este plantel educativo que logró acoger a cientos de estudiantes quienes en esa época no podían estudiar el bachillerato fuera del pueblo, porque sus padres eran de escasos recursos económicos.
El colegio fue construido y puesto en funcionamiento en 1968, por gestión del entonces Gobernador del Magdalena, Miguel Ávila Quintero, hermano de Alfonso, quien era conocido en el pueblo como “El pollo pinto”, papá de Napoleón Ávila, uno de los precursores del pueblo.
Ha servido esta institución como motor de desarrollo no solo en el tema educativo para los miles de jóvenes que cursaron y cursan su bachillerato allí, también como polo de despegue de una región que a pesar de sus adversidades económicas ha estado en la vanguardia para alcanzar el bien común para una sociedad que ha sido abandonada por el gobierno central y la clase política de Valledupar.
La mezquindad del norte del Cesar ha sido la peor carroña para los codacenses. Las políticas de Estado tampoco han sido solidarias y la dirigencia local pareciera que persigue más el beneficio personal y familiar que el colectivo.
Pese a los infortunios como la bonanza algodonera, la crueldad de los grupos armados que asesinaron a medio pueblo y la corruptela de los alcaldes y sus séquitos políticos, existe una institución como el Colegio Nacional Agustín Codazzi que aún preserva vivas las esperanzas de un pueblo, de docentes y administrativos que saben que las principales inversiones en educación son vitales para el progreso económico de la región.
Se recuerda a Yadira Corzo Hinojosa, autora del himno del colegio, con el coro: “Unidos todos cantemos / A tan noble institución / Honra y gloria al Nacional / pionera en la educación”.
Hace 3 años las instalaciones del plantel fueron remodeladas y la gobernación construyó un megacolegio por valor de $35 mil millones en donde se albergan cinco mil estudiantes. La sede tiene tres pisos, sala de cinemateca, doce aulas para primaria, seis aulas de media vocacional, dos laboratorios de ciencias, dos de física y química, tres talleres de tecnologías, dos talleres de artes, taller de danzas, cuatro salas de informática, informática infantil, cafetería y restaurante, cancha múltiple cubierta, cancha de tenis y campo de fútbol. Tiene un ascensor y una planta eléctrica.
Esta semana mientras en Codazzi se celebran las bodas de oro del colegio, se rinden tributos póstumos a dos de sus hijos, al profesor Jairo Tapia Tietjen, director de la Revista Integración de APROCODA, columnista de EL PILÓN, poeta y escritor; un hombre de letras e investigador cultural.
También a Álvaro “El papi” Celedón Cuadrado, quien falleció el pasado lunes en Valledupar. “El papi” Celedón fue un consumado futbolista de los años 70. Fue un estilista con el balón y un centro delantero goleador. Hasta la próxima semana.
Por Aquilino Cotes Zuleta[email protected] . @tiochiro.
En esta semana, Codazzi celebra con fervor los primeros 50 años de fundación del Colegio Nacional “Agustín Codazzi”, el primer plantel público de secundaria del Municipio. Son cinco décadas de historia. Una estela de jóvenes ha dejado sus pasos en esta institución, hoy son flamantes profesionales. Muchos de ellos salieron de su tierra natal en […]
En esta semana, Codazzi celebra con fervor los primeros 50 años de fundación del Colegio Nacional “Agustín Codazzi”, el primer plantel público de secundaria del Municipio.
Son cinco décadas de historia. Una estela de jóvenes ha dejado sus pasos en esta institución, hoy son flamantes profesionales. Muchos de ellos salieron de su tierra natal en busca de mejores oportunidades laborales y económicas, otros se quedaron y ejercen sus profesiones en su tierra.
Podríamos decir que el Municipio de Codazzi resurgió con la puesta en marcha de este plantel educativo que logró acoger a cientos de estudiantes quienes en esa época no podían estudiar el bachillerato fuera del pueblo, porque sus padres eran de escasos recursos económicos.
El colegio fue construido y puesto en funcionamiento en 1968, por gestión del entonces Gobernador del Magdalena, Miguel Ávila Quintero, hermano de Alfonso, quien era conocido en el pueblo como “El pollo pinto”, papá de Napoleón Ávila, uno de los precursores del pueblo.
Ha servido esta institución como motor de desarrollo no solo en el tema educativo para los miles de jóvenes que cursaron y cursan su bachillerato allí, también como polo de despegue de una región que a pesar de sus adversidades económicas ha estado en la vanguardia para alcanzar el bien común para una sociedad que ha sido abandonada por el gobierno central y la clase política de Valledupar.
La mezquindad del norte del Cesar ha sido la peor carroña para los codacenses. Las políticas de Estado tampoco han sido solidarias y la dirigencia local pareciera que persigue más el beneficio personal y familiar que el colectivo.
Pese a los infortunios como la bonanza algodonera, la crueldad de los grupos armados que asesinaron a medio pueblo y la corruptela de los alcaldes y sus séquitos políticos, existe una institución como el Colegio Nacional Agustín Codazzi que aún preserva vivas las esperanzas de un pueblo, de docentes y administrativos que saben que las principales inversiones en educación son vitales para el progreso económico de la región.
Se recuerda a Yadira Corzo Hinojosa, autora del himno del colegio, con el coro: “Unidos todos cantemos / A tan noble institución / Honra y gloria al Nacional / pionera en la educación”.
Hace 3 años las instalaciones del plantel fueron remodeladas y la gobernación construyó un megacolegio por valor de $35 mil millones en donde se albergan cinco mil estudiantes. La sede tiene tres pisos, sala de cinemateca, doce aulas para primaria, seis aulas de media vocacional, dos laboratorios de ciencias, dos de física y química, tres talleres de tecnologías, dos talleres de artes, taller de danzas, cuatro salas de informática, informática infantil, cafetería y restaurante, cancha múltiple cubierta, cancha de tenis y campo de fútbol. Tiene un ascensor y una planta eléctrica.
Esta semana mientras en Codazzi se celebran las bodas de oro del colegio, se rinden tributos póstumos a dos de sus hijos, al profesor Jairo Tapia Tietjen, director de la Revista Integración de APROCODA, columnista de EL PILÓN, poeta y escritor; un hombre de letras e investigador cultural.
También a Álvaro “El papi” Celedón Cuadrado, quien falleció el pasado lunes en Valledupar. “El papi” Celedón fue un consumado futbolista de los años 70. Fue un estilista con el balón y un centro delantero goleador. Hasta la próxima semana.
Por Aquilino Cotes Zuleta[email protected] . @tiochiro.