Un torrencial aguacero que se prolongó por más de seis horas, no sólo causó inundaciones sino que provocó la caída de seis viviendas de bahareque, mientras otras once, se encuentran a punto de colapsar. De acuerdo con el presidente de la Defensa Civil de Pelaya, Juan Téllez, la emergencia se presentó porque el fuerte aguacero […]
Un torrencial aguacero que se prolongó por más de seis horas, no sólo causó inundaciones sino que provocó la caída de seis viviendas de bahareque, mientras otras once, se encuentran a punto de colapsar.
De acuerdo con el presidente de la Defensa Civil de Pelaya, Juan Téllez, la emergencia se presentó porque el fuerte aguacero causó el desbordamiento del caño Guatapurí; afluente que en minutos inundó todo el caserío.
Las familias que perdieron sus viviendas, indicaron que hasta el momento no han recibido ninguna ayuda humanitaria, al tiempo que esperan la reubicación de las casas que se encuentran en inmediaciones del caño Guatapurí.
Por su parte, los agricultores de la parte baja de San Bernardo, indicaron que las lluvias y las inundaciones provocadas por el desbordamiento de caños y ciénagas, han causado la pérdida de más de mil hectáreas de arroz, las cuales ya estaban a punto de ser recolectadas.
“Ante una emergencia nunca vista en el corregimiento, en la que viviendas y cultivos se han perdido, el único organismo de socorro que hemos visto es la Defensa Civil, pero ésta como tal, solo nos ayuda a evacuar nuestras pertenencias de las casas en ruinas, pero no nos ayuda a solventar la crisis económica que ha generado la ola invernal”, agregó Arelis Arévalo, damnificada de la población.
Las casas caídas, en su mayoría son de Bahareque, las cuales, por la humedad se debilitan en sus cimientos y se vienen al suelo, convirtiéndose en un peligro para sus habitantes, teniendo en cuenta que en la mayoría de los caos, las emergencias se presentan en horas de la noche.
Cabe anotar, que en días anteriores se registró un vendaval que aparte de destechar varias viviendas, causó fuertes inundaciones en la parte baja, donde vive el mayor número de familias de bajos recursos económicos.
Un torrencial aguacero que se prolongó por más de seis horas, no sólo causó inundaciones sino que provocó la caída de seis viviendas de bahareque, mientras otras once, se encuentran a punto de colapsar. De acuerdo con el presidente de la Defensa Civil de Pelaya, Juan Téllez, la emergencia se presentó porque el fuerte aguacero […]
Un torrencial aguacero que se prolongó por más de seis horas, no sólo causó inundaciones sino que provocó la caída de seis viviendas de bahareque, mientras otras once, se encuentran a punto de colapsar.
De acuerdo con el presidente de la Defensa Civil de Pelaya, Juan Téllez, la emergencia se presentó porque el fuerte aguacero causó el desbordamiento del caño Guatapurí; afluente que en minutos inundó todo el caserío.
Las familias que perdieron sus viviendas, indicaron que hasta el momento no han recibido ninguna ayuda humanitaria, al tiempo que esperan la reubicación de las casas que se encuentran en inmediaciones del caño Guatapurí.
Por su parte, los agricultores de la parte baja de San Bernardo, indicaron que las lluvias y las inundaciones provocadas por el desbordamiento de caños y ciénagas, han causado la pérdida de más de mil hectáreas de arroz, las cuales ya estaban a punto de ser recolectadas.
“Ante una emergencia nunca vista en el corregimiento, en la que viviendas y cultivos se han perdido, el único organismo de socorro que hemos visto es la Defensa Civil, pero ésta como tal, solo nos ayuda a evacuar nuestras pertenencias de las casas en ruinas, pero no nos ayuda a solventar la crisis económica que ha generado la ola invernal”, agregó Arelis Arévalo, damnificada de la población.
Las casas caídas, en su mayoría son de Bahareque, las cuales, por la humedad se debilitan en sus cimientos y se vienen al suelo, convirtiéndose en un peligro para sus habitantes, teniendo en cuenta que en la mayoría de los caos, las emergencias se presentan en horas de la noche.
Cabe anotar, que en días anteriores se registró un vendaval que aparte de destechar varias viviendas, causó fuertes inundaciones en la parte baja, donde vive el mayor número de familias de bajos recursos económicos.